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Judas 1: 3/4 3 Queridos hermanos, ardía yo en deseos de escribirles acerca de un asunto que a todos nos concierne: el de nuestra salvación. Pero ahora debo hacerlo forzado por las circunstancias, pues es preciso alentarlos a combatir en defensa de la fe confiada a los creyentes de una vez por todas. 4 Y es que entre ustedes se han infiltrado solapadamente algunos individuos cuya condenación está anunciada en las Escrituras desde hace mucho tiempo; son gente impía que confunde la gracia de Dios con el libertinaje y que reniega de Jesucristo, nuestro único Dueño y Señor. BLPH.
... renegar encubiertamente de la Verdad enseñada por Dios, a través de su Unigénito Hijo Cristo Jesús, es la metódica acción, de los encubiertos, los solapados, impíos que se escurren entre los discípulos, haciéndose pasar como si fueran discípulos también, para introducir abiertas herejías, contra el Conocimiento en que viven, socavando los principios que les son imposibles de entender, pues son fundamentos de la experiencia celestial, impartidos por el Maestro que vino del cielo.
2 de Pedro 2: 1/3 En el pasado hubo falsos profetas entre el pueblo de Dios, así como también los habrá entre ustedes. Sin que ustedes se den cuenta, ellos les darán falsas enseñanzas que los llevarán a ustedes a la condenación. Se atreverán incluso a negar al mismo Señor, que fue quien pagó el precio de su libertad. Pero al hacerlo, ellos mismos atraerán su rápida destrucción. 2 Muchos los seguirán en su conducta indecente, y por culpa de ellos habrá quienes hablen mal del camino de la verdad. 3 Lo que en realidad quieren los falsos maestros es quitarles su dinero y explotarlos con engaños. Pero Dios les tiene preparada la condena desde hace tiempo, y no podrán escapar del que los destruirá. PDT.
Los neófitos usados por el diablo para obrar como maestros, como pastores, como profetas, como líderes, como "apóstoles" sacerdotes y demás maquillados con vestidos religiosos, y apariencia de piedad, son expertos en el entretenimiento, que adereza el aburrimiento natural de los seres humanos que supone estar muertos, la obvia naturaleza humana que insulta, lo desconocido, en su afán por convencer que no existe, que lo pueril, lo aparatoso, lo mágico, es la verdad.
2 de Pedro 2: 10/12 10 El Señor castigará sobre todo a aquellos que se dejan llevar por sus sucios deseos y no respetan su autoridad. Ellos son los falsos maestros, atrevidos y tercos, que no tienen miedo de insultar ni siquiera a los poderes superiores [a]. 11 Los ángeles son más fuertes y poderosos que los falsos maestros; sin embargo, ni siquiera los ángeles se atreven a acusar con insultos a estos poderes ante el Señor. 12 Estos maestros insultan lo que no entienden. Actúan sin pensar, como animales que nacen para ser atrapados y muertos, y terminarán como esos animales.
PDT.
Por eso no hay excusa, para los que han conocido la verdad, y se han permitido incursionar de nuevo en territorio de pecado, de muerte, los que abandonan la protección que circunda la casa en que han sido establecidos por El Creador, y son atrapados con sevicia, por los pasajeros, apetitos, por los depravados instintos, en que padecen de alusiones, motivadas por satanás desde sus mentes-almas-, que los confortan asegurando que la religion y sus prácticas, los mantienen a salvo.
2 de Pedro 2: 20/22 20 Pues los que han conocido a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, y han escapado así de las impurezas del mundo, si se dejan enredar otra vez en esas cosas y son dominados por ellas, quedan peor que antes. 21 Hubiera sido mejor para ellos no haber conocido el camino recto que, después de haberlo conocido, apartarse del santo mandamiento que les fue dado. 22 Pero en ellos se ha cumplido la verdad de aquel dicho: «El perro vuelve a su vómito», y también lo de «La puerca recién bañada vuelve a revolcarse en el lodo.» DHH.
De lo que sabemos, es de lo que enseñamos; la enseñanza magistral que viene de genuinos maestros que testifican de lo que enseñan con su propia vida, explicando en términos espirituales, lo que los seres humanos ven en lo natural, en lo material, son estos, los discípulos, que han llegado a ser como su Maestro, resultado del conocimiento recibido por la Única Autoridad, que por serlo, los ha hecho instrumentos de verdad, de vida, operando desde sus corazones.
1 de Corintios 2: 11/16 11 Porque ¿quién de entre los hombres puede saber las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así mismo, nadie conoce las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que entendamos lo que Dios nos ha dado, 13 de lo cual también hablamos, pero no con palabras aprendidas de la sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, que explican las cosas
espirituales con términos espirituales. 14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son una locura; y tampoco las puede entender, porque tienen que discernirse espiritualmente. 15 En cambio, el hombre espiritual juzga todas las cosas, pero él no está sujeto al juicio de nadie. 16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿O quién podrá instruirlo? Pero nosotros tenemos la mente de Cristo. RVC.