Jeremías 3: 12/15 12 Ve al norte y proclama este mensaje: »“¡Vuelve, apóstata Israel! No te miraré con ira —afirma el Señor—. No te guardaré rencor para siempre, porque soy misericordioso —afirma el Señor—. 13 Tan solo reconoce tu culpa, y que te rebelaste contra el Señor tu Dios. Bajo todo árbol frondoso has brindado a dioses extraños tus favores, y no has querido obedecerme”—afirma el Señor—. 14 »¡Volveos a mí, apóstatas —afirma el Señor—, porque yo soy vuestro esposo! De vosotros tomaré uno de cada ciudad y dos de cada familia, y os traeré a Sión. 15 Os daré pastores que cumplan mi voluntad, para que os guíen con sabiduría y entendimiento. CST.
... causada por el estancamiento que es la explicación a la muerte, a la inercia del siempre. siempre, y siempre es, la invalidez, el valor perdido que era su valía, la perdida de las "FACULTADES", que causaron la atrofia eterna para obrar con conocimiento de causa, la capacitad para ev aluar las consecuencias de cada ensayo que improvisa, los resultados, cada ensayo, que en verdad es el juego en que el eterno infantilismo, esta atrapado en cuerpos que crecen "automáticamente".
Hebreos 5: 11/14 11 Sobre este tema tenemos mucho que decir, aunque es difícil explicarlo, porque lo que os entra por un oído os sale por el otro.[a] 12 En realidad, a estas alturas ya deberíais ser maestros, y sin embargo necesitáis que alguien vuelva a enseñaros las verdades más elementales de la palabra de Dios. Dicho de otro modo, necesitáis leche en vez de alimento sólido. 13 El que solo se alimenta de leche es inexperto en el mensaje de justicia; es como un niño de pecho. 14 En cambio, el alimento sólido es para los adultos, para los que tienen la capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo, pues han ejercitado su facultad de percepción espiritual. CST.
Niñez, estado espiritual, graduado por el Creador, en las mentes-almas de los hijos, "vivos", como fundamento-cimiento- del crecimiento de la madurez, que por la Disposición de Su Voluntad., aplicados los criterios Infalibles de Su Poder, el bebe nace en cuerpo de bebe, el bebe crece, y el cuerpo le da espacio al niño, el joven crece, y el cuerpo responde al orden del Creador, creciendo a su nivel, el adulto es madurez resuelta en el cuerpo que lo contiene, el anciano reposa en el cuerpo que le da honor.
Isaías 3: 1/5 ¡Prestad atención! El Señor, el Señor Todopoderoso, retira de Jerusalén y de Judá todo apoyo y sustento: toda provisión de pan, toda provisión de agua. 2 Él retira al valiente y al guerrero, al juez y al profeta, al adivino y al anciano, 3 al capitán y al dignatario, al consejero, al artesano experto y al hábil encantador. 4 Les pondré como jefes a muchachos, y los gobernarán niños caprichosos. 5 Unos a otros se maltratarán: hombre contra hombre, vecino contra vecino, joven contra anciano, plebeyo contra noble. CST.
Caprichosos, necios-estúpidos-, así se conocen se identifican los niños, por su condición de niños, estos son los rasgos de su carácter, de su manera de actuar, porque son niños, y así juegan lo que ven de los cuerpos grandes, juegan al papa y a la mama, a los pillos y a los policías, a ganar y a perder, ignorantes naturales de consecuencias, porque en ese estado son juegos reales; ¿ pero que sucede, si se perpetua tal estado en los que siguen siendo niños, pero que los cuerpos les han crecido ?
1 de Corintios 3: 1/11 Hermanos, les he estado hablando como si fueran niños en la vida cristiana, como si fueran inmaduros, y no he podido hablarles como a cristianos espirituales. 2 Les he dado leche y no alimentos sólidos, porque no habrían podido digerirlos. Aun ahora es menester que los alimente con leche, 3 porque son apenas niños en la fe. ¿Acaso no lo demuestra el hecho de que se dejen dominar por los celos y anden en disensiones? ¿No están actuando como meros humanos? 4 Cuando uno afirma: «Yo soy de Pablo» y otro: «Yo soy de Apolos», ¿no demuestra esto que actúan como las demás personas? 5 ¿Quién es Pablo? y ¿quién es Apolos? No somos más que siervos de Dios por medio de los cuales ustedes creyeron, y eso según lo que el Señor le asignó a cada uno.
6 Mi tarea fue sembrar la semilla, y la de Apolos fue regarla; pero Dios fue el que permitió que germinara. 7 Aquí el que vale no es el que plantó ni el que regó, sino Dios que hizo germinar la semilla. 8 El que siembra y el que riega tienen la misma categoría, si bien es cierto que cada uno recibirá recompensa según la labor realizada. 9 No somos más que colaboradores de Dios. Ustedes son el huerto de Dios, son el edificio de Dios. 10 Dios, en su bondad, me enseñó cómo edificar con pericia. Yo puse los cimientos y otro edificó encima. El que edifica encima debe tener cuidado de cómo edifica, 11 porque nadie puede poner otro cimiento que el que ya está puesto: Jesucristo. NBV.
La respuesta es trágica, porque ya no se trata solo del juego al papa y a la mama; no se trata de policías y ladrones y/o de disparar, juguetes, ahora todo es real, y como real todo tiene consecuencia, aunque los niños atrapados en aquellos cuerpos de tres metros seis centímetros, se crean niños, las consecuencias, son irreparables, niños nacen, atraídos, se mutilan los cuerpos, los disparos son guerra que mata gente, los pesados cuerpos que no dan lugar a personas sino a niños, causan la tragedia del pecado.
Efesios 4: 12/15 12 Ellos tienen la responsabilidad de preparar al pueblo de Dios para que lleve a cabo la obra de Dios y edifique la iglesia, es decir, el cuerpo de Cristo. 13 Ese proceso continuará hasta que todos alcancemos tal unidad en nuestra fe y conocimiento del Hijo de Dios que seamos maduros en el Señor, es decir, hasta que lleguemos a la plena y completa medida de Cristo. 14 Entonces ya no seremos inmaduros como los niños. No seremos arrastrados de un lado a otro ni empujados por cualquier corriente de nuevas enseñanzas. No nos dejaremos llevar por personas que intenten engañarnos con mentiras tan hábiles que parezcan la verdad. 15 En cambio, hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia. NTV.