¡Cumplir con el Deber!


Juan 16: 30/32 30No necesitas esperar a que alguien te pregunte, porque tú ya sabes lo que está pensando. Por eso creemos que Dios te ha enviado. 31 Entonces Jesús les respondió: --¿Así que ahora creen?32 Pronto, muy pronto, todos ustedes huirán, cada uno por su lado, y me dejarán solo. Pero no estaré solo, porque Dios mi Padre está conmigo.Version Lenguaje Actual.

La mirada con la que siempre tratamos de vernos "adelante",-perspectiva- esta sostenida por el telescopio de lo que nos han enseñado, que es lo que hay que hacer. La prueba de esto es lo que nos mueve para asistir a clases, y luego para ir a trabajar.

Se trata de aquello que sembraron nuestros papás y familiares y amigos y profesores y que ellos a su vez, recibieron de los propios. Es el sentimiento que nos dice que tenemos que estar ocupados, que hay que cumplir con el deber.

Es aquello que tratan de enfrentar los mêdicos en los ultimos años, con la gente que es jubilada de sus empleos y que de pronto, todo el soporte mental en el que vivían, cumpliendo las rutinas, diarias para salir a cumplir con el deber, terminan de un día a otro.

Los jubilados, se ven de pronto, soportando la carga de verse y sentirse "inútiles", sin el deber para cumplir, no hay valor en lo que les ofrecen en forma de, descanso y de recreacion, a cambio de "haber cumplido con el deber" por cierto número de años.

Es lo que ocurre con la gente que decide hacer algo dentro de las organizaciones religiosas y que llegan a creer que de esa manera, le están "sirviendo a dios". Es el mismo sentimiento de cumplimiento del deber, es lo que los mueve para hacerlo, es que hay que cumplir con el deber religioso.

Esta es la forma como se manifiesta la conducta humana, que sin darse cuenta ha dejado solo a Cristo Jesús, porque en el cumplimiento del deber religioso, pedieron el valor de la intimidad con su Señor. Es la forma como Dios nos enseña sobre la enorme diferencia, de hacer lo que hacemos por obediencia y no en cumplimiento de un deber.

Es la explicación divina al valor de lo que hacemos y mas aún, a la forma como, esta forma de sentimiento, ha dificultado el conocimiento de Cristo Jesus, trayendo sobre la gente incertidumbre, dudas y dolores, Punto desde el que los creyentes deberán tomar al camino de regreso, con vergüenza y remordimiento.

Ya en el lugar en el que nos reunimos con nuestro Señor, recibiremos, el poder para entender que cada una de las decisiones que debamos tomar han de ser consultadas con El, de modo que obedeciendo su sagrado consejo, nuestra vida tome el sentido que tiene, dentro de la cadena de la vida, en la que cada edad, es parte indispensable del ciclo de vida, que en Cristo Jesus es eterna.

Debemos Meditar sobre Cumplir el deber social y relgioso, que algún día terminara, o acercarnos en Obediencia al Creador, que dignifica cada etapa de nuestro caminar aquí en la tierra, pero que en perspectiva, se proyecta al cielo, sin edad y sin final.

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