Mi casa, ...
Salmo 127: 1/2 Si el Señor no edifica la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si el Señor no guarda la ciudad, En vano vela la guardia. Es en vano que se levanten de madrugada, Que se acuesten tarde, Que coman el pan de afanosa labor, Pues El da a Su amado aun mientras duerme. NBLH.
... es la palabra con la que la gente somete su capacidad y desempeño ante los demás, empezando por si mismo, es la palabra que justifica las muy arduas luchas, en las que estuvo comprometido para finalmente sostener, esta es mi casa, yo la edifique, soy el dueño. En el Lenguaje de Dios, casa es el símbolo de lo que hace en conjunto la gente para estar en comunión con El, o en contra de El; o estas edificando para Mi, o estas edificando para ti, dice el Señor.
Lucas 11: 23 »El que no está conmigo a mí se opone, y el que no trabaja conmigo, en realidad, trabaja en mi contra. NTV. Jesús es más importante que Moisés porque el que construye una casa tiene más importancia que la casa misma. Toda casa tiene un constructor, pero Dios es el arquitecto del universo. Hebreos 3: 3/4 PDT.
Las casas que le dan forma a las ciudades, las ciudades en que la gente desarrolla impresionantes planes de trabajo, son obras vacías si los que edifican, vigilan y los que trabajan desde muy témpano hasta muy tarde para tener "pan que comer", son los arquitectos, los que vigilan y los que trabajan, porque los arquitectos humanos, los vigilantes humanos y los trabajadores humanos, solo pueden realizar obras que perecen, que tienen final.
Las "casas" de las que es arquitecto y constructor Cristo Jesús, son las casas en las que trabajan los "albañiles", guiados por El y que por la obra que Dios permite en "cada una" de ellas es el templo en que Dios mismo ha decidido habitar eternamente, dependiendo de la constancia y dedicación de los albañiles en ocuparse obedientemente a "ejecutar los planos que el precioso arquitecto", le entrega a cada uno para avanzar en la construcción.
1 de Corintios 3: 9/11 Somos compañeros de trabajo al servicio de Dios, y ustedes son un sembrado y una construcción que pertenecen a Dios. Yo fui el maestro albañil al cual Dios en su bondad encargó poner los fundamentos, y otro está construyendo sobre ellos. Pero cada uno debe tener cuidado de cómo construye, pues nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto, que es Jesucristo. DHH.
Las casas diseñadas y construidas por los hombres, son obras en las que los hombres pasan el tiempo de su existencia terrenal; Las casas que están en construcción y que le pertenecen a Dios, son el templo espiritual que se verá día a día "mas terminado", son las casas que Dios mismo edifica, que Dios mismo vigila y que Dios dignifica con el trabajo que es su individual propósito, mientras que "el pan de cada día" es proveído por Dios.
2 de Corintios 8: 10/11 Por el bien de ustedes les doy mi opinión sobre este asunto. Desde el año pasado, no sólo comenzaron ustedes a hacer algo al respecto, sino a hacerlo con entusiasmo. Ahora pues, dentro de sus posibilidades, terminen lo que han comenzado con la misma buena disposición que mostraron al principio, cuando decidieron hacerlo. DHH. Porque ¿quién de ustedes que quiera levantar una torre, no se sienta primero a calcular los costos, para ver si tiene todo lo que necesita para terminarla? No sea que después de haber puesto los cimientos, se dé cuenta de que no puede terminarla, y todos los que lo sepan comiencen a burlarse de él y digan: “Este hombre comenzó a construir, y no pudo terminar.” Lucas 14: 28/30 RVC.
... es la palabra con la que la gente somete su capacidad y desempeño ante los demás, empezando por si mismo, es la palabra que justifica las muy arduas luchas, en las que estuvo comprometido para finalmente sostener, esta es mi casa, yo la edifique, soy el dueño. En el Lenguaje de Dios, casa es el símbolo de lo que hace en conjunto la gente para estar en comunión con El, o en contra de El; o estas edificando para Mi, o estas edificando para ti, dice el Señor.
Lucas 11: 23 »El que no está conmigo a mí se opone, y el que no trabaja conmigo, en realidad, trabaja en mi contra. NTV. Jesús es más importante que Moisés porque el que construye una casa tiene más importancia que la casa misma. Toda casa tiene un constructor, pero Dios es el arquitecto del universo. Hebreos 3: 3/4 PDT.
Las casas que le dan forma a las ciudades, las ciudades en que la gente desarrolla impresionantes planes de trabajo, son obras vacías si los que edifican, vigilan y los que trabajan desde muy témpano hasta muy tarde para tener "pan que comer", son los arquitectos, los que vigilan y los que trabajan, porque los arquitectos humanos, los vigilantes humanos y los trabajadores humanos, solo pueden realizar obras que perecen, que tienen final.
Las "casas" de las que es arquitecto y constructor Cristo Jesús, son las casas en las que trabajan los "albañiles", guiados por El y que por la obra que Dios permite en "cada una" de ellas es el templo en que Dios mismo ha decidido habitar eternamente, dependiendo de la constancia y dedicación de los albañiles en ocuparse obedientemente a "ejecutar los planos que el precioso arquitecto", le entrega a cada uno para avanzar en la construcción.
1 de Corintios 3: 9/11 Somos compañeros de trabajo al servicio de Dios, y ustedes son un sembrado y una construcción que pertenecen a Dios. Yo fui el maestro albañil al cual Dios en su bondad encargó poner los fundamentos, y otro está construyendo sobre ellos. Pero cada uno debe tener cuidado de cómo construye, pues nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto, que es Jesucristo. DHH.
Las casas diseñadas y construidas por los hombres, son obras en las que los hombres pasan el tiempo de su existencia terrenal; Las casas que están en construcción y que le pertenecen a Dios, son el templo espiritual que se verá día a día "mas terminado", son las casas que Dios mismo edifica, que Dios mismo vigila y que Dios dignifica con el trabajo que es su individual propósito, mientras que "el pan de cada día" es proveído por Dios.
2 de Corintios 8: 10/11 Por el bien de ustedes les doy mi opinión sobre este asunto. Desde el año pasado, no sólo comenzaron ustedes a hacer algo al respecto, sino a hacerlo con entusiasmo. Ahora pues, dentro de sus posibilidades, terminen lo que han comenzado con la misma buena disposición que mostraron al principio, cuando decidieron hacerlo. DHH. Porque ¿quién de ustedes que quiera levantar una torre, no se sienta primero a calcular los costos, para ver si tiene todo lo que necesita para terminarla? No sea que después de haber puesto los cimientos, se dé cuenta de que no puede terminarla, y todos los que lo sepan comiencen a burlarse de él y digan: “Este hombre comenzó a construir, y no pudo terminar.” Lucas 14: 28/30 RVC.