Quien es el que nos acusa?


Apocalipsis 12: 9/10 9Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él. 10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: “Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de Su Cristo (el Mesías), porque el acusador de nuestros hermanos, el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche, ha sido arrojado. NBLH.

Uno que Dios llama en su palabra la Biblia, el enemigo; es aquel que por orgullo perdió eternamente el privilegio de estar en el mismo lugar que su creador. Es el que Dios llama también el engañador, el que maliciosamente disfraza el orgullo y la vanidad, ante la gente, con el argumento, que es bueno agradarse a si mismo y recibir toda clase de lisonjas.

La gente que cae en su maliciosa artimana, peca ante Dios, porque el orgullo y la vanidad, son la base en que se cometen todos los pecados; entonces el acusador de los hermanos, se presenta ante nuestro Padre Celestial -Job 1: 6/9-, para acusarnos de haber pecado, porque claro, el engañador no fue quien obró, sino que el engañado fue quien lo hizo.

Nada de esto tiene sentido para la gente, en general y muy especialmente, para los seres humanos que practican alguna forma de religión, pero es distinto, cuando se trata de los cristianos, los hijos de Dios adoptados en la familia de Dios, por los méritos de Cristo Jesus.

Los Creyentes, son el objetivo del acusador, es su estrategia para desfigurar, el sacrificio de la cruz, y la resurrección del hijo de Dios. debemos mantenernos firmes en la verdad de las promesas que Dios nos dió, para derribar así, todos los argumentos y la altivez que es el orgullo, cuya pretensión es que los hijos desobedezcan a su Padre.

2 de Corintios 10: 3/5
3Es verdad que vivimos en este mundo, pero no actuamos como todo el mundo, 4ni luchamos con las armas de este mundo. Al contrario, usamos el poder de Dios para destruir las fuerzas del mal, las acusaciones 5y el orgullo de quienes quieren impedir que todos conozcan a Dios. Con ese poder hacemos que los pecadores cambien su manera de pensar y obedezcan a Cristo. Versión Lenguaje Actual


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