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Job 26: 2/4 2 «¡Tú sí que ayudas al débil! ¡Tú sí que salvas al que no tiene fuerza! 3 ¡Qué consejos sabes dar al ignorante! ¡Qué gran discernimiento has demostrado! 4 ¿Quién te ayudó a pronunciar tal discurso? ¿Qué espíritu ha hablado por tu boca?» CST.
... habla, el discurso que se escucha de donde proviene, que obra como motivador de las voces, qué mueve la lengua, que exacerba el mundo; en fin, ¿quién está detrás de cada protagonista de este mundo, y cuál es el contenido de sus proclamas, con las que influencia a los miles de millones de seres humanos que los escuchan adormecidos por la inercia de su esterilidad?, la respuesta es en verdad simple, la respuesta se sitúa en la demagogia de los "lideres" sociales y religiosos, pagados por el sistema mundanal.
Santiago 3: 5/10 5 De la misma manera, la lengua es algo pequeño que pronuncia grandes discursos.
Así también una sola chispa puede incendiar todo un bosque. 6 De todas las partes del cuerpo, la lengua es una llama de fuego. Es un mundo entero de maldad que corrompe todo el cuerpo. Puede incendiar toda la vida, porque el infierno mismo la enciende.[a] 7 El ser humano puede domar toda clase de animales, aves, reptiles y peces, 8 pero nadie puede domar la lengua. Es maligna e incansable, llena de veneno mortal. 9 A veces alaba a nuestro Señor y Padre, y otras veces maldice a quienes Dios creó a su propia imagen. 10 Y así, la bendición y la maldición salen de la misma boca. Sin duda, hermanos míos, ¡eso no está bien! NTV.
¿Qué espíritu ha hablado por tu boca?», quién te ayudo a pronunciar el discurso que pronuncias, son fundamentos que han de ser respondidos, bajo la responsabilidad que le debe cada ser humano al Creador, esa responsabilidad irrenunciable a pesar de las furiosas aseveraciones "científicas que según las orugas sumergidas en el mas aterrador fanatismo religioso señalado como ateo, declaran que dios no existe, pero que ellas, las orugas si existen y tienen la autoridad para explicar las pléyades.
Job 25: 1/6 Dios es poderoso y temible; él establece la paz en el cielo. 3 Sus ejércitos son incontables, su luz brilla sobre todos. 4 ¿Podrá, pues, un simple hombre ser puro e inocente frente a Dios? 5 A sus ojos, ni la luna tiene brillo ni son puras las estrellas, 6 ¡mucho menos el hombre; este gusano miserable! DHH.
La especie humana perdió junto con la vida la totalidad de los atributos que los hacían semejantes a su creador y Dios y Padre, en particular el de las proporciones, es tal la situation que la gente discurre en miles de formas y de idiomas y de posturas, aprendidas para actuar, para deslumbrar-descrestar- a los ignorantes, irrespetuosos con ellos mismos, porque permiten ser tenidos por lo que en realidad son necios-estupidos- conducidos por uno, o una, mucho mas necio-estúpido que cada uno de ellos.
Jeremías 9: 23/26 23 Esto dice el Señor: «No dejen que el sabio se jacte de su sabiduría, o el poderoso, de su poder, o el rico, de sus riquezas. 24 Pero los que desean jactarse, que lo hagan solamente en esto:
en conocerme verdaderamente y entender que yo soy el Señor quien demuestra amor inagotable y trae justicia y rectitud a la tierra, y que me deleito en estas cosas. ¡Yo, el Señor, he hablado! 25 »Se acerca la hora—dice el Señor—, cuando castigaré a todos los que están circuncidados en el cuerpo pero no en espíritu: 26 a los egipcios, a los edomitas, a los amonitas, a los moabitas, a la gente que vive en el desierto en lugares remotos,[a] y sí, aun a la gente de Judá. Igual que todas estas naciones paganas, el pueblo de Israel también tiene el corazón incircunciso». NTV.
Recuperar la vida, que es recuperar los atributos que la caracterizan, le devuelve a cada individuo, esa plenitud, la de individuo, tal que es indivisa e indivisible, es personal, y mediane el discernimiento espiritual, descubre quien fue el que le "ayudo" a pronunciar los discursos que motivaron, que animaron que influenciaron a los seres humanos para usar lo sagrado de sus individuales, como instrumento de corrupción, depravada, pervertida contra la armonía perfecta de las criaturas con su Creador,
1 de Tesalonicenses 2: 1/7 Ustedes bien saben, amados hermanos, que la visita que les hicimos no fue un fracaso. 2 Saben lo mal que nos trataron en Filipos y cuánto sufrimos allí justo antes de verlos a ustedes. Aun así, nuestro Dios nos dio el valor de anunciarles la Buena Noticia con valentía, a pesar de gran oposición. 3 Como ven, no predicamos con engaño ni con intenciones impuras o artimañas. 4 Pues hablamos como mensajeros aprobados por Dios, a quienes se les confió la Buena Noticia. Nuestro propósito es agradar a Dios, no a las personas. Solamente él examina las intenciones de nuestro corazón. 5 Como bien saben, ni una sola vez tratamos de ganarlos adulándolos. ¡Y Dios es nuestro testigo de que nunca aparentamos ser amigos de ustedes con el fin de sacarles dinero! 6 En cuanto a elogios humanos, nunca los hemos buscado ni de ustedes ni de nadie. 7 Como apóstoles de Cristo, sin duda teníamos el derecho de hacerles ciertas exigencias; sin embargo, fuimos como niños[a] entre ustedes. O bien, fuimos como una madre que alimenta y cuida a sus propios hijos. CST.