Dos casas, ...

Génesis 4: 1/7 El hombre se unió con su esposa Eva. Ella quedó embarazada y dio a luz a su hijo Caín, y dijo: «Ya tengo un hijo varón. El Señor me lo ha dado.» Después dio a luz a Abel, hermano de Caín. Abel se dedicó a criar ovejas, y Caín se dedicó a cultivar la tierra. Pasó el tiempo, y un día Caín llevó al Señor una ofrenda del producto de su cosecha. También Abel llevó al Señor las primeras y mejores crías de sus ovejas. 

El Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero no miró así a Caín ni a su ofrenda, por lo que Caín se enojó muchísimo y puso muy mala cara. Entonces el Señor le dijo: «¿Por qué te enojas y pones tan mala cara? Si hicieras lo bueno, podrías levantar la cara; pero como no lo haces, el pecado está esperando el momento de dominarte. Sin embargo, tú puedes dominarlo a él.»
DHH.

...dos altares, es así como empezó y es así como funciona hoy, por tanto es así como será mañana, es de resaltar que para enunciar la cantidad, hemos dicho dos, que no son diferentes, sino que tienen el mismo nombre, casa, altar; de manera que la similitud de nombre pudiera entenderse en que, aparentemente se ven iguales, tanto las casas como los altares, esta es la estremecedora verdad en que para los hombres las casas y los altares son en apariencia iguales, excepto por el diseño de la estructura en que han sido construidos.

Hebreos 13: 14 Pues este mundo no es nuestro hogar permanente; esperamos el hogar futuro. NTV. »Todo el que escucha mi enseñanza y la sigue es sabio, como la persona que construye su casa sobre una roca sólida. Aunque llueva a cántaros y suban las aguas de la inundación y los vientos golpeen contra esa casa, no se vendrá abajo porque está construida sobre un lecho de roca. Sin embargo, el que oye mi enseñanza y no la obedece es un necio, como la persona que construye su casa sobre la arena. Cuando vengan las lluvias y lleguen las inundaciones y los vientos golpeen contra esa casa, se derrumbará con un gran estruendo». ‭Mateo‬ ‭7‬:‭ 24/27‬ NTV.

Los dos altares en que Cain y Abel "ofrecían ofrendas al Señor", debían verse como eso como altares, en los que dos individuos de la misma familia que "vivían en la misma casa", se reunían con Dios para entregarle sus ofrendas, sin embargo, la apariencia desaparece cuando es Dios quien los "mira", principalmente porque Dios no ve materiales de construcción, El Señor solo ve el corazón del oferente, aquel que ha sido puesto por Dios en un lugar escogido de este mundo caído, en el que debe levantarse el "altar" del sacrifico.      

Lucas 11: 47/51 »Pobres de ustedes, porque edifican los sepulcros de los profetas, pero fueron sus antepasados quienes los mataron. Así demuestran que ustedes están de acuerdo con lo que sus antepasados hicieron, porque ellos los mataron y ustedes construyen sus tumbas. Por esta razón, Dios en su sabiduría dijo: “Les enviaré profetas y apóstoles y a algunos los matarán y a otros los perseguirán”. Entonces ustedes, los de esta generación, pagarán por la sangre de todos los profetas, que ha sido derramada desde el principio del mundo, desde el asesinato de Abel hasta el asesinato de Zacarías. Zacarías fue asesinado entre el altar y el templo. Sí, yo les digo, ustedes los de estos tiempos pagarán por ello.PDT.

La sociedad y el sistema religioso, tienen casas y altares, como parte de la superautopista en que "se mueven", sus movimientos buscan con afán darle nombre al rechazo que hacen de la cruz puesta por Dios a la vera del camino y para este fin diseñan y edifican altares de variados diseños y materiales, para darles el nombre de altar, equivocados como Cain que solo imitaba a su hermano Abel, porque le era imposible "ver", que la verdadera ofrenda que el ofrecía a su Señor era su corazón, degollando en el mismo el pecado.

Génesis 4: 4B/7El Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero no miró así a Caín ni a su ofrenda, por lo que Caín se enojó muchísimo y puso muy mala cara. Entonces el Señor le dijo: «¿Por qué te enojas y pones tan mala cara? Si hicieras lo bueno, podrías levantar la cara; pero como no lo haces, el pecado está esperando el momento de dominarte. Sin embargo, tú puedes dominarlo a él.» DHH. 

Entradas populares