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Salmo 88: 10/12 10 ¿Harás maravillas a los muertos?¿Se levantarán los muertos y te alabarán? (Selah) 11 ¿Se hablará de Tu misericordia en el sepulcro, Y de Tu fidelidad en el Abadón[b]? 12 ¿Se darán a conocer Tus maravillas en las tinieblas, Y Tu justicia en la tierra del olvido? NBLA.

... que en la práctica es la pérdida del poder, para permanecer para perdurar en cumplimento de los principios Divinos del Creador, en que la consistencia, es la propiedad del carácter que trasciende que es duradero porque no se puede, alterar, o adulterar del modo como Dios nos permite acercarnos a entender las Rasgos Sagrados de Su Caracter, que son inherentes a las criaturas que El Creó a su imagen y semejanza, realidad indubitable, en que las criaturas hijos e hijas, permanecen para siempre.

Levítico 26: 19/22 19 Quebrantaré su espíritu orgulloso al hacer que el cielo sea tan rígido como el hierro y la tierra tan dura como el bronce. 20 Todo su trabajo será en vano, porque la tierra no dará cosechas y los árboles no producirán fruto. 21 »Si aun así permanecen hostiles conmigo y rehúsan obedecerme, aumentaré siete veces el desastre a causa de sus pecados. 22 Enviaré animales salvajes que los privarán de sus hijos y destruirán su ganado. Ustedes disminuirán en número y sus caminos quedarán desiertos. NTV. 

La fuerza del olvido es el poder de la muerte, porque la tierra del olvido es la semblanza del seol, de la tumba, del reino de los muertos, de los que perdieron la consistencia, y cayeron en la rutina del vació, la negligencia, la pereza, que los arrastra tal la corriente caudalosa de los ríos, pues perdieron la identidad, perdieron su relación consigo mismos y con los similares que os rodean, son cambiantes inconstantes, incapacitados para trascender mas allá de los pírricos momentos de su existencia mundanal.

Efesios 2: 1/3 Antes de ser cristianos, ustedes estaban muertos para Dios a causa de sus delitos y pecados. 2 Vivían siguiendo la corriente de este mundo, obedecían los dictados del príncipe del imperio del aire, quien ahora mismo está operando en el corazón de los que se rebelan contra el Señor. 3 Nosotros mismos éramos así: obedecíamos los malos deseos de nuestra naturaleza y nos entregábamos a las perversidades de nuestras pasiones y malos pensamientos. Merecíamos ser castigados por la ira de Dios, como todos los demás. NBV.

Fueron 430 años, los que sumaron en la existencia de los hijos de Jacob, llamado Israel, caídos completamente de la dignidad de descendientes de Abraham, se hicieron parte de la tierra del olvido, y e el olvido, el hábito del pecado y de la muerte, pasaron los restantes 40 años en el desierto, escuchando sin oír, viendo sin ver la predicación de Moises, la "Buena Noticia de la Salvación", si regresaban a los orígenes, sin cambio alguno, fanáticos religiosos convertidos por el vulgo que habitaba cerca.   

1 de Juan 3: 23/24 23 Y su mandamiento es el siguiente: debemos creer en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y amarnos unos a otros, así como él nos lo ordenó. 24 Los que obedecen los mandamientos de Dios permanecen en comunión con él, y él permanece en comunión con ellos. Y sabemos que él vive en nosotros, porque el Espíritu que nos dio vive en nosotros. NTV.

Llegado el momento, de la Bondad de Dios, los esclavos del pecado, muertos, entregados por entero la perversión en que existen los seres humanos religiosos de todos los tiempos, convencidos de poder sobornar a sus dioses y diosas con genuflexiones ceremoniales, y sacrificios ajenos, los israelitas no pudieron entender la guía que Dios les ofreció por medio de Moises, creyeron que el Dios que les Ofrecía, era algo de el, como les ocurría a ellos, evidenciado en que sumieron que el becerro era jehová.

Hebreos 3: 12/19 12 Hermanos, cuídense de que ninguno de ustedes tenga un corazón tan malo e incrédulo que se aparte del Dios viviente. 13 Al contrario, anímense unos a otros cada día, mientras dura ese «hoy» de que habla la Escritura, para que ninguno de ustedes sea engañado por el pecado y su corazón se vuelva rebelde. 14 Porque nosotros tenemos parte con Cristo, con tal de que nos mantengamos firmes hasta el fin en la confianza que teníamos al principio. 15 Por lo cual dice: "Si hoy escuchan ustedes lo que Dios dice, no endurezcan su corazón como aquellos que se rebelaron.»16 ¿Y quiénes fueron los que se rebelaron después de haber oído la voz de Dios? Pues todos los que Moisés había sacado de la tierra de Egipto. 17 ¿Y con quiénes estuvo Dios enojado durante cuarenta años? Con los que pecaron, los cuales cayeron muertos en el desierto. 18 ¿Y a quiénes juró Dios que no entrarían en su reposo? A los que desobedecieron. 19 Y, en efecto, vemos que no pudieron entrar porque no creyeron. NTV.

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