Ananias y Safira

2 de Pedro 3: 3/4 Sobre todo, quiero recordarles que, en los últimos días, vendrán burladores que se reirán de la verdad y seguirán sus propios deseos. Dirán: «¿Qué pasó con la promesa de que Jesús iba a volver? Desde tiempos antes de nuestros antepasados, el mundo sigue igual que al principio de la creación». NTV.

El hombre siempre se equivoca, cuando trata de enmarcar a Dios en sus propios parámetros de medición de lo que ocurre, y de lo que ocurrirá, es por esta razón que somos testigos de graves incursiones de la gente, en el territorio de "lo desconocido o mágico", solo para asegurarse de que, lo que quiere para mañana, suceda.

No pasa nada, todo sigue igual, es lo que dicen los hombres que están imposibilitados para entender al Creador, que en su suficiencia omnipotente, omnisciente y omnipresente, ejerce su Amor por toda la humanidad, El que es el único que conoce el futuro de cada una de sus criaturas.

Hechos 5: 1/4
Pero hubo uno, llamado Ananías, que junto con Safira, su esposa, vendió un terreno. Este hombre, de común acuerdo con su esposa, se quedó con una parte del dinero y puso la otra parte a disposición de los apóstoles. Pedro le dijo:—Ananías, ¿por qué dejaste que Satanás te dominara y te hiciera mentir al Espíritu Santo quedándote con parte del dinero que te pagaron por el terreno? ¿Acaso no era tuyo el terreno? Y puesto que lo vendiste, ¿no era tuyo el dinero? ¿Por qué se te ocurrió hacer esto? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Al oír esto, Ananías cayó muerto. Y todos los que lo supieron se llenaron de miedo. DHH.

No se cuantos se rascan la cabeza, al leer ese pasaje, porque en su interior, saben que lo que causo la muerte de Ananías y su mujer Safira, -
Hechos 5: 10- es lo que hace todo el mundo hoy, incluidos los que nos decimos Cristianos, y entonces nos autojusticamos, pensando, eso fue solo un caso, antiguo, que jamás ocurrirá en el siglo 21.

Ignorar las señales, que Dios trae a nuestras vidas durante nuestro caminar, es lo mas insensato en que podamos caer. Es lo que le ocurrió a la civilización mundial de los tiempos de Noe, que ignoraron la predicación verbal y practica, -Construcción del Arca- de El y su familia y finalmente murieron, luego de 100 años de advertencia.

No podemos dejar pasar lo ocurrido con las metrópolis de Sodoma y Gomorra, que en el colmo de sus desviaciones sexuales,-perversiones- ignoraron a Lot, que con su forma de vida, era el ejemplo, con el que Dios les advertía de lo que debería ser su forma de vivir, -
2 de Pedro 2: 6/8, por lo tanto fueron pasados por el fuego.

Nuevamente, ocurre en Egipto, en donde Moises y su hermano Aarón, advierten lo que podría ocurrir si se oponen a los designios de Dios, y finalmente tanto el faraón como los mas notables y valientes, murieron, y el imperio murió con ellos, para siempre, como dice la Palabra de Dios, probado, hoy en lo que es esa Nación.

Como podría el hombre creado por Dios tratar de ordenarlo, y de controlarlo?, lo único que es cierto es que en este mismo día, El amor de Dios esta operando, y por Amor, sin presiones, ni obligaciones, nos advierte de sus planes, en los que El siempre hará lo que sea para "dar tiempo", y esperar que la gente escuche su voz y se vuelva a El.
-2 de Pedro 3: 8/9-.

2 de Pedro 2: 9/10 El Señor sabe librar de la prueba a los que viven entregados a él, y sabe tener a los malos bajo castigo para el día del juicio. El Señor castigará sobre todo a los que siguen deseos impuros y desprecian su autoridad. Son tercos y atrevidos, y no tienen miedo de insultar a los poderes superiores; DHH.

El caso de ananías y Safira, no es un caso aislado, lo que hay que entender es, que fue lo que ocurrió en la Cruz del Calvario, en relación con
Génesis 2: 17, porque la obra redentora de Cristo Jesús, libra de la muerte, solo a los que aceptan el regalo de la Salvación, los demás siguen caminando por la tierra, bajo las consecuencias de la muerte.

Romanos 10: 9/10
Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo. Pues es por creer en tu corazón que eres declarado justo a los ojos de Dios y es por confesarlo con tu boca que eres salvo. NTV.

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