¿Coqueteo?

Génesis 3: 1/2 1La serpiente era el más astuto de todos los animales salvajes que el Señor Dios había hecho. Cierto día le preguntó a la mujer:—¿De veras Dios les dijo que no deben comer del fruto de ninguno de los árboles del huerto? 2—Claro que podemos comer del fruto de los árboles del huerto —contestó la mujer—. NTV.

Cualquiera sea la idea, o forma de creer en Dios, la eficacia de esa forma de creencia o de fe, ha de ser medida por la capacidad que se tenga de entender la pureza. Pureza que para el caso, tiene que ver con la ausencia de mezcla, con la certeza de lo individual, de lo personal, de lo indiviso e indivisible.

Aplicado este proceso a la relación entre esposos, la pureza, toma forma en la persona del esposo y de la esposa, el uno es único es puro, ante el otro, es personal, no hay lugar a confusión, el esposo es individual como lo es la esposa, su relación es eficaz porque es pura, porque no da lugar a la mezcla.

¿Entonces, que podría cambiar la eficacia de la relación entre esposos?, lo haría que el esposo o la esposa, dieran lugar al perdida de la pureza, que alguno o ambos permitiera que "otro que no es su esposo o esposa", contamine su pureza mezclando su propia pureza, perdiendo la individualidad, dando lugar a que la intimidad sea violada, al compartirla con "otro u otra".

A esto se le conoce comúnmente como coqueteo, que es la forma como la gente, se arriesga a poner en peligro su integridad, permitiendo que, lo que sostenía su pureza que es la fidelidad, sea soslayado. Todos conocemos las consecuencias de algo así, cuando del matrimonio se trata -
Proverbios 7: 1/27-.

Doña Eva "de" Adan -hecha "de" una costilla de el-, tenía una relación pura con Dios, recibía cada día su amor y cuidado, lo conocía personalmente, sabia que era UNO, individual, indiviso, indivisible, absolutamente El y no otro, en esto se basaba la eficacia de su fe, en que nadie ni nada podría ser El.

Bajo esta estructura, funcionaba su relación matrimonial, puesto que conocía a su esposo Adan, en las mismas condiciones de pureza e individualidad, que conocía a Dios, pero cuando se permitido "coquetear", con un desconocido, asumió la responsabilidad de zambullirse en el inframundo, al que nos referíamos ayer, soslayo su intimidad con Dios y al mismo tiempo soslayo la intimidad con su esposo.

La infidelidad de Eva con Dios y con con Adan, fue tan grave, que cada uno de los hombres que nacen desde entonces, nace con esa herencia de impureza, de infidelidad, de muerte. Eva perdió la eficacia de su fe, porque Dios se apartó de Ella y perdió la eficacia de su relación con Adan, porque el fue partícipe del coqueteo de su esposa.

En medio de la situación en que nos encontramos hoy, que oportuno, debe ser analizar de verdad en que Dios es que creemos, es decir valorar la eficacia de la pureza de nuestra fe, entendiendo a que, o a quien, o a quienes esta dirigida. De llegar a encontrar la mas mínima mezcla de la persona de Dios, con cualquier otra entidad o forma, que no sea, la persona de de Cristo Jesús, por la unción del Espíritu Santo, con seguridad que somos víctimas de coqueteo en el órden espiritual.

2 de Corintios 11: 2/4
2El celo que siento por ustedes proviene de Dios, pues los tengo prometidos a un solo esposo, que es Cristo, para presentárselos como una virgen pura.3Pero me temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, los pensamientos de ustedes sean desviados de un compromiso puro y[a] sincero con Cristo.4Si alguien llega a ustedes predicando a un Jesús diferente del que les hemos predicado nosotros, o si reciben un espíritu o un *evangelio diferentes de los que ya recibieron, a ése lo aguantan con facilidad. NVI.

























































































































































































¿Coqueteo?

Génesis 3: 1/2 1La serpiente era el más astuto de todos los animales salvajes que el Señor Dios había hecho. Cierto día le preguntó a la mujer:—¿De veras Dios les dijo que no deben comer del fruto de ninguno de los árboles del huerto? 2—Claro que podemos comer del fruto de los árboles del huerto —contestó la mujer—. NTV.

Cualquiera sea la idea, o forma de creer en Dios, la eficacia de esa forma de creencia o de fe, ha de ser medida por la capacidad que se tenga de entender la pureza. Pureza que para el caso, tiene que ver con la ausencia de mezcla, con la certeza de lo individual, de lo personal, de lo indiviso e indivisible.

Aplicado este proceso a la relación entre esposos, la pureza, toma forma en la persona del esposo y de la esposa, el uno es único es puro, ante el otro, es personal, no hay lugar a confusión, el esposo es individual como lo es la esposa, su relación es eficaz porque es pura, porque no da lugar a la mezcla.

¿Entonces, que podría cambiar la eficacia de la relación entre esposos?, lo haría que el esposo o la esposa, dieran lugar al perdida de la pureza, que alguno o ambos permitiera que "otro que no es su esposo o esposa", contamine su pureza mezclando su propia pureza, perdiendo la individualidad, dando lugar a que la intimidad sea violada, al compartirla con "otro u otra".

A esto se le conoce comúnmente como coqueteo, que es la forma como la gente, se arriesga a poner en peligro su integridad, permitiendo que lo que sostenía su pureza que es la fidelidad, sea soslayado. Todos conocemos las consecuencias de algo así, cuando del matrimonio se trata -Proverbios 7: 1/27-.

Doña Eva "de" Adan-hecha "de" una costilla de el-, tenia una relación pura con Dios, recibía cada día su amor y cuidado, lo conocía personalmente, sabia que era UNO, individual, indiviso, indivisible, absolutamente El y no otro, en esto se basaba la eficacia de su fe, en que nadie ni nada podría ser El.

Bajo esta estructura, funcionaba su relación matrimonial, puesto que conocía a su esposo Adan, en las mismas condiciones de pureza e individualidad, que conocía a Dios, pero cuando se permitido "coquetear", con un desconocido, asumió la responsabilidad de zambullirse en el inframundo, al que nos referíamos ayer, soslayo su intimidad con Dios y al mismo tiempo soslayo su intimida con su esposo.

La infidelidad de Eva con Dios y con con Adan, fue tan grave, que cada uno de los hombres que nacen desde entonces, nace con esa herencia de impureza, de infidelidad, de muerte. Eva perdió la eficacia de su fe, porque Dios se parto de Ella y perdió la eficacia de su relación con Adan, porque el participe del coqueteo de su esposa.

En medio de la situación en que nos encontramos hoy, que oportuno,debe ser analizar de verdad en que Dios es que creemos, es decir valorar la eficacia de la pureza de nuestra fe, entendiendo a que, o a quien, o a quienes esta dirigida. De llegar a encontrar la mas mínima mezcla de la persona de Dios, con cualquier otra entidad o forma, que no sea, la persona de e Cristo Jesus, por la unción del Espíritu Santo, con seguridad que somos víctimas de coqueteo en el orden espiritual.

2 de Corintios 11: 1/4

















































































































































































¿Coqueteo?

Génesis 3: 1/2 1La serpiente era el más astuto de todos los animales salvajes que el Señor Dios había hecho. Cierto día le preguntó a la mujer:—¿De veras Dios les dijo que no deben comer del fruto de ninguno de los árboles del huerto? 2—Claro que podemos comer del fruto de los árboles del huerto —contestó la mujer—. NTV.

Cualquiera sea la idea, o forma de creer en Dios, la eficacia de esa forma de creencia o de fe, ha de ser medida por la capacidad que se tenga de entender la pureza. Pureza que para el caso, tiene que ver con la ausencia de mezcla, con la certeza de lo individual, de lo personal, de lo indiviso e indivisible.

Aplicado este proceso a la relación entre esposos, la pureza, toma forma en la persona del esposo y de la esposa, el uno es único es puro, ante el otro, es personal, no hay lugar a confusión, el esposo es individual como lo es la esposa, su relación es eficaz porque es pura, porque no da lugar a la mezcla.

¿Entonces, que podría cambiar la eficacia de la relación entre esposos?, lo haría que el esposo o la esposa, dieran lugar al perdida de la pureza, que alguno o ambos permitiera que "otro que no es su esposo o esposa", contamine su pureza mezclando su propia pureza, perdiendo la individualidad, dando lugar a que la intimidad sea violada, al compartirla con "otro u otra".

A esto se le conoce comúnmente como coqueteo, que es la forma como la gente, se arriesga a poner en peligro su integridad, permitiendo que lo que sostenía su pureza que es la fidelidad, sea soslayado. Todos conocemos las consecuencias de algo así, cuando del matrimonio se trata -Proverbios 7: 1/27-.

Doña Eva "de" Adan-hecha "de" una costilla de el-, tenia una relación pura con Dios, recibía cada día su amor y cuidado, lo conocía personalmente, sabia que era UNO, individual, indiviso, indivisible, absolutamente El y no otro, en esto se basaba la eficacia de su fe, en que nadie ni nada podría ser El.

Bajo esta estructura, funcionaba su relación matrimonial, puesto que conocía a su esposo Adan, en las mismas condiciones de pureza e individualidad, que conocía a Dios, pero cuando se permitido "coquetear", con un desconocido, asumió la responsabilidad de zambullirse en el inframundo, al que nos referíamos ayer, soslayo su intimidad con Dios y al mismo tiempo soslayo su intimida con su esposo.

La infidelidad de Eva con Dios y con con Adan, fue tan grave, que cada uno de los hombres que nacen desde entonces, nace con esa herencia de impureza, de infidelidad, de muerte. Eva perdió la eficacia de su fe, porque Dios se parto de Ella y perdió la eficacia de su relación con Adan, porque el participe del coqueteo de su esposa.

En medio de la situación en que nos encontramos hoy, que oportuno,debe ser analizar de verdad en que Dios es que creemos, es decir valorar la eficacia de la pureza de nuestra fe, entendiendo a que, o a quien, o a quienes esta dirigida. De llegar a encontrar la mas mínima mezcla de la persona de Dios, con cualquier otra entidad o forma, que no sea, la persona de e Cristo Jesus, por la unción del Espíritu Santo, con seguridad que somos víctimas de coqueteo en el orden espiritual.

2 de Corintios 11: 1/4
























































































































































































¿Coqueteo?

Génesis 3: 1/2 1La serpiente era el más astuto de todos los animales salvajes que el Señor Dios había hecho. Cierto día le preguntó a la mujer:—¿De veras Dios les dijo que no deben comer del fruto de ninguno de los árboles del huerto? 2—Claro que podemos comer del fruto de los árboles del huerto —contestó la mujer—. NTV.

Cualquiera sea la idea, o forma de creer en Dios, la eficacia de esa forma de creencia o de fe, ha de ser medida por la capacidad que se tenga de entender la pureza. Pureza que para el caso, tiene que ver con la ausencia de mezcla, con la certeza de lo individual, de lo personal, de lo indiviso e indivisible.

Aplicado este proceso a la relación entre esposos, la pureza, toma forma en la persona del esposo y de la esposa, el uno es único es puro, ante el otro, es personal, no hay lugar a confusión, el esposo es individual como lo es la esposa, su relación es eficaz porque es pura, porque no da lugar a la mezcla.

¿Entonces, que podría cambiar la eficacia de la relación entre esposos?, lo haría que el esposo o la esposa, dieran lugar al perdida de la pureza, que alguno o ambos permitiera que "otro que no es su esposo o esposa", contamine su pureza mezclando su propia pureza, perdiendo la individualidad, dando lugar a que la intimidad sea violada, al compartirla con "otro u otra".

A esto se le conoce comúnmente como coqueteo, que es la forma como la gente, se arriesga a poner en peligro su integridad, permitiendo que lo que sostenía su pureza que es la fidelidad, sea soslayado. Todos conocemos las consecuencias de algo así, cuando del matrimonio se trata -Proverbios 7: 1/27-.

Doña Eva "de" Adan-hecha "de" una costilla de el-, tenia una relación pura con Dios, recibía cada día su amor y cuidado, lo conocía personalmente, sabia que era UNO, individual, indiviso, indivisible, absolutamente El y no otro, en esto se basaba la eficacia de su fe, en que nadie ni nada podría ser El.

Bajo esta estructura, funcionaba su relación matrimonial, puesto que conocía a su esposo Adan, en las mismas condiciones de pureza e individualidad, que conocía a Dios, pero cuando se permitido "coquetear", con un desconocido, asumió la responsabilidad de zambullirse en el inframundo, al que nos referíamos ayer, soslayo su intimidad con Dios y al mismo tiempo soslayo su intimida con su esposo.

La infidelidad de Eva con Dios y con con Adan, fue tan grave, que cada uno de los hombres que nacen desde entonces, nace con esa herencia de impureza, de infidelidad, de muerte. Eva perdió la eficacia de su fe, porque Dios se parto de Ella y perdió la eficacia de su relación con Adan, porque el participe del coqueteo de su esposa.

En medio de la situación en que nos encontramos hoy, que oportuno,debe ser analizar de verdad en que Dios es que creemos, es decir valorar la eficacia de la pureza de nuestra fe, entendiendo a que, o a quien, o a quienes esta dirigida. De llegar a encontrar la mas mínima mezcla de la persona de Dios, con cualquier otra entidad o forma, que no sea, la persona de e Cristo Jesus, por la unción del Espíritu Santo, con seguridad que somos víctimas de coqueteo en el orden espiritual.

2 de Corintios 11: 1/4

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