La honorabilidad, ...

Mateo 23: 27/28 ¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que son como sepulcros blanqueados , hermosos por fuera, pero llenos por dentro de huesos de muerto y podredumbre! Así también ustedes: se hacen pasar por justos delante de la gente, pero tienen el interior lleno de hipocresía y maldad. BLPH.

...del hombre social y religioso que es parte fundamental de la hollywood religiosa, consiste en vivir conforme a lo general y superficial de las normas morales, que los hace aparecer entre ellos y ante los demás como "gente de bien", solo tienen que lavarse las manos o lavar los platos, mientras su interior es como una trinchera en la que se esconde lo que realmente son.

Mateo 23: 23/26 ¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que ofrecen a Dios el diezmo de la menta, del anís y del comino , pero no se preocupan de lo más importante de la ley, que es la justicia, la misericordia y la fe! Esto último es lo que deberían hacer, aunque sin dejar de cumplir también lo otro. ¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito y se tragan el camello ! ¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que limpian por fuera la copa y el plato, mientras por dentro siguen sucios con el producto de su propia rapacidad y codicia! ¡Fariseo ciego, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera! BLPH.

La honorabilidad, la integridad, la honradez, la justicia, la fidelidad, y el amor, que le dan forma al carácter del hombre de Bien, no pueden ser encontradas, edificadas y practicadas por ningún ser humano, porque su naturaleza es pecadora, solo Dios puede hacerlo y lo hace con los que mueren  a su naturaleza pecadora en la cruz, y nacen en la naturaleza de Dios, en la vida que reciben en la resurrección de Cristo Jesús. 

El recién nacido Cristiano, es criado,-santificado- por la obra del Espíritu Santo, que realiza la transformación del carácter de pecado en carácter de Santidad y de justicia, porque el nuevo carácter personal del cristiano, reflejará el carácter de Cristo Jesús, en su nuevo estilo de vida; ese estilo de vida de la persona que lleva a Cristo en su corazón.

Juan 3: 16/21 Tanto amó Dios al mundo, que no dudó en entregarle a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino tenga vida eterna. Pues no envió Dios a su Hijo para dictar sentencia de condenación contra el mundo, sino para que por medio de él se salve el mundo. El que cree en el Hijo no será condenado; en cambio, el que no cree en él, ya está condenado por no haber creído en el Hijo único de Dios. La causa de esta condenación está en que, habiendo venido la luz al mundo, los seres humanos prefirieron las tinieblas a la luz, pues su conducta era mala. En efecto, todos los que se comportan mal, detestan y rehuyen la luz, por miedo a que su conducta quede al descubierto. En cambio, los que actúan conforme a la verdad buscan la luz para que aparezca con toda claridad que es Dios quien inspira sus acciones. BLPH.   

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