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1 Reyes 8: 27/30 27 Pero, ¿puede Dios habitar realmente en la tierra? Si ni los cielos, en toda su inmensidad, pueden contenerte, ¿cómo podría hacerlo este Templo que he construido? 28 Atiende, pues, Señor, Dios mío, a la súplica y a la plegaria de tu siervo; escucha el grito y la súplica que tu siervo te dirige hoy. 29 Mantén tus ojos abiertos noche y día sobre este Templo, el lugar donde quisiste que residiera tu nombre, y escucha las súplicas que te dirija tu siervo hacia este lugar. 30 Escucha las plegarias que tu siervo y tu pueblo, Israel, hagan hacia este lugar. Escúchalas desde el cielo, el lugar donde habitas. Escucha y perdona. BLPH.
... las proporciones de lo que hay en derredor, levantar los ojos y dejar que la mente-alma- se extienda en divagaciones, dejando que la imaginación se desboque desarrollando criterios en que enmarcan las proporciones de la cierta extensa lejanía mundanal, mucho más si se trata de las personas que han recibido la capacidad para entenderla de todas maneras y claro en su tamaño y forma, como parte de la real Inmensidad, que ciertamente le da a las criaturas, la sin medida pequeñez de sus cuerpos.
Medir y luego explicar lo medido, deja al descubierto la mayor equivocación "desproporcionada" en significado, dado que la gente cree ser capaz de llegar con sus ojos artificiales has ta las pléyades, pero les es imposible interiorizar tres pulgadas en sus pechos, para encontrar respuestas no a la inmensidad que los aterroriza y les da la calidad de insignificantes que aplican la palabra dios a los gatos a los perros, a las culebras, a las figuras humans, pues si lo hicieran serian parte de la Inmensidad.
Gálatas 4: 4/10 4 Sin embargo, cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la ley. 5 Dios lo envió para que comprara la libertad de los que éramos esclavos de la ley, a fin de poder adoptarnos como sus propios hijos; 6 y debido a que somos[a] sus hijos, Dios envió al Espíritu de su Hijo a nuestro corazón, el cual nos impulsa a exclamar «Abba, Padre»[b]. 7 Ahora ya no eres un esclavo sino un hijo de Dios, y como eres su hijo, Dios te ha hecho su heredero.
8 Antes de conocer a Dios, ustedes, los gentiles,[c] eran esclavos de los llamados dioses, que ni siquiera existen. 9 Así que ahora que conocen a Dios (o mejor dicho, ahora que Dios los conoce a ustedes), ¿por qué quieren retroceder y convertirse otra vez en esclavos de los débiles e inútiles principios espirituales de este mundo? 10 Pretenden ganarse el favor de Dios al cumplir con ciertos días o meses, estaciones o años. NTV.
El medio fraudulento usado por la gente es el "medidor puesto por el dios del mundo" para envilecerlos, para empequeñecerlos, ese es el objetivo del sistema religioso, tan reducido tan en realidad pequeño, porque a pesar de la gigante cantidad de "células muertas" que lo componen, pues cada una es una diminuta forma de practicar pequeñez individual, dirigida a diosas y dioses de su misma talla de su mismo tamaño, a los que yacen encadenados cada uno de los seres humanos.
Explicar la Magnitud del universo fisico sostenido por la Mano Todopoderosa del Creador, sin que esa Verdad sea mínimamente posible para la gente, los esclaviza dependientes de la gigantesca forma y la incontable cantidad de cuerpos celestes puestos en cada lugar por las razones Todopoderosas del Creador, dirigidas a sus creados hijos e hijas, convertidos de la inmensidad de lo infinito de Dios su Padre al que pertenecieron, en la extrema nimiedad de los cuerpos físicos nacidos del vientre de eva.
Efesios 2: 1/10 A ustedes, él les dio vida cuando aún estaban muertos en sus delitos y pecados, 2 los cuales en otro tiempo practicaron, pues vivían de acuerdo a la corriente de este mundo y en conformidad con el príncipe del poder del aire, que es el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia. 3 Entre ellos todos nosotros también vivimos en otro tiempo. Seguíamos los deseos de nuestra naturaleza humana y hacíamos lo que nuestra naturaleza y nuestros pensamientos nos llevaban a hacer. Éramos por naturaleza objetos de ira, como los demás.
4 Pero Dios, cuya misericordia es abundante, por el gran amor con que nos amó, 5 nos dio vida junto con Cristo, aun cuando estábamos muertos en nuestros pecados (la gracia de Dios los ha salvado), 6 y también junto con él nos resucitó, y asimismo nos sentó al lado de Cristo Jesús en los lugares celestiales, 7 para mostrar en los tiempos venideros las abundantes riquezas de su gracia y su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8 Ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Ésta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios; 9 ni es resultado de las obras, para que nadie se vanaglorie. 10 Nosotros somos hechura suya; hemos sido creados en Cristo Jesús para realizar buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que vivamos de acuerdo con ellas. RVC.