¿Fui Llamado?
1 de Corintios 1: 2 Va dirigida a la iglesia de Dios en Corinto, a ustedes que han sido llamados por Dios para ser su pueblo santo. Él los hizo santos por medio de Cristo Jesús, tal como lo hizo con todos los que en todas partes invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y de nosotros. NTV.
En los campos de lo social y lo religioso, hay un constante debate acerca de lo que causa ser parte de uno de los miles de grupos religiosos que existen en el mundo. Por lo general, el debate se desarrolla, acerca de como la gente, que se agrupa aquí o allá, tiene la garantía de conocer "algo" después de la muerte.
Unos de los mas reconocidos grupos religiosos, inclusive utilizan la palabra cielo, para convencer a sus seguidores, de ser fieles a su organización, porque si no lo hacen, perderían el "derecho" de ir al cielo, y esgrimen la amenaza de expulsar al que se desvíe de sus practicas y doctrinas.
Juan 9: 19/22 —¿Es éste su hijo? —les preguntaron—. ¿Es verdad que nació ciego? Si es cierto, ¿cómo es que ahora ve? Sus padres contestaron: —Sabemos que él es nuestro hijo y que nació ciego, pero no sabemos cómo es que ahora puede ver ni quién lo sanó. Pregúntenselo a él; ya tiene edad para hablar por sí mismo. Los padres dijeron eso por miedo a los líderes judíos, quienes habían anunciado que cualquiera que dijera que Jesús era el Mesías sería expulsado de la sinagoga. NTV.
Como podemos ver esta forma de conducta religiosa, no es tan reciente, el mismo Creador, fue el motivo de la amenaza, hecha a los padres del ciego que El sanó, de ser expulsados, como lo es hoy y exactamente por la misma razón. Porque aunque pronuncian el nombre del Creador, lo hacen para encubrir su herencia fatídica.
Sin embargo Dios nos enseña en su palabra la Biblia, que los que "Iran al cielo", no son sinagogas, ni templos, ni cosas por el estilo, sino personas, aquellas que soberanamente, en ejercicio de su libre albedrío, "acepten el llamado, de Dios, a ser Santos" -1 de Pedro 1: 15 sino que así como aquel que os llamó es santo, así también sed vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; LBLA.
El debate para los que, habiendo aceptado el llamado de Dios, viven rindiendo honor a su carácter, con su estilo de vida, no es si hay cielo o nó, o si se puede ir o nó, El debate ocurre constantemente para aclarar, para entender el pecado, y la Santidad. Porque lo que es verdad conforme a la palabra de Dios, es que ningún pecador, tendrá acceso al hogar Santísimo.
De manera que el pecado, no es aquello que decide arrogantemente, la gente social y religiosa, que obrando como su propio dios, hacen acuerdos para reglamentar lo que los ofende o lo que les agrada. Sino que el pecado, es lo que la naturaleza humana hace, para ofender a Dios.
Juan 3: 19/21 Esta condenación se basa en el siguiente hecho: la luz de Dios llegó al mundo, pero la gente amó más la oscuridad que la luz, porque sus acciones eran malvadas. Todos los que hacen el mal odian la luz y se niegan a acercarse a ella porque temen que sus pecados queden al descubierto, pero los que hacen lo correcto se acercan a la luz, para que otros puedan ver que están haciendo lo que Dios quiere. NTV.
Los arrogantes, que aman sus estilos de vida oscuros, plagados de pecado, lo son porque así lo han decidido y en esa decisión han rechazado a Dios. Los que aceptaron el llamado, viven el estilo de vida que los caracteriza como hijos de Dios, en Cristo Jesús y son los que hacen lo correcto, porque así lo decidieron, y esa decisión los hace uno, con la Santidad de Dios.
El hombre es quien decide al fin y al cabo, crearse sus propias formas de dios, de pecado y de "cielo", para enmarcar su oscuridad, su pecado, su rebeldía, su orgullo, en fin su arrogancia. Pero es también aquella persona, consciente de su responsabilidad por la forma como vive, y al recibir la revelación de Dios, no tiene que inventarse nada, ni crearse nada, porque ante la majestuosa santidad, y justicia de Dios, quedara al desnudo.
Dios el Padre, por medio de su hijo Cristo Jesús, asistido por El espíritu Santo, le dará el poder para vencer al mas terrible, y encarnizado, y peligroso, y destructivo enemigo que tenemos, ... nosotros mismos. Quedando así claro que la obra que realizó Cristo Jesús, al redimirnos, tiene que ver con que logremos, la victoria sobre nuestra antigua forma de vivir.
Colosenses 2:13/15 Antes, ustedes estaban muertos, pues eran pecadores y no formaban parte del pueblo de Dios. Pero ahora Dios les ha dado vida junto con Cristo, y les ha perdonado todos sus pecados. La ley escrita estaba en contra de nosotros, pero Dios le puso fin por medio de la muerte de Cristo en la cruz. Dios les quitó el poder a los espíritus que tienen autoridad, y por medio de Cristo los humilló delante de todos, al pasearlos como prisioneros en su desfile victorioso. TLA.
En los campos de lo social y lo religioso, hay un constante debate acerca de lo que causa ser parte de uno de los miles de grupos religiosos que existen en el mundo. Por lo general, el debate se desarrolla, acerca de como la gente, que se agrupa aquí o allá, tiene la garantía de conocer "algo" después de la muerte.
Unos de los mas reconocidos grupos religiosos, inclusive utilizan la palabra cielo, para convencer a sus seguidores, de ser fieles a su organización, porque si no lo hacen, perderían el "derecho" de ir al cielo, y esgrimen la amenaza de expulsar al que se desvíe de sus practicas y doctrinas.
Juan 9: 19/22 —¿Es éste su hijo? —les preguntaron—. ¿Es verdad que nació ciego? Si es cierto, ¿cómo es que ahora ve? Sus padres contestaron: —Sabemos que él es nuestro hijo y que nació ciego, pero no sabemos cómo es que ahora puede ver ni quién lo sanó. Pregúntenselo a él; ya tiene edad para hablar por sí mismo. Los padres dijeron eso por miedo a los líderes judíos, quienes habían anunciado que cualquiera que dijera que Jesús era el Mesías sería expulsado de la sinagoga. NTV.
Como podemos ver esta forma de conducta religiosa, no es tan reciente, el mismo Creador, fue el motivo de la amenaza, hecha a los padres del ciego que El sanó, de ser expulsados, como lo es hoy y exactamente por la misma razón. Porque aunque pronuncian el nombre del Creador, lo hacen para encubrir su herencia fatídica.
Sin embargo Dios nos enseña en su palabra la Biblia, que los que "Iran al cielo", no son sinagogas, ni templos, ni cosas por el estilo, sino personas, aquellas que soberanamente, en ejercicio de su libre albedrío, "acepten el llamado, de Dios, a ser Santos" -1 de Pedro 1: 15 sino que así como aquel que os llamó es santo, así también sed vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; LBLA.
El debate para los que, habiendo aceptado el llamado de Dios, viven rindiendo honor a su carácter, con su estilo de vida, no es si hay cielo o nó, o si se puede ir o nó, El debate ocurre constantemente para aclarar, para entender el pecado, y la Santidad. Porque lo que es verdad conforme a la palabra de Dios, es que ningún pecador, tendrá acceso al hogar Santísimo.
De manera que el pecado, no es aquello que decide arrogantemente, la gente social y religiosa, que obrando como su propio dios, hacen acuerdos para reglamentar lo que los ofende o lo que les agrada. Sino que el pecado, es lo que la naturaleza humana hace, para ofender a Dios.
Juan 3: 19/21 Esta condenación se basa en el siguiente hecho: la luz de Dios llegó al mundo, pero la gente amó más la oscuridad que la luz, porque sus acciones eran malvadas. Todos los que hacen el mal odian la luz y se niegan a acercarse a ella porque temen que sus pecados queden al descubierto, pero los que hacen lo correcto se acercan a la luz, para que otros puedan ver que están haciendo lo que Dios quiere. NTV.
Los arrogantes, que aman sus estilos de vida oscuros, plagados de pecado, lo son porque así lo han decidido y en esa decisión han rechazado a Dios. Los que aceptaron el llamado, viven el estilo de vida que los caracteriza como hijos de Dios, en Cristo Jesús y son los que hacen lo correcto, porque así lo decidieron, y esa decisión los hace uno, con la Santidad de Dios.
El hombre es quien decide al fin y al cabo, crearse sus propias formas de dios, de pecado y de "cielo", para enmarcar su oscuridad, su pecado, su rebeldía, su orgullo, en fin su arrogancia. Pero es también aquella persona, consciente de su responsabilidad por la forma como vive, y al recibir la revelación de Dios, no tiene que inventarse nada, ni crearse nada, porque ante la majestuosa santidad, y justicia de Dios, quedara al desnudo.
Dios el Padre, por medio de su hijo Cristo Jesús, asistido por El espíritu Santo, le dará el poder para vencer al mas terrible, y encarnizado, y peligroso, y destructivo enemigo que tenemos, ... nosotros mismos. Quedando así claro que la obra que realizó Cristo Jesús, al redimirnos, tiene que ver con que logremos, la victoria sobre nuestra antigua forma de vivir.
Colosenses 2:13/15 Antes, ustedes estaban muertos, pues eran pecadores y no formaban parte del pueblo de Dios. Pero ahora Dios les ha dado vida junto con Cristo, y les ha perdonado todos sus pecados. La ley escrita estaba en contra de nosotros, pero Dios le puso fin por medio de la muerte de Cristo en la cruz. Dios les quitó el poder a los espíritus que tienen autoridad, y por medio de Cristo los humilló delante de todos, al pasearlos como prisioneros en su desfile victorioso. TLA.