Ofender, ...

Lucas 18: 9/12 Había unos que creían que siempre hacían el bien. Estaban tan seguros de sí mismos que menospreciaban a los demás. Jesús contó esta historia para ellos: 10 «Dos hombres fueron al templo a orar. Uno era un fariseo y el otro era un cobrador de impuestos. 11 El fariseo, puesto de pie, se puso a orar consigo mismo así: “Dios, te doy gracias porque no soy como los demás. No soy como los ladrones, los injustos, los que cometen el pecado de adulterio, ni tampoco como este cobrador de impuestos. 12 Ayuno dos veces a la semana y doy la décima parte de todo lo que adquiero”. PDT. Así que, ¿crees que puedes condenar a esa gente? ¡Nada de eso! Tú no tienes por qué juzgarlos.

Cuando los condenas, te condenas a ti mismo, porque tú también haces lo que ellos hacen. Sólo Dios puede juzgar a los que hacen esas maldades. Sabemos que Dios hace bien al juzgarlos. Tú que juzgas a los que hacen esas cosas y haces lo mismo, ¿cómo crees que escaparás del juicio de Dios? Tienes que entender que Dios ha sido muy paciente y bondadoso contigo, esperando que cambies. Pero tú piensas que su paciencia nunca termina y no te das cuenta de que él es bueno contigo para que cambies tu vida. Pero eres terco y no quieres cambiar, así que sigues acumulando la ira de Dios. El castigo te llegará el día en que Dios muestre toda su ira. Ese mismo día, Dios mostrará que juzga correctamente y con justicia. Romanos 2: 1/5. NTV.

...la Santidad, La Justicia y el Amor de Dios, es la culminación de lo que concibieron las mentes-animas-de los seres humanos que se gestó hasta el tiempo en que la muerte es el fruto dado a luz, causando el abismo de separación entre Dios y sus criaturas, abismo que solo puede superarse aferrándose a la cruz que provee en el Cuerpo y la Sangre de Cristo Jesús, la salida del abismo que por ningún otro medio, ni humano ni, del poder subterráneo puede superar, pero que en la terquedad de los seres humanos que forman parte del sistema religioso, se abre el espacio que en el orden espiritual, es el lugar en el que cada uno de los que existen "acumula en su propia cuenta", la ira de Dios, para el tiempo en que el pecado tomara la forma que es ofensa para Dios, deszumando la lúgubre mueca que los pecadores por su cuenta decidieron que "es pecado".     

Lucas 16: 19/26 19 »Había un hombre tan rico que todos los días se divertía a sus anchas, vestía las ropas más finas y comía de la mejor comida. 20 Había también un hombre muy pobre llamado Lázaro, quien tenía el cuerpo cubierto de llagas y con frecuencia se sentaba a la puerta de la casa del hombre rico. 21 Quería tan sólo calmar su hambre comiendo las sobras que caían de la mesa del hombre rico. Los perros venían y lamían sus llagas. 22 »Tiempo después, Lázaro murió y los ángeles del cielo vinieron y lo pusieron al lado de Abraham. El hombre rico también murió y fue enterrado. 23 El rico

fue enviado al lugar donde están los muertos [a] y sufría mucho. Miró hacia arriba y vio muy lejos a Abraham y a Lázaro sentado a su lado. 24 El hombre rico gritó: “¡Padre Abraham, ten compasión de mí. Manda a Lázaro para que moje la punta de su dedo con agua y refresque mi lengua. Estoy sufriendo en este fuego!” 25 Pero Abraham le dijo: “Hijo mío, recuerda que mientras estabas vivo, la pasaste muy bien, pero Lázaro sufrió mucho. Ahora él recibe consuelo aquí mientras tú estás sufriendo. 26 Además, entre nosotros hay un abismo muy grande, para que nadie pueda pasar de aquí para allá, ni de allá para acá”. PDT.  

La ofensa tiene valor entre los seres humanos, solo en una dirección, en la dirección en que "según ellos", son ofendidos; ellos son "siempre" las victimas de "todos" los demás, su escala de valores diseñada sobre la arena de su orgullo-odio- enmarca el ego desde la perspectiva en que los demás deben entender el bien y el mal, conforme a su manera de entenderlo, de manera que las "fallas" contra este esquelético sistema, dan como resultado la ofensa, siendo este el modo como opera cada grupo "fariseo"-religioso, que después de definir lo que es el bien y el mal, diseñan deidades que a lo sumo llegan a la altura de sus diseñadores, que sabiéndose dioses, se esconden detrás de las estatuas, imágenes y símbolos, sirviendo de escudo al diablo, que es el orquestador de "todo el sistema".  

1 de Corintios 12: 29/31,13: 1/4  29 ¿Acaso somos todos apóstoles? ¿Somos todos profetas? ¿Somos todos maestros? ¿Tenemos todos el poder de hacer milagros? 30 ¿Tenemos todos el don de sanidad? ¿Tenemos todos la capacidad de hablar en idiomas desconocidos? ¿Tenemos todos la capacidad de interpretar idiomas desconocidos? ¡Por supuesto que no! 31 Por lo tanto, ustedes deberían desear encarecidamente los dones que son de más ayuda. Pero ahora déjenme mostrarles una manera de vida que supera a todas las demás. Si yo pudiera hablar todos los idiomas del mundo y de los ángeles pero no amara a los demás, yo sólo sería un metal ruidoso o un címbalo que resuena. Si tuviera el don de profecía y entendiera todos los planes secretos de Dios y contara con todo el conocimiento, y si tuviera una fe que me hiciera capaz de mover montañas, pero no amara a otros, yo no sería nada. Si diera todo lo que tengo a los pobres y hasta sacrificara mi cuerpo,[a] podría jactarme de eso; pero si no amara a los demás, no habría logrado nada. NTV.

De manera que los religiosos, pernoctan en este mundo convencidos de su propia justica y definición del bien; jamás se ven ofensores ante Dios, porque Dios es el imposible absoluto para su naturaleza muerta, embalsamada en el odio, Dios, El Amor son solo palabras que manejan en relación con su propia deidad, tan vacías como el pecho del que solo se escuchan ruidos cavernosos provenientes del abismo, del que por "ningún motivo" esperan salir, ciegos por decisión del lugar en que cada "inhalación", es ofensa contra el Amor, contra Dios, incapaces por su carácter, de intentar mirar a los que se les acercan, porque si lo hicieran, serian testigos de las horribles heridas y desfiguraciones, de los que aun están "vivos", mas la agonía de los que bajo el peso de su soberbia orgullosa, decaen, languidecen, ante sus ricas y purpuras vestiduras, y la riqueza de sus banquetes.    

Filipenses 3: 17/19  17 Hermanos míos, sigan mi ejemplo. Y fíjense en los que así lo hacen. 18 Hay muchos que viven como si la muerte de Cristo en la cruz no sirviera de nada. Eso ya se lo había dicho a ustedes varias veces, pero ahora vuelvo a repetirlo con lágrimas en los ojos. 19 Esa gente va a terminar en el infierno. Vive sólo para comer, y está orgullosa de lo que hace, cuando en realidad debería sentir vergüenza. Sólo piensa en las cosas malas de este mundo. TLA Recuerda que en los últimos días llegarán tiempos difíciles. La gente se volverá egoísta, amante del dinero, fanfarrona y

orgullosa. Se insultarán unos a otros, no obedecerán a sus padres, no darán ni las gracias y serán mundanos. No sentirán afecto por los demás ni estarán dispuestos a perdonarlos. Hablarán con maldad, estarán fuera de control, serán crueles y odiarán el bien. En esos mismos días, la gente traicionará a sus amigos, actuará sin pensar, se enorgullecerá de lo que sabe y en vez de amar a Dios, amará los placeres. Parecerán ser muy religiosos, pero con su manera de vivir demostrarán que en realidad rechazan servir a Dios; no te metas con esa gente. 2 de Timoteo 3: 1/5. PDT.              

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