! poderío ¡, ...
Salmos 90 1/10 (1b) Señor, tú has sido nuestro refugio por todas las edades. 2 Desde antes que se formaran los montes y que existieran la tierra y el mundo, desde los tiempos antiguos y hasta los tiempos postreros, tú eres Dios. 3 Haces que el hombre vuelva al polvo cuando dices: «Vuelvan al polvo, seres humanos.» 4 En verdad, mil años, para ti, son como el día de ayer, que pasó. ¡Son como unas cuantas horas de la noche! 5 Arrastras a los hombres con violencia, cual si fueran sólo un sueño; 6 son como la hierba, que brota y florece a la mañana, pero a la tarde se marchita y muere. 7 En verdad, tu furor nos consume,¡nos deja confundidos! 8 Nuestros pecados y maldades quedan expuestos ante ti. 9 En verdad, toda nuestra vida termina a causa de tu enojo; nuestros años se van como un suspiro. 10 Setenta son los años que vivimos; los más fuertes llegan hasta ochenta; pero el orgullo de vivir tanto sólo trae molestias y trabajo. ¡Los años pronto pasan, lo mismo que nosotros! DHH.
... ímpetu humano centrado en su naturaleza, la naturaleza que describe parte a parte, la forma que hace posible que esa expresión naturaleza humana sea visible, y es que lo es en verdad, es visible como lo único que le da poder a la definición y demás que es visto, que es entendido, comprendido explicado expuesto y aceptado, precisamente porque se puede ver, porque cumple con las "especificaciones físicas", materiales, de las que nace toda explicación posible la gente a su entorno.
Eclesiastés 2: 7/13 7 compré esclavos y esclavas, y aun tuve criados nacidos en mi casa; también tuve más vacas y ovejas que cualquiera otro antes de mí en Jerusalén. 8 Junté montones de oro y plata, tesoros que antes fueron de otros reyes y de otras provincias. Tuve cantores y cantoras, placeres humanos y concubina tras concubina.9 Fui un gran personaje, y llegué a tener más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén. Además de eso, la sabiduría no me abandonaba. 10 Nunca me negué ningún deseo; jamás me negué ninguna diversión.
Gocé de corazón con todos mis trabajos, y ese gozo fue mi recompensa. 11 Me puse luego a considerar mis propias obras y el trabajo que me había costado realizarlas, y me di cuenta de que todo era vana ilusión, un querer atrapar el viento, y de que no hay nada de provecho en este mundo.12 Después me puse a reflexionar sobre la sabiduría, la estupidez y la necedad: ¿Qué más podrá hacer el que reine después de mí, sino lo que ya antes ha sido hecho? 13 Y encontré que es más provechosa la sabiduría que la necedad, así como es más provechosa la luz que la oscuridad. DHH.
El poderío humano es la explicación al imperio del pecado y la muerte, imperio del que es "emperador el angel de la muerte, satanás, el muerto que mato a los estaban vivos, a los que disfrutaban de la Naturaleza Divina, en su condición de hijos e hijas, der modo que, el vengador pecaminoso, muerto eternamente, cumplió su venganza, asesinado a los que debía servir en la casa, en el hogar, en el cielo, el reino de Dios en la Inmensidad Celestial.
Efesios 2: 1/3 Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados. 2 Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo—el líder de los poderes del mundo invisible[a]—, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios. 3 Todos vivíamos así en el pasado, siguiendo los deseos de nuestras pasiones y la inclinación de nuestra naturaleza pecaminosa. Por nuestra propia naturaleza, éramos objeto del enojo de Dios igual que todos los demás. NTV.
El imperio del pecado y su consecuencia la muerte eterna, hizo que los "señores y las señoras" de los servidores celestiales, por ser los hijos del Creador, El que decidió Soberanamente tal Orden Espiritual, quedaran bajo su poder, poder permitido por el Creador, ante la inmensidad de la perdida, ante la muerte de sus hijos e hijas, por lo que Su Voluntad Permisiva, Excelsa en Amor, determino como tiempo de valoración, de análisis, de prueba para sus hijos, el paso fugas por este mundo.
Romanos 6 17/22 17 Pero gracias a Dios que ustedes, que antes eran esclavos del pecado, ya han obedecido de corazón a la forma de enseñanza que han recibido. 18 Una vez libres de la esclavitud del pecado, ustedes han entrado al servicio de la justicia. 19 (Hablo en términos humanos, porque ustedes, por su debilidad, no pueden entender bien estas cosas.) De modo que, así como antes entregaron su cuerpo al servicio de la impureza y la maldad para hacer lo malo, entreguen también ahora su cuerpo al servicio de la justicia, con el fin de llevar una vida santa. 20 Cuando ustedes todavía eran esclavos del pecado, no estaban al servicio de la justicia; 21 pero ¿qué provecho sacaron entonces? Ahora ustedes se avergüenzan de esas cosas, pues sólo llevan a la muerte. 22 Pero ahora, libres de la esclavitud del pecado, han entrado al servicio de Dios. Esto sí les es provechoso, pues el resultado es la vida santa y, finalmente, la vida eterna. DHH.
Dominio, poderío, en este mundo son los epítetos que explican porque los sucesos de cada segundo en que se consume la naturaleza humana se consumen practicando el pecado como formol de la muerte, tal poderío, dominante, jamás fue, es, y será entendido como la mayor debilidad, de quienes se ven ejerciéndolo creyendo que es demostración de su capacidad, ignorando que son solo instrumentos de burla, usados grotescamente por el angel caido, que es el autor de todos sus "movimientos".
Colosenses 2: 20/23 20 Ustedes han muerto con Cristo y ya no están sujetos a los poderes que dominan este mundo. ¿Por qué, pues, viven como si todavía fueran del mundo, sometidos a reglas tales 21 como: «No toques eso, no comas aquello, no lo tomes en tus manos»? 22 Todas estas reglas tienen que ver con cosas que se acaban con el uso, y sólo son mandatos y enseñanzas de hombres. 23 Es verdad que tales cosas pueden parecer sabias, porque exigen cierta religiosidad y humildad y duro trato del cuerpo, pero son cosas que no honran a nadie, pues sólo sirven para satisfacer los deseos puramente humanos. DHH.