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Deuteronomio 29: 16/19 16 »Ustedes saben cómo vivíamos en Egipto, y cómo hemos pasado por en medio de las naciones que hemos encontrado a nuestro paso; 17 ustedes han visto sus hechos repugnantes, y los ídolos de madera, piedra, plata y oro, que tienen consigo. 18 No vaya a ser que alguno de ustedes, hombre o mujer, familia o tribu, aparte hoy su corazón del Señor nuestro Dios y vaya y sirva a los dioses de esas naciones. No vaya a ser que haya entre ustedes alguna raíz que produzca hiel y ajenjo,(A) 19 y que al oír las palabras de esta maldición, él se bendiga a sí mismo y diga: “Aun cuando persista yo en endurecer mi corazón, voy a estar bien,”, pues eso podría perjudicarlos a todos, buenos y malos. RVC.

... el poder que destruye envenena, que obra como la hiel y el ajenjo, contaminado lenta pero seguramente, res lo que sucedió con el primogénito de Dios, el pueblo que Dios eligió entre todas las naciones, para hacerlo exacta semblanza a del hijo primero, aquel conglomerado que pao por alto el Poder de la palabra del Yo Soy, aprendiéndola de memoria, en tanto languidecía, se profundizaba en la oscuridad profunda de la muerte que fungían los entes humanos que los esclavizaron,    

Hebreos 12: 14/16 14 Esfuércense por vivir en paz con todos y procuren llevar una vida santa, porque los que no son santos no verán al Señor. 15 Cuídense unos a otros, para que ninguno de ustedes deje de recibir la gracia de Dios. Tengan cuidado de que no brote ninguna raíz venenosa de amargura, la cual los trastorne a ustedes y envenene a muchos. 16 Asegúrense de que ninguno sea inmoral ni profano como Esaú, que cambió sus derechos de primer hijo varón por un simple plato de comida. NTV.

La herencia que les correspondió como descendientes primeros del padre de la fe Abraham, conservada por Jacob, en el singular y precios concepto de la familia compuesta por Jacoba sus hijos sus esposas y sus hijos, - las doce tribus-, se disolvió en el ácido, en el ajeno del pecado sexual, elevado la mas execrables prácticas, que mutilaron la dignidad, de los hombres y de las mujeres, por tanto, de los padres y de las madres, de modo que los niños y las niñas, perdieron su identidad.  

Habacuc 2: 15/17 15 »¡Ay del que da de beber a su prójimo! ¡Ay de ti que mezclas tu veneno hasta embriagarlo, Para contemplar su desnudez! 16 Serás saciado de deshonra más que de gloria. Bebe tú también y muestra tu desnudez(B). Se volverá sobre ti la copa de la diestra del Señor(C), Y la ignominia(D) sobre tu gloria. 17 Porque la violencia contra el Líbano te cubrirá(E), Y el exterminio de las fieras te aterrará, A causa del derramamiento de sangre humana y la violencia hecha a la tierra, A la ciudad y a todos los que habitan en ella(F). NBLA.

Llegado el tiempo de rescatarlos de la espesa oscuridad del pecado sexual, consagrado religiosamente a los demonios, en aquelarres en que repetían palabras que aún tenían en la memoria como jehová, yahve, elohim, el chaday, ... la identidad masculina y la femenina había sido irremediablemente envenenada, solo quedaron las figuras descompuestas, que como sombras, vagaban de aquí para allá, escuchando vagamente la voz de Moises su intercesor. 

Éxodo 33: 11/13 11 Dentro de la carpa de reunión, el Señor hablaba con Moisés cara a cara, como cuando alguien habla con un amigo. Después, Moisés regresaba al campamento, mientras que su asistente, el joven Josué, hijo de Nun, permanecía en la carpa de reunión.

12 Un día Moisés dijo al Señor:

—Tú me has estado diciendo: “Lleva a este pueblo a la Tierra Prometida”. Pero no me has dicho a quién enviarás conmigo. Me has dicho: “Yo te conozco por tu nombre y te miro con agrado”. 13 Si es cierto que me miras con buenos ojos, permíteme conocer tus caminos, para que pueda comprenderte más a fondo y siga gozando de tu favor. Y recuerda que esta nación es tu propio pueblo. NTV.

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