Aunque, ...

2 de Samuel 23: 5 Por eso mi casa está firme en Dios; pues ha hecho conmigo un pacto eterno, bien ordenado en todo y bien seguro, aunque todavía no haya hecho él florecer toda mi salvación y mi deseo. RVR95.

... mi casa no esta como lo anhela mi corazón, jamás modificare mi convenio con Dios, jamás dejare de obrar para cumplir el propósito que El me dió para la vida que ahora tengo siendo parte de la eternidad, el "ladrillo que mampostee ayer", es la parte de la construcción en que se edifica la persona que Dios quiere que sea, estoy atento sin cansancio viendo el "estado en que se encuentra la obra" hoy, preparando "el ladrillo que mampostearé mañana.  

2 de Corintios 8: 10 Deseo sugerirles que terminen lo que empezaron hace un año, porque fueron no tan sólo los primeros en lanzar la idea, sino los primeros en ponerla en práctica. NBD.

Mi corazón fue lleno del Amor y el poder de Dios, cuando libremente hice mi pacto eterno con Dios, cuando me vi con terror repitiendo "año tras año", las mismas cosas, solo que cambiándoles el nombre, haciendo planes que en nada tocaban mi estilo de vida, obrando en lo superficial, esquivando con miedo o con cinismo ni interior, mi real manera de "vivir"; aquel bendecido y milagroso día en que reconocí el pecado como estilo de vida.   

1 de Timoteo 6: 12 Pelea la buena batalla de la fe; haz tuya la vida eterna, a la que fuiste llamado y por la cual hiciste aquella admirable declaración de fe delante de muchos testigos. NVI. Si declaras con tu boca que Jesús es el Señor y crees de corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, Dios te salvará. Porque a quien cree de corazón, Dios lo da por justo; y a quien reconoce a Jesús, Dios lo salva. Romanos 10:9/ 10 NBD.

"Por eso mi casa esta firme en Dios", pues mediante mi declaración de fe, quedó establecido nuestro pacto de vida eterna, la vida que comenzó cuando Cristo Jesús luego de morir por mi, y yo morir con el me vivifico, me dió la Vida como nueva criatura, nacida en santidad que es la asombrosa aventura de cada día, cumpliendo la Voluntad de Dios, que es la verdad sobre como hemos de crecer desde nuestro nuevo nacimiento, que es el proceso de santificación.

Ese glorioso pacto, "bien ordenado en todo y bien seguro", aunque todavía El no haya hecho florecer toda mi salvación y mi deseo, porque la santidad en cada hijo-a, es la maduración espiritual en que por el ejercicio de practicar el bien, abandona la cuna, da sus primeros pasos, avanza en su infancia y adolescencia espirituales, hasta alcanzar la edad madura, la que es cada vez mas cercana al carácter del habitante de su corazón Cristo Jesús.-Hebreos 5: 11/14-   

Efesios 4: 12/14 Él dio esos dones para preparar a su pueblo santo para el trabajo de servir y fortalecer al cuerpo de Cristo. Este trabajo debe continuar hasta que estemos todos unidos en lo que creemos y conocemos acerca del Hijo de Dios. Nuestra meta es convertirnos en gente madura, vernos tal como Cristo y tener toda su perfección. Así no nos portaremos como niños, ni seremos como un barco a la deriva arrastrados por cualquier nueva enseñanza de quienes buscan engañarnos con sus trampas. PDT.

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