Este es el, ...

1 de Corintios 13: 4/7,13 El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas. No se alegra de la injusticia sino que se alegra cuando la verdad triunfa. El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia. Tres cosas durarán para siempre: la fe, la esperanza y el amor; y la mayor de las tres es el amor. NTV.

... taller en que se "fabrica el habito" que visten los cristianos, desde que abren los ojos en la mañana hasta que llega el tiempo de descansar, al que conocemos como dormir, tiempo durante el cual la mayoría de ellos, por decir todos, descansan sin despojarse de el, por si fuere necesario actuar, de modo que pasaran del sueno a la vigilia, vestidos como genuinos guerreros.

La constancia, la perseverancia, la valentía de los guerreros del amor, en su lucha permanente contra el odio social y religioso, desgastaran su Habito, pero el supremo Señor, el Capitán que los "reclutó", cuida sin cesar de cada uno y así como diseño y fabrico la ropa con la que salieron de casa aquellos, que lo traicionaron, así el mismo hace las reparaciones que sean necesarias.

Mateo 7: 15 »Tengan cuidado con los falsos profetas, pues ellos están disfrazados de mansas ovejas, pero por dentro son lobos feroces. PDT.

Los lobos feroces, que le dan forma al sistema social y religioso, hacen sus mejores esfuerzos para engañar, vistiendo su perversión de púrpura y oro, y de galas que son "filacterias y extensión de flecos en sus mantos"; la única forma que tienen para parecer lo que quieren, es vistiendo sus hábitos, hábitos que son simples confecciones humanas, falsas formas de lo que es el Habito diseñado por Dios.-Mateo 23: 27-

Romanos 8: 1/10 Por lo tanto, ya no hay condenación para los que pertenecen a Cristo Jesús; y porque ustedes pertenecen a él, el poder del Espíritu que da vida los ha libertado del poder del pecado, que lleva a la muerte. La ley de Moisés no podía salvarnos, porque nuestra naturaleza pecaminosa es débil. Así que Dios hizo lo que la ley no podía hacer. Él envió a su propio Hijo en un cuerpo como el que nosotros los pecadores tenemos; y en ese cuerpo, mediante la entrega de su Hijo como sacrificio por nuestros pecados, Dios declaró el fin del dominio que el pecado tenía sobre nosotros. Lo hizo para que se cumpliera totalmente la exigencia justa de la ley a favor de nosotros, que ya no seguimos a nuestra naturaleza pecaminosa sino que seguimos al Espíritu. Los que están dominados por la naturaleza pecaminosa piensan en cosas pecaminosas, pero los que son controlados por el Espíritu Santo piensan en las cosas que agradan al Espíritu. Por lo tanto, permitir que la naturaleza pecaminosa les controle la mente lleva a la muerte. Pero permitir que el Espíritu les controle la mente lleva a la vida y a la paz. Pues la naturaleza pecaminosa es enemiga de Dios siempre. Nunca obedeció las leyes de Dios y jamás lo hará. Por eso, los que todavía viven bajo el dominio de la naturaleza pecaminosa nunca pueden agradar a Dios. Pero ustedes no están dominados por su naturaleza pecaminosa. Son controlados por el Espíritu si el Espíritu de Dios vive en ustedes. (Y recuerden que los que no tienen al Espíritu de Cristo en ellos, de ninguna manera pertenecen a él). Y Cristo vive en ustedes; entonces, aunque el cuerpo morirá por causa del pecado, el Espíritu les da vida, porque ustedes ya fueron declarados justos a los ojos de Dios.NTV 

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