El barro, ...

Genesis 1: 26/27 Dijo entonces Dios: — Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza para que domine sobre los peces del mar y sobre las aves del cielo; sobre los animales domésticos *, sobre los animales salvajes y sobre todos los reptiles que se arrastran por el suelo. Y creó Dios al ser humano a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó. BHTI. Entonces Dios el SEÑOR formó el cuerpo del hombre del polvo de la tierra y sopló en su nariz el aliento de vida. Fue así como el hombre se convirtió en un ser vivo. ‭Génesis‬ ‭2‬:‭ 7‬ NBD. 
... con el que Dios creó la especie humana, nos enseña que somos hechos de idéntico material, por lo tanto idénticos en naturaleza, solo diferentes en dones, las cualidades que le dan personalidad a la criatura, que es la identidad en que entendemos ser hijos, iguales en estatura, diferentes en carácter, explicación perfecta para los hijos que son imagen y semejanza de su Padre.

Daniel 2: 27/28,31/33 Daniel respondió: —No hay ningún sabio ni adivino, ni mago ni astrólogo, que pueda explicar a Su Majestad el misterio que desea conocer. Pero hay un Dios en el cielo que revela los misterios, y él ha hecho saber a Su Majestad lo que va a pasar en el futuro. Voy a explicarle a Su Majestad el sueño y las visiones que ha tenido mientras dormía: »En el sueño, Su Majestad veía que en su presencia se levantaba una estatua muy grande y brillante, y de aspecto terrible. La cabeza de la estatua era de oro puro; el pecho y los brazos, de plata; el vientre y los muslos, de bronce; las piernas, de hierro; y una parte de los pies era de hierro, y la otra de barro.‬ DHH.

La cima del error humano es alcanzada cuando los hombres se encumbran por sobre sus semejantes, montados en la nave del orgullo, que los conduce con soberbia hacia la realización del egoísmo con el que cada momento se ven a si mismos como lo único, como lo mas grande, como lo mas superior, como lo que debe ser respetado y aplaudido, y para el que es todo de lo que la mente es capaz.

Daniel 3: 1/6 El rey Nabucodonosor mandó hacer una estatua de oro, que tenía treinta metros de alto por tres de ancho, y ordenó que la pusieran en la llanura de Dura, en la provincia de Babilonia. Después mandó llamar a todos los gobernadores regionales, jefes del ejército, gobernadores provinciales, consejeros, tesoreros, jueces, magistrados y demás autoridades de las provincias, para que asistieran a la dedicación de la estatua que él había mandado hacer. Todas estas grandes personalidades de la nación se reunieron ante la estatua, para celebrar su dedicación. El encargado de anunciar el comienzo de la ceremonia ordenó en voz alta: «Atención, hombres de todos los pueblos, naciones y lenguas: En cuanto oigan ustedes tocar la trompeta, la flauta, la cítara, la lira, el salterio, la gaita y todos los instrumentos musicales, se pondrán de rodillas y adorarán a la estatua de oro que hizo construir el rey Nabucodonosor. Todo aquel que no se arrodille y adore a la estatua, será arrojado inmediatamente a un horno encendido.» DHH.

La apocalíptica explicación de Daniel a Nabucodonosor sobre la estatua de su visión, causó gran reverencia y reconocimiento para "el Dios de Daniel", pero bien pronto el rey se olvidó de lo que Dios le revelo y con su conducta empezó a desarrollar los planes de Dios para él, pues cometió el pecado imperdonable de la idolatría erigiendose en dios y exigiendo reverencia.

Daniel 4: 24/25,27/31,33 »Majestad, esto es lo que significa su sueño. El Dios altísimo ha ordenado todo esto contra el rey, mi señor: Usted será apartado de la gente y vivirá como los animales. Comerá pasto como el ganado y se mojará con el rocío. Durante siete años vivirá así, hasta que comprenda que el Dios altísimo es el único que gobierna los reinos de los hombres. Sólo Dios decide quién dirige los reinos. Por eso, mi rey, le pido que acepte el consejo que le doy: actúe con justicia y no peque más. En lugar de hacer maldades, ayude a los pobres. Así podrá seguir viviendo en paz. Todo eso le sucedió al rey Nabucodonosor. Un año después, el rey caminaba por la terraza de su palacio de Babilonia y dijo: «¡Miren qué grande es Babilonia! Yo construí esta ciudad con mi poder. ¡La he hecho capital de mi reino para mostrar lo grande que soy!» El rey no había terminado de hablar, cuando se oyó una voz desde el cielo diciendo: «¡Escucha lo que te va a suceder rey Nabucodonosor! Ya no tienes ningún poder sobre tu reino. Apenas terminó este mensaje, se cumplió todo lo que decía. Nabucodonosor fue alejado de la gente y empezó a comer pasto como el ganado. Su cuerpo se empapó con el rocío. Le creció el pelo hasta que parecía que tuviera plumas de águila, y las uñas le crecieron tanto que parecían las garras de un ave. PDT. 
El Creador le advirtió Nabucodonozor en dos ocasiones, una con la estatua y la otra con el gran árbol; Dios lo llamó a recapacitar sobre su conducta frente a sus semejantes, desconociendo a Dios; pero deliberadamente desobedeció, creyó que el oro, la plata, el bronce y aún el hierro, le darían inmunidad ante la absoluta verdad de Dios, señalada en que todo eso esta edificado sobre barro.

Daniel 2: 31/35 »En el sueño, Su Majestad veía que en su presencia se levantaba una estatua muy grande y brillante, y de aspecto terrible. La cabeza de la estatua era de oro puro; el pecho y los brazos, de plata; el vientre y los muslos, de bronce; las piernas, de hierro; y una parte de los pies era de hierro, y la otra de barro. Mientras Su Majestad la estaba mirando, de un monte se desprendió una piedra, sin que nadie la empujara, y vino a dar contra los pies de la estatua y los destrozó. En un momento, el hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro quedaron todos convertidos en polvo, como el que se ve en verano cuando se trilla el trigo, y el viento se lo llevó sin dejar el menor rastro. Pero la piedra que dio contra la estatua se convirtió en una gran montaña que ocupó toda la tierra. DHH.

La grandeza que supera todas las alturas humanas terrenales, llega a su nivel de excelencia dos pulgadas arriba del suelo, esto es a la altura de los tobillos; la grandeza que edificamos los seres humanos, aquella que Dios nos revela junto a Nabucodonozor, recibirá a su debido tiempo el golpe de la Roca, que es dado en lo que realmente somos, reduciendo a polvo nuestra estatura.

Juan 13: 10/15 Jesús respondió: —Una persona que se ha bañado bien no necesita lavarse más que los pies para estar completamente limpia. Y ustedes, discípulos, están limpios, aunque no todos. Pues Jesús sabía quién lo iba a traicionar. A eso se refería cuando dijo: «No todos están limpios». Después de lavarles los pies, se puso otra vez el manto, se sentó y preguntó: —¿Entienden lo que acabo de hacer? Ustedes me llaman “Maestro” y “Señor” y tienen razón, porque es lo que soy. Y, dado que yo, su Señor y Maestro, les he lavado los pies, ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Les di mi ejemplo para que lo sigan. Hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. NTV. 

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