El unico Remedio

Filipenses 4: 6 6Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. RV6O.

Para todos los males de "este siglo", en especial aquellos que tienen implicaciones sicológicas, como ; angustia, depresión, ansiedad, estrés, frustración, es asumir la verdad en la que comenzar cada día, nada será como lo deseamos, o como queremos que sea.

Es posible que los nombres que mencionamos, que son pocos, ante la gran gama que existe hoy, en especial en los consultorios médicos, se resuma en lo que implica la frustración. La frustración se explica de manera sencilla en que nuestra euforia y alegría y expectativas, acerca de lo que esperamos que ocurra, es bloqueada por la conducta de los que obran en contrario a lo esperado.

Cristo Jesús jamas habría ido a ala cruz a redimirnos, si sus expectativas hubieran estado centradas en la gratitud y el reconocimiento y la aceptación de culpa de los seres humanos. El jamás esperó nada de la gente, su obra estaba y está eternamente centrada en el amor que nos tiene, sin esperar ninguna clase de conducta que pudiera coincidir con lo que El hace.

Cristo Jesús jamas fue víctima de frustración, porque obró sabiendo lo que opera en la naturaleza humana, nada de esto pudo bloquear su propósito de darnos la salvación, El lo hizo porque por Amor decidió hacerlo, sin importar si los que fueron y son el motivo de su sagrada obra, la apreciarían o no.

Es por esto por lo que el único remedio para todos los males de este siglo es Cristo Jesús, porque en El, cada mañana, es una aventura en la que El nos guiará, para aceptar que el día y lo que lo compone, ha de ser lo que ira siendo, y no lo que esperamos que sea, de modo que lo que sabemos hacer y podemos hacer lo hacemos, sin esperar nada a cambio.

Que gozo es ese, en el que la satisfacción viene de realizar con los demás, lo que somos, sea aceptado o no, sea valorado o no, tenga o no tenga significado para los demás, porque los que así obran no sufrirán de frustración, que es el marco en el que caben todos los males de este siglo y del venidero.

Lucas 10: 38/41
38Durante el viaje a Jerusalén, Jesús y sus discípulos llegaron a cierta aldea donde una mujer llamada Marta los recibió en su casa. 39Su hermana María se sentó a los pies del Señor a escuchar sus enseñanzas, 40pero Marta estaba distraída con los preparativos para la gran cena. Entonces se acercó a Jesús y le dijo: —Maestro, ¿no te parece injusto que mi hermana esté aquí sentada mientras yo hago todo el trabajo? Dile que venga a ayudarme. 41El Señor le dijo: —Mi apreciada Marta, ¡estás preocupada y tan inquieta con todos los detalles! 42Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. María la ha descubierto, y nadie se la quitará. NTV.

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