El sistema de medida, ...

Santiago 4: 17 El que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado.  DHH.

... que ha sido empleado por los seres humanos sociales y religiosos, funciona por principio, en que la autoridad es humana y en esta misma medida, que las prioridades son precisamente las que esa autoridad decide y regula. Dentro de este marco de referencia, queda claro que hacer funcionar el sistema humano, no es otra cosa que obedecer los estándares diseñados por el hombre.

Estándar o medida, humana para todo lo que este al alcance de los apetitos y de los instintos de la naturaleza humana; leyes, decretos y reglamentos para garantizar que se cumplan, que se obedezcan, pero sin contemplar lo que hay detrás de cada ley, de cada decreto y de cada reglamento, en cuanto al bien y el mal. 

El Sistema de Medida Divino, es decir los Estándares Divinos, han sido diseñados por Dios, en atención a las consecuencias de cada acción, que no es otra cosa que la visión interna de lo que motiva cada acción,  según el bien y el mal que es explicado ampliamente por El creador, que es la autoridad.

Conocer los estándares de Dios y no obedecerlos, trae como consecuencia el pecado, que es la palabra con la que se resume lo que ocurre cuando la conducta humana ofende a Dios y su Autoridad Santa y Justa.  Es aquí en donde podemos analizar lo que puede ocurrir cuando, prefiero obedecer los estándares humanos, reemplazando los de Dios.  

No hay diferencia ni jerarquía en la desobediencia, no hay faltas menores o mayores, si no estoy en el lugar y haciendo lo que Dios dice que tengo que hacer, he cometido pecado; no importa lo que decido hacer para no estar donde Dios me ordena que debo estar; alimentando a los que no tienen casa ni comida, visitando a los que no había visitado.

Dándome una pasadita por los hospitales, visitando otras "iglesias",  llamando a los familiares y amigos que no había llamado, ayudándole a limpiar la casa a mi vecino, tomádome el descanso que me merezco, reunido con "amigos" para comentar lo que hace este o aquel,  evitando estar en el mismo lugar con  este o aquel que me disgusta.

No importa que tan bueno o que tan malo nos parezca según los estándares humanos lo que reemplaza nuestra obediencia a Dios, es simplemente desobediencia, simplemente pecado, algo tan real, tan exacto que es la base  en la que  deben entenderse la vida y la muerte. 

1 de Corintios 10: 21 No pueden beber de la copa del Señor y, a la vez, de la copa de los demonios; ni pueden participar de la mesa del Señor y, a la vez, de la mesa de los demonios.  DHH.

La Palabra nos instruye acerca de lo que ocurre cuando hay "choque de poderes", los poderes subterráneos, que de todas maneras están supeditados al creador,  y el Poder de Dios; los que así actúan, están actuando hipócritamente ante  su Creador y ante el diablo, su inconsciencia los hará perecer como perecieron los demonios.

Salmo 97: 10 El Señor ama a los que odian el mal; protege la vida de los que le son fieles; los libra de caer en manos de malvados.  DHH.

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