¿Como nos vemos?, ...

Exodo 20: 17 "No codiciarás la casa de tu prójimo. No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo." NBLH.

... mal o deformados,... irreales, si el espejo en el que nos miramos son los demás; de primera mano surge algo de enorme valor en el orden espiritual, que al violar el décimo mandamiento, en realidad estamos violando todos lo demás. Toma forma entonces con toda claridad el pecado de la codicia, que es el resultado de usar como espejo al prójimo.

El poder encubierto de la codicia, esta en que no estaremos satisfechos con nuestra "figura", y en ese orden con nada que realmente tengamos, al punto en que lo irreal, es estar en medio de algo que no veo ni aprecio, buscando afanosamente lo que veo, pero que no tengo, de modo que la palabra gratitud jamás será parte del lenguaje del codicioso.

Estos seres humanos pecan por ingratitud ante Dios, por lo mas importante que es su individualidad, tal como El se las ha dado, no pueden encontrar explicación a la palabra persona, que implica originalidad irrepetible, cometen adulterio, porque no aprecian a su esposo, o esposa, sino que quieren a la esposa del prójimo, y en este orden son capaces de todo.

De cambiar de dios, desconociendo al legitimo, adorar ídolos e imágenes de mujeres, hombres, animales, ríos, montañas, etc; hacer del nombre de Dios una vana repetición; "trabajar" sin tomar el tiempo para agradecer a Dios; evadir el cuidado de los padres; llegar hasta a matar y robar; mentir en contra de otro en los tribunales, todo por conseguir lo que veo en el prójimo.

Santiago 1: 23/24
El que oye el mensaje de Dios sin obedecer lo que dice es como el que se mira en un espejo. Se mira en el espejo, se va y pronto olvida lo mal que se veía. WBES.

En lo esencial este mensaje nos confirma que la manera como nos veamos, es resultado de nuestra fe, por lo mismo esta dirigido a los creyentes, no a la gente en general, porque la fe tiene como principio operativo la obediencia a Dios, que el único que puede afirmar lo que somos como personas, porque ese fue el principal resultado de su ministerio en la tierra.

Murió por causa de la codicia, que se suma en Diez. El ser humano ingrato y violador de las normas de amor de Dios, fue sepultado con Cristo Jesús, porque el hombre que nace en su resurrección es una nueva criatura afirmada en su individualidad, por la presencia en su corazón del Creador, que como persona siempre se mira en el espejo en el que vera cada vez mas nítido el carácter de su Señor y Salvador.

1 de Corintios 13: 12
Ahora vemos confusamente, como por medio de un espejo; entonces veremos cara a cara. Ahora conozco sólo de forma limitada;
entonces conoceré del todo, como Dios mismo me conoce.
BLPH-ES.

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