Ciegos de, ...
Job 42: 7/9 Después que el Señor dijo estas cosas a Job, dijo también a Elifaz: «Estoy muy enojado contigo y con tus dos amigos, porque no dijeron la verdad acerca de mí, como lo hizo mi siervo Job. Tomen ahora siete toros y siete carneros y vayan a ver a mi siervo Job, y ofrézcanlos como holocausto por ustedes. Mi siervo Job orará por ustedes, y yo aceptaré su oración y no les haré ningún daño, aunque se lo merecen por no haber dicho la verdad acerca de mí, como lo hizo mi siervo Job.» Elifaz, Bildad y Sofar fueron e hicieron lo que el Señor les ordenó, y el Señor aceptó la oración de Job. DHH.
... de si mismos, gravemente ciegos acerca de los demás; la incapacidad para valorar la propia conducta, es ceguera que afecta la totalidad de lo que cada quien cree de si mismo y de su condición moral y de conciencia, así que su manera de obrar es puramente social y religiosa, que viene a ser los "ojos" con los que cada quien se ve y por lo tanto ve a los demás.
Galatas 6: 3/5 Si alguien se cree importante, cuando en realidad no lo es, se está engañando a sí mismo. Cada uno debe examinar su propia conducta. Si es buena, podrá sentirse satisfecho de sus acciones, pero no debe compararse con los demás. Cada uno es responsable ante Dios de su propia conducta. TLAD.
Durante el tempo que Job fue socialmente respetado y reconocido, la religión lo aceptaba por su alta posición de liderato y de riqueza, relacionando todo ese esplendor con la pureza de sus actos, es decir la ausencia de pecado, demostrado por lo que sucede con los amigos religiosos que Job tenia, Elifaz, Bildad y Zofar.
"Amigos" que al verlo completamente destruido en su posición, social, económica y familiar, dejan de "verlo", como el líder poderoso y justo, para "verlo" en tal estado de postración como un completo pecador, al que se dedican a atacar sin cesar en el nombre de Dios, llegando al extremo de asumir ante Job que eran la voz de Dios.
Toda la falsa predicación, en contra de Job, estuvo enmarcada por la visión social y religiosa, de los tres farsantes, que se habían hecho pasar por amigos, solo para hacerse parte de los méritos de Job, por tanto cuando Job perdió lo que tenia, se conoció la verdadera vocación parásita de aquellos que disfrutaban, de lo que Dios concedía al hombre que vivía rectamente y sin tacha como fiel servidor de Dios. -Job 1: 1-
Mateo 7: 1/5 »No juzguen a otros, para que Dios no los juzgue a ustedes. Pues Dios los juzgará a ustedes de la misma manera que ustedes juzguen a otros; y con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les dará a ustedes. ¿Por qué te pones a mirar la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no te fijas en el tronco que tú tienes en el tuyo? Y si tú tienes un tronco en tu propio ojo, ¿cómo puedes decirle a tu hermano: “Déjame sacarte la astilla que tienes en el ojo”? ¡Hipócrita!, saca primero el tronco de tu propio ojo, y así podrás ver bien para sacar la astilla que tiene tu hermano en el suyo. DHH.
El ejemplo de Elifas. Bilad y Zofar, que por su ceguera, se creian justos y aceptos por Dios, causó que agregaran pecado a su pecado gravemente, al juzgar primero la conducta que desconocían de Job, en cambio de haber aplicado toda su elocuencia, a sus propias existencias. Dios en su Omnisciencia conoce el interior de cada criatura, sabe lo que cada quien hace y porque lo hace, y da a cada uno según su conducta.
Hebreos 4: 13 No hay nada en toda la creación que esté oculto a Dios. Todo está desnudo y expuesto ante sus ojos; y es a él a quien rendimos cuentas. NTV.
... de si mismos, gravemente ciegos acerca de los demás; la incapacidad para valorar la propia conducta, es ceguera que afecta la totalidad de lo que cada quien cree de si mismo y de su condición moral y de conciencia, así que su manera de obrar es puramente social y religiosa, que viene a ser los "ojos" con los que cada quien se ve y por lo tanto ve a los demás.
Galatas 6: 3/5 Si alguien se cree importante, cuando en realidad no lo es, se está engañando a sí mismo. Cada uno debe examinar su propia conducta. Si es buena, podrá sentirse satisfecho de sus acciones, pero no debe compararse con los demás. Cada uno es responsable ante Dios de su propia conducta. TLAD.
Durante el tempo que Job fue socialmente respetado y reconocido, la religión lo aceptaba por su alta posición de liderato y de riqueza, relacionando todo ese esplendor con la pureza de sus actos, es decir la ausencia de pecado, demostrado por lo que sucede con los amigos religiosos que Job tenia, Elifaz, Bildad y Zofar.
"Amigos" que al verlo completamente destruido en su posición, social, económica y familiar, dejan de "verlo", como el líder poderoso y justo, para "verlo" en tal estado de postración como un completo pecador, al que se dedican a atacar sin cesar en el nombre de Dios, llegando al extremo de asumir ante Job que eran la voz de Dios.
Toda la falsa predicación, en contra de Job, estuvo enmarcada por la visión social y religiosa, de los tres farsantes, que se habían hecho pasar por amigos, solo para hacerse parte de los méritos de Job, por tanto cuando Job perdió lo que tenia, se conoció la verdadera vocación parásita de aquellos que disfrutaban, de lo que Dios concedía al hombre que vivía rectamente y sin tacha como fiel servidor de Dios. -Job 1: 1-
Mateo 7: 1/5 »No juzguen a otros, para que Dios no los juzgue a ustedes. Pues Dios los juzgará a ustedes de la misma manera que ustedes juzguen a otros; y con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les dará a ustedes. ¿Por qué te pones a mirar la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no te fijas en el tronco que tú tienes en el tuyo? Y si tú tienes un tronco en tu propio ojo, ¿cómo puedes decirle a tu hermano: “Déjame sacarte la astilla que tienes en el ojo”? ¡Hipócrita!, saca primero el tronco de tu propio ojo, y así podrás ver bien para sacar la astilla que tiene tu hermano en el suyo. DHH.
El ejemplo de Elifas. Bilad y Zofar, que por su ceguera, se creian justos y aceptos por Dios, causó que agregaran pecado a su pecado gravemente, al juzgar primero la conducta que desconocían de Job, en cambio de haber aplicado toda su elocuencia, a sus propias existencias. Dios en su Omnisciencia conoce el interior de cada criatura, sabe lo que cada quien hace y porque lo hace, y da a cada uno según su conducta.
Hebreos 4: 13 No hay nada en toda la creación que esté oculto a Dios. Todo está desnudo y expuesto ante sus ojos; y es a él a quien rendimos cuentas. NTV.