Aferrados, ...
Marcos 7: 8/9 Ustedes han desechado los mandamientos divinos y se aferran a las tradiciones humanas. Y añadió: —¡Qué buena manera tienen ustedes de dejar a un lado los mandamientos de Dios para mantener sus propias tradiciones! NVI.
... a enormes troncos religiosos avanzan como parte del torrente del gigante rio los seres humanos que hacen parte del gran caudal que arrastra a la humanidad, en estos troncos que navegan unos cerca de los otros, se mantienen las diversas clases y formas de las confesiones religiosas, algunos se ven envejecidos por el paso del tiempo y se aprecia en ellos una capa muy gruesa de "moho", consecuencia de su contacto con "el río".
Los troncos son parte del río, están dentro del río, y los que viajan aferrados a ellos, se han hecho a la idea de estar a salvo por tener un sitio en el tronco, creen que su "tronco es el camino", que los llevará al lugar en el que encontraran otra de sus ideas, la idea que menos traen a sus mentes, que es la idea de dios, no quieren y no pueden darse cuenta de la aterradora verdad en la que todos están dentro del río, son parte del río.
Romanos 2: 8,13 Pero los que por egoísmo rechazan la verdad para aferrarse a la maldad, recibirán el gran castigo de Dios. Porque Dios no considera justos a los que oyen la ley sino a los que la cumplen. NVI. ¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen, y tiemblan. Pues como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta. Santiago 2: 19, 26 NVI.
Nadie, ni uno solo de los que pondrán sus pies sobre este planeta, pueden abandonar el rugiente, furioso y peligroso caudal del río en que la humanidad avanza hacia el lugar en que se cumplirá la Justicia de Dios, solo Dios puede hacerlo y para eso envió a su Hijo Unigénito Cristo Jesús, para que los seres humanos de corazón dispuesto, "vean de pronto", su verdad y conforme a su decisión libre supliquen a Cristo Jesús que los salve, que los unja, es decir que los saque, que los aparte del caudal de muerte en el que avanzan.
Mateo 14: 29/30 —Ven —dijo Jesús. Pedro bajó de la barca y caminó sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al sentir el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó: —¡Señor, sálvame! NVI.
Puestos nuestro pies en "tierra", caminaremos por nosotros mismos, aquella "ilusión" en la que creíamos estar avanzando cuando en realidad el que avanzaba era el río, habrá terminado, nuestro primer paso fuera del espantoso caudal por el que éramos arrastrados será en pos del Amor, del amoroso Creador que pleno de misericordia y poder nos guiará por la senda que van dejando sus propias huellas, ungidos por el poder del Espíritu Santo.
Lucas 4: 18/19 «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Noticia a los pobres. Me ha enviado a proclamar que los cautivos serán liberados, que los ciegos verán, que los oprimidos serán puestos en libertad, y que ha llegado el tiempo del favor del Señor ». NTV. Ahora, hermanos, quiero recordarles el evangelio que les prediqué, el mismo que recibieron y en el cual se mantienen firmes. Mediante este evangelio son salvos, si se aferran a la palabra que les prediqué. De otro modo, habrán creído en vano. 1 Corintios 15: 1/2 NVI.
... a enormes troncos religiosos avanzan como parte del torrente del gigante rio los seres humanos que hacen parte del gran caudal que arrastra a la humanidad, en estos troncos que navegan unos cerca de los otros, se mantienen las diversas clases y formas de las confesiones religiosas, algunos se ven envejecidos por el paso del tiempo y se aprecia en ellos una capa muy gruesa de "moho", consecuencia de su contacto con "el río".
Los troncos son parte del río, están dentro del río, y los que viajan aferrados a ellos, se han hecho a la idea de estar a salvo por tener un sitio en el tronco, creen que su "tronco es el camino", que los llevará al lugar en el que encontraran otra de sus ideas, la idea que menos traen a sus mentes, que es la idea de dios, no quieren y no pueden darse cuenta de la aterradora verdad en la que todos están dentro del río, son parte del río.
Romanos 2: 8,13 Pero los que por egoísmo rechazan la verdad para aferrarse a la maldad, recibirán el gran castigo de Dios. Porque Dios no considera justos a los que oyen la ley sino a los que la cumplen. NVI. ¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen, y tiemblan. Pues como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta. Santiago 2: 19, 26 NVI.
Nadie, ni uno solo de los que pondrán sus pies sobre este planeta, pueden abandonar el rugiente, furioso y peligroso caudal del río en que la humanidad avanza hacia el lugar en que se cumplirá la Justicia de Dios, solo Dios puede hacerlo y para eso envió a su Hijo Unigénito Cristo Jesús, para que los seres humanos de corazón dispuesto, "vean de pronto", su verdad y conforme a su decisión libre supliquen a Cristo Jesús que los salve, que los unja, es decir que los saque, que los aparte del caudal de muerte en el que avanzan.
Mateo 14: 29/30 —Ven —dijo Jesús. Pedro bajó de la barca y caminó sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al sentir el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó: —¡Señor, sálvame! NVI.
Puestos nuestro pies en "tierra", caminaremos por nosotros mismos, aquella "ilusión" en la que creíamos estar avanzando cuando en realidad el que avanzaba era el río, habrá terminado, nuestro primer paso fuera del espantoso caudal por el que éramos arrastrados será en pos del Amor, del amoroso Creador que pleno de misericordia y poder nos guiará por la senda que van dejando sus propias huellas, ungidos por el poder del Espíritu Santo.
Lucas 4: 18/19 «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Noticia a los pobres. Me ha enviado a proclamar que los cautivos serán liberados, que los ciegos verán, que los oprimidos serán puestos en libertad, y que ha llegado el tiempo del favor del Señor ». NTV. Ahora, hermanos, quiero recordarles el evangelio que les prediqué, el mismo que recibieron y en el cual se mantienen firmes. Mediante este evangelio son salvos, si se aferran a la palabra que les prediqué. De otro modo, habrán creído en vano. 1 Corintios 15: 1/2 NVI.