Dos Clases

Gálatas 6: 8 Los que viven sólo para satisfacer los deseos de su propia naturaleza pecaminosa cosecharán, de esa naturaleza, destrucción y muerte; pero los que viven para agradar al Espíritu, del Espíritu, cosecharán vida eterna. NTV.

de Semilla son los que describe Dios en su palabra, cada una producirá el fruto que es resultado de su "naturaleza". La naturaleza de cada semilla es explicada con sencillez y precisión por Dios, para que no nos llamemos a engaño, o tratemos de justificarnos, cuando en el tiempo de recoger los frutos, aparentemos estar sorprendidos.

Eclesiastes 5: 5
No peques con tus palabras ni digas ante el ministro de Dios que fue sin darte cuenta. ¿Por qué irritar a Dios con lo que dices de manera que arruine tus obras?
BLPH-ES.

Por tanto cada semilla tiene sus componentes que le dan forma, y que la Palabra de Dios describe: Gálatas 5: 19/21
Cuando ustedes siguen los deseos de la naturaleza pecaminosa, los resultados son más que claros: inmoralidad sexual, impureza, pasiones sensuales, idolatría, hechicería, hostilidad, peleas, celos, arrebatos de furia, ambición egoísta, discordias, divisiones, envidia, borracheras, fiestas desenfrenadas y otros pecados parecidos. Permítanme repetirles lo que les dije antes: cualquiera que lleve esa clase de vida no heredará el reino de Dios. NTV.

Gálatas 5: 22/23 En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas! NTV. 1 de Corintios 13: 4/7 El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas. No se alegra de la injusticia sino que se alegra cuando la verdad triunfa. El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia. NTV.

Conocidos los componentes de cada semilla, íntimamente sabemos cual de ellas fue la que sembramos durante el año que termina, por tanto no debe sorprendernos la cosecha, y en cambio de dejarnos caer por la realidad de la culpa, que se vuelve necedad rebelde, podemos acercarnos a Dios y aceptar que caímos, arrepentirse y recibir el perdón.

Quien así proceda, contará con la mas clara perspectiva del nuevo año, porque Dios le pondrá en sus manos la semilla de vida, que si se siembra conforme a la voluntad y propósito de Dios, producirá abundante cosecha de vida personal, que se apreciará en cada lugar en el que Dios nos señala el campo para la siembra; la familia y la iglesia.

Gálatas 5: 24/25
Los que pertenecen a Cristo Jesús han clavado en la cruz las pasiones y los deseos de la naturaleza pecaminosa y los han crucificado allí. Ya que vivimos por el Espíritu, sigamos la guía del Espíritu en cada aspecto de nuestra vida. NTV.

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