Este es, ...

Hechos 11: 25/26 Después de eso, Bernabé se fue a Tarso para buscar a Saulo, y cuando lo encontró lo llevó a Antioquía. Durante todo un año se congregaron con la iglesia y enseñaron a mucha gente. Y fue allí en Antioquía en donde a los discípulos de Jesús se les llamó cristianos por primera vez. RVC.

... el nombre que recibe el discípulo de Cristo Jesús, el que antes que cualquier asignación de nombre de cualquier origen es discípulo, es decir es su seguidor a todo costo incluida su "vida", es aquel que en efecto lleva a Cristo Jesús en su corazón, y le obedece contra todo pronostico, debido a la realidad de su relación personal con El, lo que en efecto le confiere la autoridad para ser llamado cristiano.

1 de Juan 2: 5/6 Pues el amor llega a su perfección cuando uno obedece lo que Dios enseña. La prueba de que andamos bien con Dios es la siguiente: el que dice que permanece en Dios, debe vivir como vivió Jesús. PDT.

Vivir como Vivió Jesús, vivir conforme al Evangelio que es la revelación del Padre sobre su Hijo y la Misión que vino a cumplir sobre la tierra, develando por completo el Antiguo Testamento, otorga la autoridad a los que con su estilo de vida en Cristo Jesús, son los cristianos que Dios presenta al mundo como testimonio vivo de Amor, justicia, y santidad en proceso de maduración, superando las diferentes etapas de su crecimiento Espiritual.

Los seres humanos sociales y religiosos, toman la decisión de "hacer el bien", la decisión esta respaldada en el "listado de actividades que han acordado de antemano reseñar con ese nombre", esa decisión responde a su verdadero motivo o propósito, que es cuidar su propio "yo" y garantizar la satisfacción de sus deseos , desarrollando ante la gente la idea inclusive de ser cristianos, cuando en realidad lo que hacen es "agregar a Cristo", conservando su yo y sus deseos.

2 de Pedro 2: 1/2 En el pueblo de Israel hubo también algunos que decían ser enviados por Dios, pero no lo eran. Así también, entre ustedes, habrá quienes se crean maestros enviados por Dios, sin serlo. Ellos les darán enseñanzas falsas y peligrosas, sin que ustedes se den cuenta, y hasta dirán que Jesucristo no es capaz de salvar. Por eso, cuando ellos menos lo esperen, serán destruidos por completo. Mucha gente vivirá como esos falsos maestros, haciendo todo lo malo que se les antoje. Por culpa de ellos, la gente hablará mal de los cristianos y de su modo de vivir. TLA.

Que grave insensatez, la de quienes han caído en la condenación que nos habla El señor, atreviéndose a calificar el cristianismo como una forma de religión, dedicada a prácticas tan inútiles como los sacrificios, las ceremonias, los sortilegios, las invocaciones, los actos secretos y mágicos, la celebración de augurios festivos dedicados a dioses y diosas, la deificación de los días y de los astros, las practicas heréticas en que se alquimisa el sacrificio de Cristo Jesús y un gran número adicional de practicas parecidas.

Colosenses 2: 16/18,20/23 Por eso les digo: no permitan que nadie les diga lo que tienen que comer o beber. Tampoco se sientan obligados a celebrar festividades tales como las fiestas de guardar, celebración de Luna nueva o días de descanso. Esas son cosas del pasado, imágenes borrosas de lo que estaba por venir. Pero ahora, tenemos a Cristo que es la realidad. Hay gente que aparenta tener humildad, adora a los ángeles, siempre habla de las visiones que ha tenido y quiere que todos la imiten. No les hagan caso ni dejen que decidan lo que ustedes deben hacer. Ellos presumen de lo que no han visto y se guían sólo por ideas humanas. Puesto que ustedes murieron con Cristo y fueron librados de los poderes espirituales del mundo, ¿por qué todavía siguen reglas como: «No coman esto, no prueben esto otro, no toquen aquello»? Esas reglas hablan de lo que se acaba con el uso y no son mandamientos de Dios sino reglas y enseñanzas humanas. Parecen ser sabias porque requieren que la gente practique una intensa devoción, que se niegue a sí misma y que castigue severamente el cuerpo, pero no ayudan a controlar los deseos perversos de nuestra naturaleza carnal. PDT.      

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