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Filipenses 3: 17/19 Sigan, hermanos, mi ejemplo y fíjense en aquellos que nos han tomado como modelo de conducta. Porque hay muchos que viven como enemigos de la cruz de Cristo; lo he dicho muchas veces y lo repito ahora con lágrimas en los ojos. Su paradero es la perdición; su dios, el vientre; su orgullo, aquello que debería avergonzarlos; su pensamiento, las cosas terrenas. BHTI.

... la obra de Dios con lo raro que los seres humanos llaman bueno, porque la conducta humana "normal", obra siempre para mal; lo raro que los seres humanos hacen para bien, es lo extraordinario que levantan por decreto y que según "ellos" es santidad; estos son los "santos" diseñados por la naturaleza pecaminosa.

Hebreos 10: 26/29 Si seguimos pecando después de haber conocido la verdadera enseñanza de Dios, ningún sacrificio podrá hacer que Dios nos perdone. No nos quedaría más remedio que esperar, con un miedo terrible, el juicio final, que es cuando los enemigos de Dios serán destruidos con fuego ardiente. Si en un juicio dos testigos afirman que alguien ha desobedecido la ley de Moisés, los jueces no le tienen compasión a esa persona y ordenan su muerte. ¡Imagínense entonces el terrible castigo que recibirán los que desprecian al Hijo de Dios, y los que dicen que su muerte no sirve para nada! Los que hacen eso insultan al Espíritu de Dios, que los ama, y menosprecian la muerte de Cristo, es decir, el nuevo pacto por medio del cual Dios les perdona sus pecados. TLAD.

La santidad es el estilo de vida que obra siempre para bien, es la manifestación del amor con cada acto de vida, es el Evangelio práctico en que viven los hijos de Dios que son el templo en que Cristo Jesús habita por el poder el Espíritu Santo, es el estado "natural en que viven eternamente desde ahora, los redimidos y vivificados cristianos que libremente decidieron morir con  Cristo Jesús y resucitar con El, para desarrollar durante su vida en este mundo, el proceso de maduración de su santidad, que Dios nos revela como Santificación.

1 de Corintios 3: 15/17 Ustedes deberían saber que son el templo de Dios y el Espíritu de Dios vive en ustedes. Aquel que destruya el templo de Dios, será destruido por Dios. El templo de Dios es santo, por eso ustedes también son santos. PDT. 

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