No hay ninguna, ...

Mateo 21: 31/33 »¿Cuál de los dos obedeció al padre? Ellos contestaron:—El primero. Luego Jesús explicó el significado: —Les digo la verdad, los corruptos cobradores de impuestos y las prostitutas entrarán en el reino de Dios antes que ustedes.  Pues Juan el Bautista vino y les mostró a ustedes la manera correcta de vivir, pero ustedes no le creyeron, mientras que los cobradores de impuestos y las prostitutas sí le creyeron. Aun viendo lo que ocurría, ustedes se negaron a creerle y a arrepentirse de sus pecados.  NTV.

... dignidad o indignidad en las actividades humanas que no estén alineadas con la actividad de Dios, porque en lo esencial, esas actividades humanas son la razón del pecado antiguo, presente y venidero;  son las actividades que compiten con Dios, son las "obras" que le hacen creer al hombre que es Dios, o que no es nada.

Saber íntimamente que Cristo habita en nuestro corazón, es examinar, es someter a prueba lo que llamamos trabajo, porque de no ser así, no podremos entender lo que realmente es pecado ante Dios. Hemos de abandonar todo lo que la naturaleza humana llama trabajo, para movernos, para obrar dentro de lo que Dios llama trabajo.

"Ellos, los sacerdotes, los fariseos, los líderes y la gente en general", se quedarán relegados, practicando lo que les place, "sus trabajos, sus obras", mientras que los que "ellos", llaman corruptos ladrones, cobradores de impuestos, prostitutas, llegarán y entraran al hogar, porque "se arrepintieron de su forma de "trabajar es decir de pecar".

Todos sin una sola excepción, trabajamos para consumar el pecado, como consecuencia del pecado: Génesis 3: 17 Al hombre le dijo: —Como le hiciste caso a tu mujer y comiste del fruto del árbol del que te dije que no comieras, ahora la tierra va a estar bajo maldición por tu culpa; con duro trabajo la harás producir tu alimento durante toda tu vida. DHH.    

En la cruz Cristo Jesús, nos redimió del pecado producto de la lucha por sobrevivir, guerreando unos contra otros, y restauró nuestra relación con el Padre, de manera que la maldición que el hombre llamó y llama trabajo, terminó para toda la humanidad y se hace efectiva en los que se arrepienten y vienen a ser parte de los trabajadores de la viña del Señor.

Mateo 21: 28/ 30 Jesús les preguntó: —¿Qué opinan ustedes de esto? Un hombre tenía dos hijos, y le dijo a uno de ellos: “Hijo, ve hoy a trabajar a mi viñedo.” El hijo le contestó: “¡No quiero ir!” Pero después cambió de parecer, y fue. Luego el padre se dirigió al otro, y le dijo lo mismo. Éste contestó: “Sí, señor, yo iré.” Pero no fue.  DHH.

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