¿Porque, ...
Romanos 5: 8 En cambio, Dios nos demostró su amor en que Cristo murió por nosotros aun cuando éramos pecadores. PDT.
...hubo de morir Cristo Jesús?; Aquel que se acerque a la respuesta mas sencilla, responderá; para cumplir con el Plan de Amor de Dios Padre, ese plan en el que la humanidad despierta a la verdad sobre la vida y la muerte; la cruz es el lugar desde el que se mira lo que realmente es la muerte y lo que realmente es la Vida; la cruz es el lugar en el que se conoce el descomunal poder del pecado que fue capaz del magnicidio de la humanidad en el orden espiritual; la cruz es el lugar en el que se cumple la Justicia de Dios, en los que mueren por haber pecado contra Dios porque son redimidos por la Sangre de Cristo Jesús, liberándolos de la muerte que continuará después que el cuerpo se apague para encenderse junto con su alma en la muerte eterna.
Génesis 2: 15/17 Dios el SEÑOR puso al hombre en el jardín de Edén para que lo labrara y lo cuidara, y a la vez le dio esta orden: «Puedes comer del fruto de todos los árboles que hay en el jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no podrás comer, porque el día que comas del fruto de ese árbol, morirás» NBD. Porque si bien la paga del pecado es muerte, el regalo que nos da Dios es vida eterna a través de Jesucristo nuestro Señor. Romanos 6: 23 NBD.
Cada uno de los eres humanos que pasen por este planeta, lo hacen muertos espiritualmente, caminado muy rápidamente hacia el abismo en el que pasarán la eternidad, lugar de la segunda y definitiva muerte; la excepción es para los que son encontrados por Dios dispuestos a revelarle con vergüenza que es arrepentimiento su pecado, son los que con integridad asumen lo que eran ante la cruz, y se gozan en lo que serán después al ser creados en Cristo Jesús, aceptando con gratitud eterna el regalo de la salvación de la muerte, para nacer en Santidad, Justicia y Amor a la nueva Vida, la que se inicia aquí en la tierra para los nuevos nacidos que son hijos de Dios, los que pasarán la eternidad en su hogar que es el paraíso, que es el cielo.
Romanos 6: 5/6,10 Si hemos sido injertados en Cristo compartiendo una muerte como la suya, compartiremos, también su resurrección. Tengan en cuenta que nuestra antigua condición pecadora fue clavada junto con Cristo en la cruz, para que así quedara destruido este cuerpo sometido al pecado y nosotros quedáramos liberados de su servidumbre. sabemos, en efecto, que Cristo, al haber resucitado de entre los muertos es ya inmortal; la muerte ha perdido su dominio sobre él. En cuanto a la razón de su muerte, murió para liberarnos definitivamente del pecado; en lo que se refiere a su vivir, vive para Dios. BHTI.
La revelación avergonzada que es la confesión de pecado de cada individuo ante la cruz, declara ante Dios cada uno de los pecados, que eran base de su manera de vivir antigua, se trata de lo que Dios nos permite conocer de nuestra conducta como ofensa contra su Santidad y Justicia violando El Amor, ese "catalogo de vicios" que nos describe Romanos 1: 18/32, como lo recibimos ayer, desde el que cada uno ha de identificarse con alguna, o con varias, o quizás con todas las formas de pecado, sin que una o varias tengan ninguna importancia, porque una sola, nos hace participes de todo el panorama llamado pecado que nos separa de Dios, excepción hecha del pecado que niega a Dios el Padre en su Hijo Cristo Jesús, que es el pecado imperdonable. -Juan 16: 8/9-
Continuemos pues considerando el pecado desde la perspectiva de Dios, la perceptiva que explica el inconmensurable acto de Amor armónico del Padre con su Unigénito, asumiendo el precio que supera los cálculos mas excéntricos que realizan los seres humanos, al entregar a la muerte a su Unigénito Hijo para rescatar a sus criaturas de la muerte, crucificándolo y haciéndolo pecado en la cruz, como medio de justificación y vivificación de los elegidos de antemano por la disposición de sus corazones. -Romanos 8: 28/29-
1 de Corintios 6: 5/11 Lo digo para que se avergüencen. ¿Es que no hay nadie en la iglesia que sea lo suficientemente sabio para resolver las disputas entre cristianos? En vez de esto, un hermano demanda a otro ¡ante los incrédulos! De por sí, el hecho de que haya litigios entre ustedes es ya una gran vergüenza. ¿Por qué no soportar la injusticia? ¿No sería mejor dejar que los defrauden? Más doloroso es que ustedes mismos cometan agravios y defrauden a otros hermanos. ¿No saben que los que hacen eso no tendrán parte en el reino de Dios? Sépanlo bien: Los fornicarios, los idólatras, los adúlteros, los homosexuales y los pervertidos sexuales, los ladrones, los avaros, los borrachos, los calumniadores y los estafadores no tendrán parte en el reino de Dios. Varios de ustedes merecían antes estos calificativos, pero ya el Señor les lavó sus pecados, los santificó y los justificó en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios. NBD.
Gálatas 5: 19/21,26/26 Todo el mundo conoce la conducta de los que obedecen a sus malos deseos: no son fieles en el matrimonio, tienen relaciones sexuales prohibidas, muchos vicios y malos pensamientos. Adoran a dioses falsos, practican la brujería y odian a los demás. Se pelean unos con otros, son celosos y se enojan por todo. Son egoístas, discuten y causan divisiones. Son envidiosos, se emborrachan, y en sus fiestas hacen locuras y muchas cosas malas. Les advierto, como ya lo había hecho antes, que los que hacen esto no formarán parte del reino de Dios. Y los que somos de Jesucristo ya hemos hecho morir en su cruz nuestro egoísmo y nuestros malos deseos. Si el Espíritu ha cambiado nuestra manera de vivir, debemos obedecerlo en todo. No seamos orgullosos, ni provoquemos el enojo y la envidia de los demás por creernos mejores que ellos. TLA.
...hubo de morir Cristo Jesús?; Aquel que se acerque a la respuesta mas sencilla, responderá; para cumplir con el Plan de Amor de Dios Padre, ese plan en el que la humanidad despierta a la verdad sobre la vida y la muerte; la cruz es el lugar desde el que se mira lo que realmente es la muerte y lo que realmente es la Vida; la cruz es el lugar en el que se conoce el descomunal poder del pecado que fue capaz del magnicidio de la humanidad en el orden espiritual; la cruz es el lugar en el que se cumple la Justicia de Dios, en los que mueren por haber pecado contra Dios porque son redimidos por la Sangre de Cristo Jesús, liberándolos de la muerte que continuará después que el cuerpo se apague para encenderse junto con su alma en la muerte eterna.
Génesis 2: 15/17 Dios el SEÑOR puso al hombre en el jardín de Edén para que lo labrara y lo cuidara, y a la vez le dio esta orden: «Puedes comer del fruto de todos los árboles que hay en el jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no podrás comer, porque el día que comas del fruto de ese árbol, morirás» NBD. Porque si bien la paga del pecado es muerte, el regalo que nos da Dios es vida eterna a través de Jesucristo nuestro Señor. Romanos 6: 23 NBD.
Cada uno de los eres humanos que pasen por este planeta, lo hacen muertos espiritualmente, caminado muy rápidamente hacia el abismo en el que pasarán la eternidad, lugar de la segunda y definitiva muerte; la excepción es para los que son encontrados por Dios dispuestos a revelarle con vergüenza que es arrepentimiento su pecado, son los que con integridad asumen lo que eran ante la cruz, y se gozan en lo que serán después al ser creados en Cristo Jesús, aceptando con gratitud eterna el regalo de la salvación de la muerte, para nacer en Santidad, Justicia y Amor a la nueva Vida, la que se inicia aquí en la tierra para los nuevos nacidos que son hijos de Dios, los que pasarán la eternidad en su hogar que es el paraíso, que es el cielo.
Romanos 6: 5/6,10 Si hemos sido injertados en Cristo compartiendo una muerte como la suya, compartiremos, también su resurrección. Tengan en cuenta que nuestra antigua condición pecadora fue clavada junto con Cristo en la cruz, para que así quedara destruido este cuerpo sometido al pecado y nosotros quedáramos liberados de su servidumbre. sabemos, en efecto, que Cristo, al haber resucitado de entre los muertos es ya inmortal; la muerte ha perdido su dominio sobre él. En cuanto a la razón de su muerte, murió para liberarnos definitivamente del pecado; en lo que se refiere a su vivir, vive para Dios. BHTI.
La revelación avergonzada que es la confesión de pecado de cada individuo ante la cruz, declara ante Dios cada uno de los pecados, que eran base de su manera de vivir antigua, se trata de lo que Dios nos permite conocer de nuestra conducta como ofensa contra su Santidad y Justicia violando El Amor, ese "catalogo de vicios" que nos describe Romanos 1: 18/32, como lo recibimos ayer, desde el que cada uno ha de identificarse con alguna, o con varias, o quizás con todas las formas de pecado, sin que una o varias tengan ninguna importancia, porque una sola, nos hace participes de todo el panorama llamado pecado que nos separa de Dios, excepción hecha del pecado que niega a Dios el Padre en su Hijo Cristo Jesús, que es el pecado imperdonable. -Juan 16: 8/9-
Continuemos pues considerando el pecado desde la perspectiva de Dios, la perceptiva que explica el inconmensurable acto de Amor armónico del Padre con su Unigénito, asumiendo el precio que supera los cálculos mas excéntricos que realizan los seres humanos, al entregar a la muerte a su Unigénito Hijo para rescatar a sus criaturas de la muerte, crucificándolo y haciéndolo pecado en la cruz, como medio de justificación y vivificación de los elegidos de antemano por la disposición de sus corazones. -Romanos 8: 28/29-
1 de Corintios 6: 5/11 Lo digo para que se avergüencen. ¿Es que no hay nadie en la iglesia que sea lo suficientemente sabio para resolver las disputas entre cristianos? En vez de esto, un hermano demanda a otro ¡ante los incrédulos! De por sí, el hecho de que haya litigios entre ustedes es ya una gran vergüenza. ¿Por qué no soportar la injusticia? ¿No sería mejor dejar que los defrauden? Más doloroso es que ustedes mismos cometan agravios y defrauden a otros hermanos. ¿No saben que los que hacen eso no tendrán parte en el reino de Dios? Sépanlo bien: Los fornicarios, los idólatras, los adúlteros, los homosexuales y los pervertidos sexuales, los ladrones, los avaros, los borrachos, los calumniadores y los estafadores no tendrán parte en el reino de Dios. Varios de ustedes merecían antes estos calificativos, pero ya el Señor les lavó sus pecados, los santificó y los justificó en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios. NBD.
Gálatas 5: 19/21,26/26 Todo el mundo conoce la conducta de los que obedecen a sus malos deseos: no son fieles en el matrimonio, tienen relaciones sexuales prohibidas, muchos vicios y malos pensamientos. Adoran a dioses falsos, practican la brujería y odian a los demás. Se pelean unos con otros, son celosos y se enojan por todo. Son egoístas, discuten y causan divisiones. Son envidiosos, se emborrachan, y en sus fiestas hacen locuras y muchas cosas malas. Les advierto, como ya lo había hecho antes, que los que hacen esto no formarán parte del reino de Dios. Y los que somos de Jesucristo ya hemos hecho morir en su cruz nuestro egoísmo y nuestros malos deseos. Si el Espíritu ha cambiado nuestra manera de vivir, debemos obedecerlo en todo. No seamos orgullosos, ni provoquemos el enojo y la envidia de los demás por creernos mejores que ellos. TLA.