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Proverbios 23: 29/35 29 ¿De quién son los ayes? ¿De quién las tristezas? ¿De quién las luchas? ¿De quién las quejas? ¿De quién las heridas sin causa? ¿De quién los ojos enrojecidos? 30 De los que se demoran mucho con el vino, De los que van en busca de vinos mezclados. 31 No mires al vino cuando rojea, Cuando resplandece[a] en la copa; Entra suavemente, 32 Pero al final muerde como serpiente, Y pica como víbora. 33 Tus ojos verán cosas extrañas, Y tu corazón proferirá perversidades. 34 Y serás como el que se acuesta en medio[b] del mar, O como el que se acuesta en lo alto de un mástil[c]. 35 Y dirás: «Me hirieron, pero no me dolió; Me golpearon, pero no lo sentí[d]. Cuando despierte, Volveré a buscar más». NBLA.
... mezcla composición de lo que ha perdido la originalidad, debido a la descomposición de lo genuino, la disolución de lo absoluto, abriendo el escueto panorama de la pluralidad que cambia permanentemente por disminución o por agregado, adulterando cada pequeña parte de tiempo lo que había, dando lugar a a una "nueva forma", que configura el estilo de vida de los seres humanos, que han decidido competir con su creador, para apoderarse de lo que El produce y hace, rechazando su Divinidad y Poder.
Estos seres plurales, impuros, mezclados, actúan como operadores del mundo, depredando astutamente, engañosamente, mentirosamente, asesinado, traicionado, depravando la creación, empezando por cada uno y cada una, oscuros en lo que son, y muy oscuros en lo que creen que son los demás, según creen son los autores de sus hazañas, ayudados por las leyes sociopolíticos y las religiosas, dejando por donde quiera que van su estigma de avaricia, odios, orgullo completamente sin identidad.
Los criterios en que construyen sus existencia, son ejemplo dogmático doctrinario esencial, mejor dicho fanático, mortal para los que son expuestos, especialmente los niños, criterios dogmas doctrinas, en las que las deidades, cualesquiera que decidan imaginar, son nada mas ni menos que eso, imaginación, en que tales deidades, son lo que los depravados fanáticos deciden que sean, enmarcados por las leyes amañadas, rebuscadas en que los invocan, sin que haya autoridad alguna en "ellos".
dios, o los dioses, las diosas, o repetimos como los seres humanos plurales decidan llamarlos, son tan insignificantes como los que los adoran, a los que han reducido a su misma condición, igual que hace el que tutea, llevando al tuteado al nivel del tuteador, la manera como "infiernan" cada segundo de la existencia y cada centavo que que sonsacan truculentamente, usándolos como les viene en gana, porque son suyos, y por serlo existen como les parece y derrochan lo que tienen orgullosamente.
Judas 1: 7/12 7 También Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas, que lo mismo que aquéllos practicaron la inmoralidad sexual y los vicios contra la naturaleza, fueron puestas como ejemplo y sufrieron el castigo del fuego eterno. 8 Así mismo, también estos hombres, en sus sueños, contaminan su cuerpo, rechazan la autoridad y blasfeman de los poderes superiores. 9 Pero ni siquiera el arcángel Miguel, cuando luchaba con el diablo y le disputaba el cuerpo de Moisés, se atrevió a proferir contra él juicio de maldición, sino que le dijo: «Que el Señor te reprenda.» 10 Pero éstos blasfeman de las cosas que no conocen; y en las que por instinto conocen se corrompen como animales irracionales. 11 ¡Lástima de ellos!, porque han seguido el camino de Caín. Por amor al dinero cayeron en el error de Balaam y murieron en la rebelión de Coré. 12 Éstos empañan los ágapes que ustedes celebran, pues sin vergüenza alguna comen pensando sólo en sí mismos. Son nubes sin agua, que el viento arrastra de un lado a otro; árboles otoñales que no dan fruto; carentes de raíces, se han secado y vuelto a secar. RVC.