Cambio de, ...

Juan 1: 12/13 pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. Ellos nacen de nuevo, no mediante un nacimiento físico como resultado de la pasión o de la iniciativa humana, sino por medio de un nacimiento que proviene de Dios. NTV. 

... filiación, es cambio de familia, la familia a la que por filiación pertenecemos por razones de sangre, es reestructurada por razones espirituales, esa "reestructura" da como resultado una nueva familia, con un nuevo carácter, con un nuevo origen y con nuevo "destino", es decir lugar al que la familia se dirige.

1 de Pedro 2: 9/10 Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; antes no habían recibido misericordia, pero ahora ya la han recibido. NVI.

Nacer en la familia de Dios, es el fundamento de la vida eterna, y es privilegio de las personas que libremente han recibido el perdón de sus pecados en la sangre de Cristo Jesus y lo han recibido como su Señor y Salvador, para que entronado en su corazón, sea la vida de Dios manifestada en medio de la gente de este mundo.

Ser Cristiano es por tanto la obra del Espíritu Santo, que unge a los que desde ahora son parte de la familia de Dios, para llevar adelante la obra de traer con su nuevo estilo de vida basado en el amor, a los que son parte de su filiación antigua, porque su testimonio de vida se lleva a efecto con ellos y para ellos, a pesar de su cruel persecución.

Juan 13: 2/5, 12/15 Era la hora de cenar, y el diablo ya había incitado a Judas, hijo de Simón Iscariote, para que traicionara a Jesús. Jesús sabía que el Padre le había dado autoridad sobre todas las cosas y que había venido de Dios y regresaría a Dios. Así que se levantó de la mesa, se quitó el manto, se ató una toalla a la cintura y echó agua en un recipiente. Luego comenzó a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía en la cintura. Después de lavarles los pies, se puso otra vez el manto, se sentó y preguntó: —¿Entienden lo que acabo de hacer? Ustedes me llaman “Maestro” y “Señor” y tienen razón, porque es lo que soy. Y, dado que yo, su Señor y Maestro, les he lavado los pies, ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Les di mi ejemplo para que lo sigan. Hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. NTV.

Entradas populares