Comunion
Lucas 6: 46 »¿Por qué me llaman ustedes “Señor, Señor”, y no hacen lo que les mando hacer? RVC.
En estos últimos tres días hemos repasado, los principios en los que se fundamenta la relación de Dios El Creador, con sus hijos. La visión que recibimos es la de Una familia, en la que el Padre, sostiene a cada uno de sus hijos, proveyendo su guía y dirección, para que su vida se realice, dentro de su voluntad y conforme al propósito personal que el le revela.
Salmo 25: 4/10 Señor, muéstrame tus caminos; guíame por tus senderos; guíame, encamíname en tu verdad, pues tú eres mi Dios y Salvador. ¡En ti confío a todas horas! Señor, acuérdate del amor y la ternura que siempre nos has manifestado, pero no te acuerdes de mis pecados ni del mal que hice en mi juventud. Señor, acuérdate de mí, por tu gran amor y bondad. El Señor es bueno y justo; él corrige la conducta de los pecadores y guía por su camino a los humildes; ¡los instruye en la justicia! Él siempre procede con amor y fidelidad, con los que cumplen su alianza y sus mandamientos. DHH.
Se trata de los principios inalienables en los que se realiza la relacion que existe entre Dios y los que han decidido "comulgar" con todo lo que Dios Es, y lo que es necesario para hacer efectiva esa comunión. No obstante la verdad que Dios nos revela en su Palabra la Biblia, el sistema religioso llama comunión a los rituales que realizan según sus diferentes manifestaciones.
Juan 15: 15 Ya no los llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; yo los he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, se las he dado a conocer a ustedes. RVC. Estar en comunión con Dios, es tener una relación personal con El, en su Hijo Cristo Jesús, asombrados por su Santidad y su Justicia, caminando, por donde El camina, siendo parte y participes de su Amor.
La comunión con Dios se inicia ante Cristo Jesús, en la cruz del calvario, recibiendo el perdón por los pecados y siendo redimidos en su Sangre, naciendo a una nueva vida, que es posible por la unción del Espíritu Santo, que instala en el corazón de cada nuevo hijo-a, a su Señor y Salvador Cristo Jesús, para estar unidos a Dios El Padre eternamente.
En estos últimos tres días hemos repasado, los principios en los que se fundamenta la relación de Dios El Creador, con sus hijos. La visión que recibimos es la de Una familia, en la que el Padre, sostiene a cada uno de sus hijos, proveyendo su guía y dirección, para que su vida se realice, dentro de su voluntad y conforme al propósito personal que el le revela.
Salmo 25: 4/10 Señor, muéstrame tus caminos; guíame por tus senderos; guíame, encamíname en tu verdad, pues tú eres mi Dios y Salvador. ¡En ti confío a todas horas! Señor, acuérdate del amor y la ternura que siempre nos has manifestado, pero no te acuerdes de mis pecados ni del mal que hice en mi juventud. Señor, acuérdate de mí, por tu gran amor y bondad. El Señor es bueno y justo; él corrige la conducta de los pecadores y guía por su camino a los humildes; ¡los instruye en la justicia! Él siempre procede con amor y fidelidad, con los que cumplen su alianza y sus mandamientos. DHH.
Se trata de los principios inalienables en los que se realiza la relacion que existe entre Dios y los que han decidido "comulgar" con todo lo que Dios Es, y lo que es necesario para hacer efectiva esa comunión. No obstante la verdad que Dios nos revela en su Palabra la Biblia, el sistema religioso llama comunión a los rituales que realizan según sus diferentes manifestaciones.
Juan 15: 15 Ya no los llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; yo los he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, se las he dado a conocer a ustedes. RVC. Estar en comunión con Dios, es tener una relación personal con El, en su Hijo Cristo Jesús, asombrados por su Santidad y su Justicia, caminando, por donde El camina, siendo parte y participes de su Amor.
La comunión con Dios se inicia ante Cristo Jesús, en la cruz del calvario, recibiendo el perdón por los pecados y siendo redimidos en su Sangre, naciendo a una nueva vida, que es posible por la unción del Espíritu Santo, que instala en el corazón de cada nuevo hijo-a, a su Señor y Salvador Cristo Jesús, para estar unidos a Dios El Padre eternamente.