El Libre Albedrio

Santiago 1: 12/15 *Dichoso el que resiste la *tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman. Que nadie, al ser tentado, diga: «Es Dios quien me tienta.» Porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni tampoco tienta él a nadie. Todo lo contrario, cada uno es tentado cuando sus propios malos deseos lo arrastran y seducen. Luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado; y el pecado, una vez que ha sido consumado, da a luz la muerte. NVI.

Cuando la Luz es parte de la vida de los creyentes, es porque en cada uno se ha hecho la obra en que existe hasta el final la iglesia, esa obra es realizada por El Espíritu Santo, que es quien sostiene mediante testimonio eterno, al cuerpo de Cristo que es edificado con cada nueva vida, que viene a ser para ese cuerpo, como los órganos son al cuerpo humano.

Cada quien es situado, dentro del cuerpo de Cristo que es la iglesia, con el propósito, que Dios le da, dando lugar a que "nuestra vida", se realice dentro de los propósitos de Dios, de manera que nadie "se podrá" mover del cuerpo, para hacer su voluntad, porque "su lugar" como órgano del cuerpo será cubierto por Dios, que no permitirá que el cuerpo colapse. -
Mateo 16: 24-.

El antiguo "dueño usurpador", de cada ser humano, que viene a ser persona en Cristo Jesús, desarrollara todo su "poder", para tratar de que pierdan su lugar en la iglesia-la familia de Dios-, ese poder se moverá en la mente de los Cristianos, recordándoles lo que eran y en especial lo que mas les "gustaba".

El creyente se verá siempre en medio de tentaciones, que lo dejan entre la verdad de Dios, y la verdad del mundo, el demonio y la carne. El camino escogido por tanto, es la senda estrecha en la que cada hijo de Dios se mantiene, usando su libre decisión de obedecer a Dios, dejando de lado al tentador y sus estrategias, esa es la vida Cristiana.

El hombre que le da forma a la sociedad y a la religión, no es fiel ni siquiera a si mismo, miente y defrauda por todas partes, y su fidelidad se concreta en lo que pueda obtener de todo eso para satisfacer todo lo que viene a su mente. En este contexto los seres humanos, responden únicamente a todo aquello que los haga sentir bien, es su decisión, es su soberanía.

El ejercicio del libre albedrío traerá irremediablemente dos frutos o consecuencias, o la corona de "príncipes y de princesas, hijos de Dios", y la bienaventuranza, o la muerte resultado de la práctica del pecado. En otra perspectiva, el resultado de como solucionemos la tentación, es la prueba de que es lo que obedecemos, si obedecemos a Dios, que nos proveyó la libertad en la obra de su hijo en la Cruz, o si obedecemos a nuestra naturaleza humana.

Naturaleza humana que causó la muerte del hijo de Dios, en la cruz del calvario. Nadie, ni Dios mismo nos obligará a nada, todo lo que hacemos es producto de nuestro parentesco con el creador, que nos permite inclusive, escoger la muerte como destino final del camino aquí en la tierra.

Santiago 1: 16/18
Mis queridos hermanos, no sean tontos ni se engañen a ustedes mismos. Dios nunca cambia. Fue Dios quien creó todas las estrellas del cielo, y es quien nos da todo lo bueno y todo lo perfecto. Además, quiso que fuéramos sus hijos. Por eso, por medio de la buena noticia de salvación nos dio una vida nueva. TLA.

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