La conducta, ...
Santiago 4: 13/17 Ahora oigan esto, ustedes, los que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, y allí pasaremos un año haciendo negocios y ganando dinero», ¡y ni siquiera saben lo que mañana será de su vida! Ustedes son como una neblina que aparece por un momento y en seguida desaparece. Lo que deben decir es: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.» En cambio, ustedes insisten en hablar orgullosamente; y todo orgullo de esa clase es malo. El que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado. DHH.
... humana consecuente con su naturaleza, obra en respuesta al egoísmo, que es el orgullo que sembró Satanás en sus mentes, para que su visión acerca de los otros que solemos llamar "los demás", sean los medios que deben responder a lo que también conocemos como necesidades, que en lo real no son otra cosa que vicios y mañas con las que "perniciosamente" le dan forma a cada momento de sus existencias.
Mateo 8: 18/22 Cuando Jesús vio a la multitud que lo rodeaba, ordenó a sus seguidores que se fueran al otro lado del lago. Un maestro de la ley se acercó a él y le dijo: —Maestro, te seguiré a dondequiera que vayas. Entonces Jesús le dijo: —Las zorras tienen sus madrigueras y las aves tienen sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene un lugar donde descansar la cabeza. Otro de sus seguidores le dijo: —Señor, déjame primero ir a enterrar a mi papá. Pero Jesús le dijo: —Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos. PDT.
El trazado por el que caminan los seres humanos, y que multitud de religiosos explican como estar en los caminos de Dios, no puede contradecir su naturaleza, no hay forma de evitar que una y otra cosa sea consecuencia de lo principal que es el orgullo de ser uno y nada mas que uno, actuando para hacerse conocer sometiendo a los demás a sus astutas artimañas que son exabruptos de su pecado y motor que los impulsa por el camino que escogieron.
Esa conducta consecuente con el pecado, suele creer que aquellos de "los demás", que nunca han sido tenidos en cuenta dentro de sus planes deben responder a sus "necesidades", cuando algo de lo que sostiene su camino se rompe y consecuentes con esta idea carnal, creen que con Dios pueden hacer lo mismo; Dios al que han rechazado y le han echo el "quite en miles de ocasiones" debe oirlos y repararles lo que se les "rompió".
Esta forma de conducta humana y especialmente religiosa, cree poder detenerse por un momento en su camino para llamar la atención de Dios, y astutamente hacerle creer que caminan con El, mientras obtienen lo que "desean" luego de lo que continúan caminando su propio camino; es la ingenua y mortal creencia en la que la gente cree que puede "usar" a Dios como usa a los que mantiene cerca y a los que se cruzan en "su camino".
Mateo 10: 37/39 El que quiera a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí. El que quiera a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. Y el que no esté dispuesto a tomar su cruz para seguirme, tampoco es digno de mí. El que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que, por causa de mí, la pierda, ese la salvará. BHTI.
Para los miles de millones que avanzan por su propio camino, "lo que se rompe", les causa grande conmoción e inclusive lagrimas, todo esto es consecuente con su naturaleza, que se ve de pronto "perdiendo" al que le servía de apoyo, y lo que utilizaba para pavimentar la autopista en la "corría velozmente"; el egoísmo estructurado en el orgullo se angustia porque algo de lo que "usaba" en su perversa existencia, ya no está para servirle, para complacerlo.
Que enorme, que gigantesca diferencia hay en las lagrimas del seguidor de Cristo Jesús, es decir del cristiano, aquel que vive en El y por El, cada minuto de Vida que es Vida que opera desde su corazón, porque cuando alguien o algo de lo que Cristo Jesús había puesto como fundamento del Amor y para que cumpliera con su propósito, ya no está, llora por el ser querido, aquel al que dedicaba todo su ser para servirlo, siendo pan y vino derramados para el.
Juan 14: 20/21 Cuando llegue aquel día, comprenderán que yo estoy en mi Padre; ustedes en mí y yo en ustedes. El que acepta mis mandamientos y los cumple, es el que me ama de verdad; y el que me ama será amado por mi Padre, y también yo lo amaré y me manifestaré a él. BHTI.
Todo don, toda dádiva, toda merced viene de lo alto, del Padre que es Uno con El Hijo en Union al Espíritu Santo y son grandemente proveídas a los hijos que caminan con El, y son los instrumentos con los que Dios derrama su Amor, pues cada uno de ellos son en cuerpo, alma y espíritu "las manos" de Dios con las que de manera real El cuida de todos y especialmente de la Familia, que es la Iglesia, en el marco de la verdad en que los impíos jamás podrán acceder a ninguna Dádiva Divina que es fruto de la manifestación de Cristo Jesús.
... humana consecuente con su naturaleza, obra en respuesta al egoísmo, que es el orgullo que sembró Satanás en sus mentes, para que su visión acerca de los otros que solemos llamar "los demás", sean los medios que deben responder a lo que también conocemos como necesidades, que en lo real no son otra cosa que vicios y mañas con las que "perniciosamente" le dan forma a cada momento de sus existencias.
Mateo 8: 18/22 Cuando Jesús vio a la multitud que lo rodeaba, ordenó a sus seguidores que se fueran al otro lado del lago. Un maestro de la ley se acercó a él y le dijo: —Maestro, te seguiré a dondequiera que vayas. Entonces Jesús le dijo: —Las zorras tienen sus madrigueras y las aves tienen sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene un lugar donde descansar la cabeza. Otro de sus seguidores le dijo: —Señor, déjame primero ir a enterrar a mi papá. Pero Jesús le dijo: —Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos. PDT.
El trazado por el que caminan los seres humanos, y que multitud de religiosos explican como estar en los caminos de Dios, no puede contradecir su naturaleza, no hay forma de evitar que una y otra cosa sea consecuencia de lo principal que es el orgullo de ser uno y nada mas que uno, actuando para hacerse conocer sometiendo a los demás a sus astutas artimañas que son exabruptos de su pecado y motor que los impulsa por el camino que escogieron.
Esa conducta consecuente con el pecado, suele creer que aquellos de "los demás", que nunca han sido tenidos en cuenta dentro de sus planes deben responder a sus "necesidades", cuando algo de lo que sostiene su camino se rompe y consecuentes con esta idea carnal, creen que con Dios pueden hacer lo mismo; Dios al que han rechazado y le han echo el "quite en miles de ocasiones" debe oirlos y repararles lo que se les "rompió".
Esta forma de conducta humana y especialmente religiosa, cree poder detenerse por un momento en su camino para llamar la atención de Dios, y astutamente hacerle creer que caminan con El, mientras obtienen lo que "desean" luego de lo que continúan caminando su propio camino; es la ingenua y mortal creencia en la que la gente cree que puede "usar" a Dios como usa a los que mantiene cerca y a los que se cruzan en "su camino".
Mateo 10: 37/39 El que quiera a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí. El que quiera a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. Y el que no esté dispuesto a tomar su cruz para seguirme, tampoco es digno de mí. El que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que, por causa de mí, la pierda, ese la salvará. BHTI.
Para los miles de millones que avanzan por su propio camino, "lo que se rompe", les causa grande conmoción e inclusive lagrimas, todo esto es consecuente con su naturaleza, que se ve de pronto "perdiendo" al que le servía de apoyo, y lo que utilizaba para pavimentar la autopista en la "corría velozmente"; el egoísmo estructurado en el orgullo se angustia porque algo de lo que "usaba" en su perversa existencia, ya no está para servirle, para complacerlo.
Que enorme, que gigantesca diferencia hay en las lagrimas del seguidor de Cristo Jesús, es decir del cristiano, aquel que vive en El y por El, cada minuto de Vida que es Vida que opera desde su corazón, porque cuando alguien o algo de lo que Cristo Jesús había puesto como fundamento del Amor y para que cumpliera con su propósito, ya no está, llora por el ser querido, aquel al que dedicaba todo su ser para servirlo, siendo pan y vino derramados para el.
Juan 14: 20/21 Cuando llegue aquel día, comprenderán que yo estoy en mi Padre; ustedes en mí y yo en ustedes. El que acepta mis mandamientos y los cumple, es el que me ama de verdad; y el que me ama será amado por mi Padre, y también yo lo amaré y me manifestaré a él. BHTI.
Todo don, toda dádiva, toda merced viene de lo alto, del Padre que es Uno con El Hijo en Union al Espíritu Santo y son grandemente proveídas a los hijos que caminan con El, y son los instrumentos con los que Dios derrama su Amor, pues cada uno de ellos son en cuerpo, alma y espíritu "las manos" de Dios con las que de manera real El cuida de todos y especialmente de la Familia, que es la Iglesia, en el marco de la verdad en que los impíos jamás podrán acceder a ninguna Dádiva Divina que es fruto de la manifestación de Cristo Jesús.