!Que Horror!
Hebreos 3: 17 17¿Y con quiénes se enojó Dios durante cuarenta años? ¿No fue acaso con los que pecaron, los cuales cayeron muertos en el desierto? NVI.
Es lo que escucharíamos decir a la gente, si le propusiéramos emprender un viaje por el desierto. Al respecto Dios nos enseña, que el pueblo escogido por El, no expresó horror, cuando su enviado Moises se los propuso, mas bien aprendemos que los esclavizadores egipcios, fueron quienes en principio se opusieron a tal viaje.
El muy prolongado sufrimiento causado por la esclavitud, hizo que los israelitas, no pensaran en lo que el desierto era, porque su libertad, aún en el desierto, superaba cualquier expectativa de penalidad o nuevo sufrimiento. Pero hubo algo muy particular que los mantenía motivados para emprender y completar el viaje, la tierra de Canaán.
La tierra prometida, estaba solo a "un desierto de distancia", tierra en la que disfrutarían de plena libertad y de de los "ríos de leche y miel" y de casas que no construyeron. Pero lo que los israelitas no calcularon bien, fue el costo de la "prueba" en la que Dios les daría la oportunidad de saber si eran o no "aptos", para pasar el Jordan.
Cuando Dios nos toca por la unción del Espíritu Santo, y nos lleva ante Cristo Jesús en la cruz del calvario, realiza la obra de liberación de la Egipto en que vivimos hasta ese momento, en completa esclavitud al pecado. En ese momento, somos llevados al desierto de la nueva vida, en la que seremos probados, acerca de nuestra aptitud para "pasar el Jordan", hacia el cielo, nuestra tierra prometida, lugar de nuestra residencia eterna.
En este recorrido, nuestra guía no es la columna de nube de día y la de fuego de noche, sino que es Cristo Jesús personalmente, quien nos dirige y nos fortalece. Avanzar con determinación y fuerza, solo es posible, si cultivamos y crecemos en nuestra relación personal con El .
¿Si estas en el desierto, porque fuiste liberado de Egipto, como esta tu ánimo y determinación y fuerza, en el lugar del desierto en que te encuentras? Es agobiante tu paso y ves que te debilitas ante la prueba-desierto-, crees que saldrás aprobado?; pues no olvides que avanzar en el inhóspito desierto no es posible por razones humanas, sino porque Cristo Jesús es quien te fortalece.
Tomate de su adorable y amorosa mano y retoma el camino, si es que estabas a punto de retroceder, toma fuerza en el poder irresistible de Dios y puedes estar seguro, que nada será obstáculo suficiente en tu avance, hacia la tierra prometida.
Deuteronomio 1: 31 31y en el desierto. El Señor su Dios los ha tomado en sus brazos durante todo el camino que han recorrido hasta llegar a este lugar, como un padre que toma en brazos a su hijo.' DHH.