El justo, ...
Job 42: 8B/9 Mi siervo Job orará, y yo aceptaré la oración a favor de ustedes. No los trataré como se merecen, a pesar de no haber hablado de mí con exactitud, como lo hizo mi siervo Job». Así que Elifaz el temanita, Bildad el suhita y Zofar el naamatita, hicieron lo que el S eñor les mandó, y el Señor aceptó la oración de Job. NTV.
... es el que ha recibido la anuencia de Dios para propiciar la solución al grave pecado de juicio, en el que han caído los seres humanos sociales y religiosos, que se han atrevido a convertirse en "autoridades de justicia", que interpretan el Corazón de Dios y que lo suplantan haciendo pasar sus muy bien hilados discursos diabólicos, como si fueran de Dios.
Lucas 18: 9/14 Había unos que creían que siempre hacían el bien. Estaban tan seguros de sí mismos que menospreciaban a los demás. Jesús contó esta historia para ellos: «Dos hombres fueron al templo a orar. Uno era un fariseo y el otro era un cobrador de impuestos. El fariseo, puesto de pie, se puso a orar consigo mismo así: “Dios, te doy gracias porque no soy como los demás. No soy como los ladrones, los injustos, los que cometen el pecado de adulterio, ni tampoco como este cobrador de impuestos. Ayuno dos veces a la semana y doy la décima parte de todo lo que adquiero”. »En cambio, el cobrador de impuestos estaba de pie a cierta distancia. Cuando oró ni siquiera levantó la vista al cielo, sino que se golpeaba el pecho para mostrar que estaba arrepentido, y decía: “¡Dios, ten compasión de mí porque soy un pecador!” Les digo que este se fue a su casa aprobado por Dios pero el otro no, porque el que se cree mucho será humillado, pero el que se humilla recibirá honor». PDT.
Unicamente la oración del justo, intercediendo por los agresores, ejercerá el poder de cambiar lo que en justicia recibirán; "lo que se merecen", todos los campeones en prácticas religiosas ceremoniales, esos fariseos que encarnan a los doctores en asuntos religiosos que conspiraron para crucificar al Redentor y Salvador, y que dicen "orar", pero consigo mismos, de la misma manera que esta ocurriendo hoy.
Romanos 2: 1/6 Por eso, tú, quienquiera que seas, no tienes excusa cuando te eriges en juez de los demás. Al juzgar a otro, tú mismo te condenas, pues te eriges en juez no siendo mejor que los demás. Es sabido que el juicio de Dios cae con rigor sobre quienes así se comportan. Y tú que condenas a quienes actúan así, pero te portas igual que ellos, ¿te imaginas que vas a librarte del castigo de Dios? ¿Te es, acaso, indiferente la inagotable bondad, paciencia y generosidad de Dios, y no te das cuenta de que es precisamente esa bondad la que está impulsándote a cambiar de conducta? Eres de corazón terco y obstinado, con lo que estás amontonando castigos sobre ti para aquel día de castigo, cuando Dios se manifieste como justo juez y pague a cada uno según su merecido : BHTI.
La anuencia de Dios es el acto Divino con el que El perdón es concedido, cuando el que lo concede es directamente el afectado, de manera que el corazón perdonador del justo agredido, intercede ante la Justicia de Dios, y obra armónicamente con el Corazón de Dios que perdona el pecado; es lo que ocurrió con los agresores "amigos" de Job, que al hacer lo que Dios les mandó, se acercaron a Job para pedirle perdón.-Mateo 6: 9/15-
El sistema social y religioso sostiene su verdad en la que nadie debe "juzgar a otro", encubriendo el principio Divino en el que se desarrolla la Vida que es agradable a Dios y es el juicio sobre la Verdad de Dios, su persona y su carácter, juicio que no solo es lícito ante Dios sino que el que no lo práctica, esta bajo condenación, porque es que cada uno de los que ha nacido y nacerán sobre la tierra nacen pecadores.
... es el que ha recibido la anuencia de Dios para propiciar la solución al grave pecado de juicio, en el que han caído los seres humanos sociales y religiosos, que se han atrevido a convertirse en "autoridades de justicia", que interpretan el Corazón de Dios y que lo suplantan haciendo pasar sus muy bien hilados discursos diabólicos, como si fueran de Dios.
Lucas 18: 9/14 Había unos que creían que siempre hacían el bien. Estaban tan seguros de sí mismos que menospreciaban a los demás. Jesús contó esta historia para ellos: «Dos hombres fueron al templo a orar. Uno era un fariseo y el otro era un cobrador de impuestos. El fariseo, puesto de pie, se puso a orar consigo mismo así: “Dios, te doy gracias porque no soy como los demás. No soy como los ladrones, los injustos, los que cometen el pecado de adulterio, ni tampoco como este cobrador de impuestos. Ayuno dos veces a la semana y doy la décima parte de todo lo que adquiero”. »En cambio, el cobrador de impuestos estaba de pie a cierta distancia. Cuando oró ni siquiera levantó la vista al cielo, sino que se golpeaba el pecho para mostrar que estaba arrepentido, y decía: “¡Dios, ten compasión de mí porque soy un pecador!” Les digo que este se fue a su casa aprobado por Dios pero el otro no, porque el que se cree mucho será humillado, pero el que se humilla recibirá honor». PDT.
Unicamente la oración del justo, intercediendo por los agresores, ejercerá el poder de cambiar lo que en justicia recibirán; "lo que se merecen", todos los campeones en prácticas religiosas ceremoniales, esos fariseos que encarnan a los doctores en asuntos religiosos que conspiraron para crucificar al Redentor y Salvador, y que dicen "orar", pero consigo mismos, de la misma manera que esta ocurriendo hoy.
Romanos 2: 1/6 Por eso, tú, quienquiera que seas, no tienes excusa cuando te eriges en juez de los demás. Al juzgar a otro, tú mismo te condenas, pues te eriges en juez no siendo mejor que los demás. Es sabido que el juicio de Dios cae con rigor sobre quienes así se comportan. Y tú que condenas a quienes actúan así, pero te portas igual que ellos, ¿te imaginas que vas a librarte del castigo de Dios? ¿Te es, acaso, indiferente la inagotable bondad, paciencia y generosidad de Dios, y no te das cuenta de que es precisamente esa bondad la que está impulsándote a cambiar de conducta? Eres de corazón terco y obstinado, con lo que estás amontonando castigos sobre ti para aquel día de castigo, cuando Dios se manifieste como justo juez y pague a cada uno según su merecido : BHTI.
La anuencia de Dios es el acto Divino con el que El perdón es concedido, cuando el que lo concede es directamente el afectado, de manera que el corazón perdonador del justo agredido, intercede ante la Justicia de Dios, y obra armónicamente con el Corazón de Dios que perdona el pecado; es lo que ocurrió con los agresores "amigos" de Job, que al hacer lo que Dios les mandó, se acercaron a Job para pedirle perdón.-Mateo 6: 9/15-
El sistema social y religioso sostiene su verdad en la que nadie debe "juzgar a otro", encubriendo el principio Divino en el que se desarrolla la Vida que es agradable a Dios y es el juicio sobre la Verdad de Dios, su persona y su carácter, juicio que no solo es lícito ante Dios sino que el que no lo práctica, esta bajo condenación, porque es que cada uno de los que ha nacido y nacerán sobre la tierra nacen pecadores.
Juan 8: 42/45 Jesús les respondió: —Si en verdad Dios fuera su Padre, ustedes me amarían, porque yo vengo del cielo, donde está Dios. Yo no vine por mi propia cuenta, sino que Dios me envió. Ustedes no pueden entender lo que les digo, porque no les gusta escuchar mi mensaje. El padre de ustedes es el diablo, y ustedes tratan de hacer lo que él quiere. El diablo siempre ha sido un asesino y un gran mentiroso. Todo lo que dice son sólo mentiras, y hace que las personas mientan. »Por eso ustedes no pueden creer que digo la verdad. TLAD.