¿Gigantes?
Juan 13: 13/14 13Ustedes me llaman “Maestro” y “Señor” y tienen razón, porque es lo que soy. 14Y, dado que yo, su Señor y Maestro, les he lavado los pies, ustedes deben lavarse los pies unos a otros. NTV.
Hay gigantes al final de una planta mágica de frijoles, en escenarios en que la gente hace música, teatro, en escenarios políticos, en el mundo de los negocios, en escenarios en los que la gente actúa, es decir son actores, en los talleres en los que se zurce lana y lino para hacer ropa, en los escenarios religiosos.
todos estos gigantes, quizás con la excepción de los gigantes que "viven", al terminar la larga escalada de la planta de frijoles, son el centro de atención de la "gigante masa de gente", que los hace sus ídolos, su estrellas; cuando pueden consiguen y guardan objetos que tengan relación con ellos y se sienten muy orgullosos por esto.
Todos estos ídolos, agigantados por la adoración de la gente, existen para eso y por lo mismo, se hacen una sola cosa en su forma de vida "actuada", que claro es totalmente artificial y pasajera, en ningún caso producen ningún efecto sobre la vida de los que los idolatran, mas allá del bullicio momentáneo de los escenarios o de los discursos o "predicaciones", o de darse el lujo de vestirse con lo que zurcen.
Pero hay una forma de gigantes, que describe Dios y que siempre pasan desapercibidos, son los que, viniendo de ser o ídolos o adoradores de ídolos, salen de sus escenarios pasajeros en los que añoraban ser como sus ídolos y los ídolos, "se bajan", de los escenarios en los que solo fueron eso, ídolos, para venir a ser gigantes en el concepto Divino.
Se trata de la obra que solo es posible, cuando la gente es tomada por el amor de su creador, les demuestra cuanto los ama y les permite que el amor que reciben sea entregado de la misma manera, causando de este modo impacto de vida en los que lo reciben.
Es lo que ocurre cuando un ser humano recibe a Cristo Jesús en su corazón, se cumple la verdad en la que ser verdadero gigante, solo es posible cuando descendemos del lugar humano intrascendente en que nos encontrábamos, para ser instrumentos en las manos de Dios, con los que la gente será "impactada para siempre", como resultado de la practica del amor.
Un gigante es aquel, que es tan grande, tan grande que lo único que ve para actuar, son los pies de los que lo rodean. No hay mayor grandeza que la de aquel, que se inclina por amor para lavarles los pies, a los que toman forma bajo las palabras. padres, hermanos, esposos, esposas, hijos, amigos,...
Mateo 11: 28/30 28Luego dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso. 29Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma. 30Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga que les doy es liviana». NTV.
Hay gigantes al final de una planta mágica de frijoles, en escenarios en que la gente hace música, teatro, en escenarios políticos, en el mundo de los negocios, en escenarios en los que la gente actúa, es decir son actores, en los talleres en los que se zurce lana y lino para hacer ropa, en los escenarios religiosos.
todos estos gigantes, quizás con la excepción de los gigantes que "viven", al terminar la larga escalada de la planta de frijoles, son el centro de atención de la "gigante masa de gente", que los hace sus ídolos, su estrellas; cuando pueden consiguen y guardan objetos que tengan relación con ellos y se sienten muy orgullosos por esto.
Todos estos ídolos, agigantados por la adoración de la gente, existen para eso y por lo mismo, se hacen una sola cosa en su forma de vida "actuada", que claro es totalmente artificial y pasajera, en ningún caso producen ningún efecto sobre la vida de los que los idolatran, mas allá del bullicio momentáneo de los escenarios o de los discursos o "predicaciones", o de darse el lujo de vestirse con lo que zurcen.
Pero hay una forma de gigantes, que describe Dios y que siempre pasan desapercibidos, son los que, viniendo de ser o ídolos o adoradores de ídolos, salen de sus escenarios pasajeros en los que añoraban ser como sus ídolos y los ídolos, "se bajan", de los escenarios en los que solo fueron eso, ídolos, para venir a ser gigantes en el concepto Divino.
Se trata de la obra que solo es posible, cuando la gente es tomada por el amor de su creador, les demuestra cuanto los ama y les permite que el amor que reciben sea entregado de la misma manera, causando de este modo impacto de vida en los que lo reciben.
Es lo que ocurre cuando un ser humano recibe a Cristo Jesús en su corazón, se cumple la verdad en la que ser verdadero gigante, solo es posible cuando descendemos del lugar humano intrascendente en que nos encontrábamos, para ser instrumentos en las manos de Dios, con los que la gente será "impactada para siempre", como resultado de la practica del amor.
Un gigante es aquel, que es tan grande, tan grande que lo único que ve para actuar, son los pies de los que lo rodean. No hay mayor grandeza que la de aquel, que se inclina por amor para lavarles los pies, a los que toman forma bajo las palabras. padres, hermanos, esposos, esposas, hijos, amigos,...
Mateo 11: 28/30 28Luego dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso. 29Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma. 30Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga que les doy es liviana». NTV.