En medio de, ...

Salmo 1: 1/3 Bienaventurado el hombre que no anda en compañía de malvados, ni se detiene a hablar con pecadores, ni se sienta a conversar con blasfemos. Que, por el contrario, se deleita en la ley del Señor, y día y noche medita en ella. Ese hombre es como un árbol plantado junto a los arroyos: llegado el momento da su fruto, y sus hojas no se marchitan. ¡En todo lo que hace, prospera. RVC.

... la multitud en la que vivimos, somos arrastrados por gran cantidad de "símbolos culturales y religiosos", la totalidad de esos símbolos son los que forman la cadena en la que nos movemos bien arraigados, por aquello de que, no soportamos sentirnos y vernos excluidos.

Cuando alguien se dirige a nosotros, o nosotros nos dirijmos a alguien, lo que usamos son los símbolos de la cadena social y religiosa, que nos permite "mimetizarnos", para no dar a conocer lo que realmente pensamos y somos, aún cuando en lo personal, sepamos que hay diferencias claves.

Cada palabra sale de nuestra boca buscando agradar al otro, y el otro quizás se esfuerce en lo mismo, creando un ambiente tan contaminado en el orden espiritual, como el que dizque produce el CO2 para dar forma a lo que la religión llama calentamiento global.

Mateo 15: 10/12,15/19
Jesús llamó a la multitud y dijo: —Escuchen y entiendan. Lo que *contamina a una persona no es lo que entra en la boca sino lo que sale de ella. Entonces se le acercaron los discípulos y le dijeron: —¿Sabes que los fariseos se *escandalizaron al oír eso? —Explícanos la comparación —le pidió Pedro. —¿También ustedes son todavía tan torpes? —les dijo Jesús—. ¿No se dan cuenta de que todo lo que entra en la boca va al estómago y después se echa en la letrina? Pero lo que sale de la boca viene del corazón y contamina a la persona. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, la inmoralidad sexual, los robos, los falsos testimonios y las calumnias. NVI.

Pueden formar parte los hijos de Dios de esta forma de convivencia, claro que no, mas bien es que una gran cantidad de gente que se dice cristiana, usa esta palabra como un símbolo para mimetizar lo que realmente cree y por lo mismo la forma como vive, en realidad haciendo causa común con los incrédulos.

La bienaventuranza que viene de la voz de Cristo Jesús, es para los que han aceptado el regalo de la liberación de su contaminación pecaminosa, porque han recibido en su sangre, la redención de sus pecados y han nacido una nueva forma de vida, que está encadenada a Dios el Padre, en Cristo Jesús por la unción del Espíritu Santo.

1 de Pedro 4: 1/4
Si Cristo padeció en su cuerpo, háganse a la idea de que también ustedes tienen que padecer, pues el que está sufriendo corporalmente se supone que ha roto con el pecado para vivir el resto de su vida mortal conforme a la voluntad de Dios y no conforme a las pasiones humanas. Porque bastante tiempo han pasado ustedes ya viviendo al estilo de los paganos, es decir, entregados al desenfreno y a la liviandad, a crápulas, orgías, borracheras y abominables cultos idolátricos. Ahora, ellos se extrañan y los insultan porque ustedes no se lanzan junto con ellos a ese torrente desbordado de lujuria. BLPH-ES.

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