Es por, ...
Romanos 1: 16/17 No me avergüenzo de anunciar esta buena noticia, que es fuerza salvadora de Dios para todo creyente, tanto si es judío como si no lo es. Por ella, en efecto, se nos revela esa fuerza salvadora de Dios mediante una fe en continuo crecimiento. Así lo dice la Escritura: Aquel a quien Dios restablece en su amistad por medio de la fe, alcanzará la vida. BHTI.
... fe, porque sin fe nadie puede agradar a Dios, es imposible porque si la gente no tiene en cuenta a los que siendo de la misma naturaleza, a los que puede "ver", como podría tener en cuenta a Dios, al que solo se puede Ver cuando se es de su misma naturaleza, por el que ha sido restablecido en amistad con El, disfrutando de la relación personal fundamentada en la fuerza espiritual que es la fe que los encadena en amor principio fundamental de la Vida.-Hebreos 11: 5/6-
Romanos 3: 21/25 Pero ahora, sin la ley, Dios ha mostrado de qué manera nos hace justos, y esto lo confirman la misma ley y los profetas: por medio de la fe en Jesucristo, Dios hace justos a todos los que creen. Pues no hay diferencia: todos han pecado y están lejos de la presencia gloriosa de Dios. Pero Dios, en su bondad y gratuitamente, los hace justos, mediante la liberación que realizó Cristo Jesús. Dios hizo que Cristo, al derramar su sangre, fuera el instrumento del perdón. Este perdón se alcanza por la fe. Así quería Dios mostrar cómo nos hace justos: perdonando los pecados que habíamos cometido antes, DHH.
Es la fe el "vinculo sagrado", que a la manera del adn, nos identifica como hijos y por tanto como participes de la Genética Divina, que nos hace Uno con los demás hermanos, y principalmente con la Genética del Primogénito de la Familia que es Cristo Jesús; los hijos de Dios nacen por la fe en Cristo Jesús, así como el niño nace y es participe de la cadena genética de sus padres, los hijos de Dios nacen, crecen y maduran respondiendo a la cadena genética de su Padre.
Juan 1: 12/13 Aquel que es la Palabra estaba en el mundo; y, aunque Dios hizo el mundo por medio de él, los que son del mundo no lo reconocieron. Vino a su propio mundo, pero los suyos no lo recibieron. Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios. Y son hijos de Dios, no por la naturaleza ni los deseos humanos, sino porque Dios los ha engendrado. DHH. Ninguno que sea hijo de Dios practica el pecado, porque tiene en sí mismo el germen de la vida de Dios; y no puede seguir pecando porque es hijo de Dios. 1 Juan 3:9 DHH.
Lo que "vemos" es la motivación suprema de todo lo que hacemos, y lo que hacemos es el conjunto de acciones que responden a eso que vimos, ese conjunto de acciones operan en la fe que cada quien usa como "motor" para actuar en base a lo que ve, porque lo que ve según su fe es lo que existe, es lo único que aceptara como real y como consecuencia en lo único que "creerá", porque eso en que cree, es todo lo que toma forma frente a sus "ojos".
Hebreos 11: 24/27 Por la fe, Moisés, ya siendo adulto, no quiso que lo llamaran hijo de la hija del faraón. Prefirió que lo maltrataran junto con el pueblo antes que disfrutar de los placeres temporales del pecado. Consideró que era mejor sufrir la vergüenza por causa del Mesías que disfrutar de los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa. Por la fe salió de Egipto sin tenerle miedo al enojo del faraón. Y se mantuvo firme como si estuviera viendo al Invisible. NBD.
Cuando alguien obra en santidad, en amor y en justicia, lo hace como respuesta "natural" a su genética; la gente que veía al pueblo de Dios en el Antiguo testamento los veía hacendó las cosas de manera contraria a como ellos las hacían; los israelitas seguían el camino que les indicaba Dios por medio de los guías que caminaban como viendo al "invisible".
Cumplida la promesa de la venida del Mesías al que todos "vieron", Dios cumplio la consecuente promesa con su presencia física-el Hijo del Hombre- que continuaría siendo "visto" por el poder del Espíritu Santo, para que todos los que lo reciban en su corazón, sean con su manera de vivir, es decir con lo que hacen, presencia Viva de Cristo Jesús, y entonces los que los "ven", vean en ellos al Invisible todopoderoso Dios Creador que los habita.
Romanos 8: 5/9 Los que siguen la mentalidad humana, sólo piensan en satisfacerla, pero los que viven según el Espíritu sólo piensan en satisfacer al Espíritu. El que se deja controlar por su mentalidad humana tendrá muerte, pero el que deja que el Espíritu controle su mente tendrá vida y paz. Cuando alguien se deja controlar por su mentalidad humana, está en contra de Dios y se niega a obedecer la ley de Dios. De hecho, no es capaz de obedecerla; los que tienen la mentalidad humana no pueden agradar a Dios. En ustedes no predomina la mentalidad humana sino la del Espíritu, porque el Espíritu de Dios vive en ustedes. El que no tiene el Espíritu de Cristo, no pertenece a Cristo. PDT.
... fe, porque sin fe nadie puede agradar a Dios, es imposible porque si la gente no tiene en cuenta a los que siendo de la misma naturaleza, a los que puede "ver", como podría tener en cuenta a Dios, al que solo se puede Ver cuando se es de su misma naturaleza, por el que ha sido restablecido en amistad con El, disfrutando de la relación personal fundamentada en la fuerza espiritual que es la fe que los encadena en amor principio fundamental de la Vida.-Hebreos 11: 5/6-
Romanos 3: 21/25 Pero ahora, sin la ley, Dios ha mostrado de qué manera nos hace justos, y esto lo confirman la misma ley y los profetas: por medio de la fe en Jesucristo, Dios hace justos a todos los que creen. Pues no hay diferencia: todos han pecado y están lejos de la presencia gloriosa de Dios. Pero Dios, en su bondad y gratuitamente, los hace justos, mediante la liberación que realizó Cristo Jesús. Dios hizo que Cristo, al derramar su sangre, fuera el instrumento del perdón. Este perdón se alcanza por la fe. Así quería Dios mostrar cómo nos hace justos: perdonando los pecados que habíamos cometido antes, DHH.
Es la fe el "vinculo sagrado", que a la manera del adn, nos identifica como hijos y por tanto como participes de la Genética Divina, que nos hace Uno con los demás hermanos, y principalmente con la Genética del Primogénito de la Familia que es Cristo Jesús; los hijos de Dios nacen por la fe en Cristo Jesús, así como el niño nace y es participe de la cadena genética de sus padres, los hijos de Dios nacen, crecen y maduran respondiendo a la cadena genética de su Padre.
Juan 1: 12/13 Aquel que es la Palabra estaba en el mundo; y, aunque Dios hizo el mundo por medio de él, los que son del mundo no lo reconocieron. Vino a su propio mundo, pero los suyos no lo recibieron. Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios. Y son hijos de Dios, no por la naturaleza ni los deseos humanos, sino porque Dios los ha engendrado. DHH. Ninguno que sea hijo de Dios practica el pecado, porque tiene en sí mismo el germen de la vida de Dios; y no puede seguir pecando porque es hijo de Dios. 1 Juan 3:9 DHH.
Lo que "vemos" es la motivación suprema de todo lo que hacemos, y lo que hacemos es el conjunto de acciones que responden a eso que vimos, ese conjunto de acciones operan en la fe que cada quien usa como "motor" para actuar en base a lo que ve, porque lo que ve según su fe es lo que existe, es lo único que aceptara como real y como consecuencia en lo único que "creerá", porque eso en que cree, es todo lo que toma forma frente a sus "ojos".
Hebreos 11: 24/27 Por la fe, Moisés, ya siendo adulto, no quiso que lo llamaran hijo de la hija del faraón. Prefirió que lo maltrataran junto con el pueblo antes que disfrutar de los placeres temporales del pecado. Consideró que era mejor sufrir la vergüenza por causa del Mesías que disfrutar de los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa. Por la fe salió de Egipto sin tenerle miedo al enojo del faraón. Y se mantuvo firme como si estuviera viendo al Invisible. NBD.
Cuando alguien obra en santidad, en amor y en justicia, lo hace como respuesta "natural" a su genética; la gente que veía al pueblo de Dios en el Antiguo testamento los veía hacendó las cosas de manera contraria a como ellos las hacían; los israelitas seguían el camino que les indicaba Dios por medio de los guías que caminaban como viendo al "invisible".
Cumplida la promesa de la venida del Mesías al que todos "vieron", Dios cumplio la consecuente promesa con su presencia física-el Hijo del Hombre- que continuaría siendo "visto" por el poder del Espíritu Santo, para que todos los que lo reciban en su corazón, sean con su manera de vivir, es decir con lo que hacen, presencia Viva de Cristo Jesús, y entonces los que los "ven", vean en ellos al Invisible todopoderoso Dios Creador que los habita.
Romanos 8: 5/9 Los que siguen la mentalidad humana, sólo piensan en satisfacerla, pero los que viven según el Espíritu sólo piensan en satisfacer al Espíritu. El que se deja controlar por su mentalidad humana tendrá muerte, pero el que deja que el Espíritu controle su mente tendrá vida y paz. Cuando alguien se deja controlar por su mentalidad humana, está en contra de Dios y se niega a obedecer la ley de Dios. De hecho, no es capaz de obedecerla; los que tienen la mentalidad humana no pueden agradar a Dios. En ustedes no predomina la mentalidad humana sino la del Espíritu, porque el Espíritu de Dios vive en ustedes. El que no tiene el Espíritu de Cristo, no pertenece a Cristo. PDT.