El que, ...
Lucas 17: 15/19 Uno de ellos, al verse limpio, regresó alabando a Dios a grandes voces, y se arrodilló delante de Jesús, inclinándose hasta el suelo para darle las gracias. Este hombre era de Samaria. Jesús dijo: —¿Acaso no eran diez los que quedaron limpios de su enfermedad? ¿Dónde están los otros nueve? ¿Únicamente este extranjero ha vuelto para alabar a Dios? Y le dijo al hombre: —Levántate y vete; por tu fe has sido sanado. DHH.
... conoce a Cristo Jesús, conoce a Dios, y al conocer a Dios se conoce a si mismo; es tan claro el conocimiento de si mismo como su enfermedad y en su enfermedad puede apreciar las limitaciones que esta le produce, las limitaciones son la forma en que cada quien entiende la conducta de los que se parecen a el, pero que se "consideran" libres de enfermedad y consecuentes con su sanidad" que es lo que les inspira la naturaleza humana, reglamentan espantosamente, lo que han de ser y hacer los que son diferentes.
Lucas 17: 11/14 En su camino a Jerusalén, pasó Jesús entre las regiones de Samaria y Galilea. Y llegó a una aldea, donde le salieron al encuentro diez hombres enfermos de lepra, los cuales se quedaron lejos de él gritando: —¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros! Cuando Jesús los vio, les dijo: —Vayan a presentarse a los sacerdotes. Y mientras iban, quedaron limpios de su enfermedad. DHH.
Los diez leprosos conocedores de su enfermedad y de las limitaciones impuestas por sus congéneres herederos de tradiciones religiosas consagradas en la variedad de formas de la religión de cada pueblo y nación, incluido el ´pueblo de Israel como lo vemos en el Antiguo Testamento, llaman la atención del Creador "desde lejos", se conocen y conocen a la gente, de manera que en este caso esperan que Cristo Jesús, tenga compasión de ellos, pero dentro de la limitaciones humanas, sin acercarse a ellos.
Marcos 1: 40/42 Un hombre enfermo de lepra se acercó a Jesús, y poniéndose de rodillas le dijo: —Si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad. Jesús tuvo compasión de él; lo tocó con la mano y dijo: —Quiero. ¡Queda limpio! Al momento se le quitó la lepra al enfermo, y quedó limpio. DHH.
En ningún caso y en ninguna forma en que El Señor Cristo Jesús, resolvió la encrucijada humana de la muerte, la enfermedad, el hambre, las posesiones diabólicas, la discriminación, la deliberada injusticia y el orgullo, entre todas las expresiones de la naturaleza humana, obró por una razón diferente a la solución del pecado, la única "enfermedad" que padecen las criaturas ya sean de las que se consideraban sanas o de las están aquejadas por alguna enfermedad; su "toque sagrado pleno de Amor", lo demostró.
Marcos 2: 16/17 Cuando los maestros de la ley religiosa, que eran fariseos, lo vieron comer con los cobradores de impuestos y otros pecadores, preguntaron a los discípulos: «¿Por qué come con semejante escoria? ». Cuando Jesús los oyó, les dijo: «La gente sana no necesita médico, los enfermos sí. No he venido a llamar a los que se creen justos, sino a los que saben que son pecadores». NTV.
Diez leprosos fueron sanados de su enfermedad física, diez vieron a Cristo Jesús, pero solo uno lo conoció, y regresó para de rodillas confirmar su fe en Dios y recibir la sanidad de la enfermedad que realmente lo mantenía muerto, Su Señor lo levantó y le confirmo su sanidad diciendo: "levantate porque por tu fe has sido sanado". Los nueve que solo buscaban superar las limitaciones impuestas por los seres humanos, se hicieron parte del sistema religioso, después de presentarse ante lo sacerdotes y cumplir con la ley; quizás por algún tiempo se "sintieron sanos", estando mortalmente enfermos de pecado.
Juan 5: 10/14 así que los líderes judíos protestaron. Le dijeron al hombre que había sido sanado: —¡No puedes trabajar el día de descanso! ¡La ley no te permite cargar esa camilla! Pero él respondió: —El hombre que me sanó me dijo: “Toma tu camilla y anda”. —¿Quién te dijo semejante cosa? —le exigieron. El hombre no lo sabía, porque Jesús había desaparecido entre la multitud; pero después, Jesús lo encontró en el templo y le dijo: «Ya estás sano; así que deja de pecar o podría sucederte algo mucho peor». NTV.
... conoce a Cristo Jesús, conoce a Dios, y al conocer a Dios se conoce a si mismo; es tan claro el conocimiento de si mismo como su enfermedad y en su enfermedad puede apreciar las limitaciones que esta le produce, las limitaciones son la forma en que cada quien entiende la conducta de los que se parecen a el, pero que se "consideran" libres de enfermedad y consecuentes con su sanidad" que es lo que les inspira la naturaleza humana, reglamentan espantosamente, lo que han de ser y hacer los que son diferentes.
Lucas 17: 11/14 En su camino a Jerusalén, pasó Jesús entre las regiones de Samaria y Galilea. Y llegó a una aldea, donde le salieron al encuentro diez hombres enfermos de lepra, los cuales se quedaron lejos de él gritando: —¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros! Cuando Jesús los vio, les dijo: —Vayan a presentarse a los sacerdotes. Y mientras iban, quedaron limpios de su enfermedad. DHH.
Los diez leprosos conocedores de su enfermedad y de las limitaciones impuestas por sus congéneres herederos de tradiciones religiosas consagradas en la variedad de formas de la religión de cada pueblo y nación, incluido el ´pueblo de Israel como lo vemos en el Antiguo Testamento, llaman la atención del Creador "desde lejos", se conocen y conocen a la gente, de manera que en este caso esperan que Cristo Jesús, tenga compasión de ellos, pero dentro de la limitaciones humanas, sin acercarse a ellos.
Marcos 1: 40/42 Un hombre enfermo de lepra se acercó a Jesús, y poniéndose de rodillas le dijo: —Si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad. Jesús tuvo compasión de él; lo tocó con la mano y dijo: —Quiero. ¡Queda limpio! Al momento se le quitó la lepra al enfermo, y quedó limpio. DHH.
En ningún caso y en ninguna forma en que El Señor Cristo Jesús, resolvió la encrucijada humana de la muerte, la enfermedad, el hambre, las posesiones diabólicas, la discriminación, la deliberada injusticia y el orgullo, entre todas las expresiones de la naturaleza humana, obró por una razón diferente a la solución del pecado, la única "enfermedad" que padecen las criaturas ya sean de las que se consideraban sanas o de las están aquejadas por alguna enfermedad; su "toque sagrado pleno de Amor", lo demostró.
Marcos 2: 16/17 Cuando los maestros de la ley religiosa, que eran fariseos, lo vieron comer con los cobradores de impuestos y otros pecadores, preguntaron a los discípulos: «¿Por qué come con semejante escoria? ». Cuando Jesús los oyó, les dijo: «La gente sana no necesita médico, los enfermos sí. No he venido a llamar a los que se creen justos, sino a los que saben que son pecadores». NTV.
Diez leprosos fueron sanados de su enfermedad física, diez vieron a Cristo Jesús, pero solo uno lo conoció, y regresó para de rodillas confirmar su fe en Dios y recibir la sanidad de la enfermedad que realmente lo mantenía muerto, Su Señor lo levantó y le confirmo su sanidad diciendo: "levantate porque por tu fe has sido sanado". Los nueve que solo buscaban superar las limitaciones impuestas por los seres humanos, se hicieron parte del sistema religioso, después de presentarse ante lo sacerdotes y cumplir con la ley; quizás por algún tiempo se "sintieron sanos", estando mortalmente enfermos de pecado.
Juan 5: 10/14 así que los líderes judíos protestaron. Le dijeron al hombre que había sido sanado: —¡No puedes trabajar el día de descanso! ¡La ley no te permite cargar esa camilla! Pero él respondió: —El hombre que me sanó me dijo: “Toma tu camilla y anda”. —¿Quién te dijo semejante cosa? —le exigieron. El hombre no lo sabía, porque Jesús había desaparecido entre la multitud; pero después, Jesús lo encontró en el templo y le dijo: «Ya estás sano; así que deja de pecar o podría sucederte algo mucho peor». NTV.