A Que estamos Consagrados?
Hechos 26:15/16 15Entonces pregunté: “¿Quién eres, Señor?” “Yo soy Jesús, a quien tú persigues —me contestó el Señor—. 16Ahora, ponte en pie y escúchame. Me he aparecido a ti con el fin de designarte siervo y testigo de lo que has visto de mí y de lo que te voy a revelar. NVI.
Aventurar una respuesta rápida, nos dejaría hablando del trabajo, la familia, y quizás alguna forma de practica religiosa. Si la respuesta es un poco mas meditada, podría ser que resaltáramos alguna cualidad o habilidad y la forma como nos satisface y es reconocida por nuestras familia, compañeros de trabajo, y amigos.
Aunque este es el lado que podríamos llamar, positivo de la respuesta, en el lado que también llamamos negativo, la respuesta seria mas o menos la misma, salvo por el efecto que la dedicación, causa, en medio de la familia, los compañeros de "actividad" y la religión.
estas respuestas son reales, y lo son tanto, que si las analizamos, con juicio, nos damos cuenta, que son respuestas generales, que son las respuestas que la gente da y reconoce sin distinción de nacionalidad, raza y creencia religiosa.
Sin embargo es ahí en donde encontramos, una verdad que puede ser capaz de llevarnos a profundizar en la respuesta. Pensar en que aunque nos vemos y sentimos tan diferentes a la demás gente, en realidad somos, "tan iguales".
Es así como tenemos la respuesta, a lo que es nuestra consagración , a lo que estamos dedicados y apreciamos como nunca, lo que hemos decidido hacer, y que todo tiene que ver con lo que somos como hombres y mujeres, respondiendo a causas o instituciones como la familia, las empresas, la religión.
Hay alguna forma de cambiar, eso de ser "tan iguales"?, la respuesta es si, y empieza cuando seamos capaces de responder, ya no a causas o a instituciones, sino a una persona, a Cristo Jesus. Es la forma forma simple, en que la respuesta no tiene que ver con los hombres y sus vidas consagradas a lo general que les satisface, sino a lo especifico y personal, que satisface a Dios.
Ezequiel 36: 25/27 25'Entonces os rociaré con agua limpia y quedaréis limpios; de todas vuestras inmundicias y de todos vuestros ídolos os limpiaré. 26'Además, os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. 27'Pondré dentro de vosotros mi espíritu y haré que andéis en mis estatutos, y que cumpláis cuidadosamente mis ordenanzas. Biblia de las Americas