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Isaias 14: 10/14 10 Exclaman a una voz: «¡Ahora eres tan débil como nosotros!». 11 Se esfumaron tu grandeza y poder; contigo quedan enterrados. Cesó toda dulce música en tu palacio; ahora tu sábana son larvas y tu frazada, gusanos. 12 ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucifer, hijo de la aurora! ¡Cómo has sido derribado en tierra, tú que fuiste tan poderoso luchando contra las naciones del mundo! 13 Porque te extasiabas pensando: «Subiré al cielo y gobernaré a los ángeles. NBV.

... se interrumpió, la corriente de la vida, la savia que mantenía vivos los pámpanos, de los que pendía el fruto, ceso, no porque la savia se agostara, fue que los pámpanos fueron podados, fueron cortados por el Majestuoso Cuidador de la Vid, lo hizo porque los que parecían ser parte de la vid, no lo eran,

La esterilidad de los seres extremos en rebeldía, de los entregados decisivamente a la esclavitud del pecado, de la muerte, agarrados artificialmente de la Vid, pero puestos en evidencia por su incapacidad para da fruto, son puestos en la gigante masa de pámpanos inútiles, semblanza del valle de los huesos secos, a la espera del momento en que serán echados al fuego que ellos mismos alimentan.

La gran masa de ramas inútiles podadas de la Vid-a, es conocida como "mundo", territorio de horror, de asesinato, de engaño, de mentira, de violación física y de las mentes, particularmente de los niños y las niñas, lugar en que la gente es asesinada y rinde cuentas ante Dios cada seis, segundos, más las cantidades gigantes de las que mueren en las olimpiadas de la muerte-guerra-.

No quisieron ser conductores de la fuente de la vida, la savia, que circula a través del Arbol de la Vida, la Vid que es Semblanza de la Persona de Cristo Jesús. que de la misma manera nos explica, como únicamente las personas-pámpanos-, que han sido hechos uno con El, pueden dar fruto, fruto de vida, de permanencia eterna para ser instrumentos del Amor de Dios, al inferior de Su Familia.

Santiago 4: 1/7 ¿De dónde vienen las guerras y las peleas entre ustedes? ¿Acaso no vienen de sus pasiones, las cuales luchan dentro de ustedes mismos? 2 Si ustedes desean algo, y no lo obtienen, entonces matan. Si arden de envidia y no consiguen lo que desean, entonces discuten y luchan. Pero no obtienen lo que desean, porque no piden; 3 y cuando piden algo, no lo reciben porque lo piden con malas intenciones, para gastarlo en sus propios placeres. 4 ¡Ay, gente adúltera! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Todo aquel que quiera ser amigo del mundo, se declara enemigo de Dios. 5 No crean que la Escritura dice en vano: «Ardientemente nos desea el Espíritu que él ha hecho habitar en nosotros.» 6 Pero la gracia que él nos da es mayor. Por eso dice: «Dios se opone a los soberbios, y da gracia a los humildes.» 7 Por lo tanto, sométanse a Dios; opongan resistencia al diablo, y él huirá de ustedes. RVC