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Nehemías 9: 10/17 10 -»Entonces hiciste señales y maravillas contra Faraón, Contra todos sus siervos y contra todo el pueblo de su tierra; Pues supiste que ellos los trataban con soberbia, Y te hiciste un nombre como el de hoy. 11 -»Dividiste el mar delante de ellos, Y pasaron por medio del mar sobre tierra firme; Y echaste en los abismos a sus perseguidores, Como a una piedra en aguas turbulentas. 12 -»Con columna de nube los guiaste de día, Y con columna de fuego de noche, Para alumbrarles el camino En que debían andar. 13 -»Luego bajaste sobre el monte Sinaí, Y desde el cielo hablaste con ellos; Les diste ordenanzas justas y leyes verdaderas, Estatutos y mandamientos buenos.
14 -»Les hiciste conocer Tu santo día de reposo, Y les entregaste mandamientos, estatutos y la ley Por medio de Tu siervo Moisés. 15 -»Les proveíste pan del cielo para su hambre, Les sacaste agua de la peña para su sed, Y les dijiste que entraran a poseer La tierra que Tú habías jurado darles. 16 ¶»Pero ellos, nuestros padres, obraron con soberbia, Fueron tercos[a] y no escucharon Tus mandamientos. 17 -»Rehusaron escuchar, Y no se acordaron de las maravillas que hiciste entre ellos; Fueron tercos y eligieron un jefe para volver a su esclavitud en Egipto[b]. NBLA.
--- la maldición, despreciaron la bendición y para disimular la disfrazaron con rituales y ceremonias religiosas, es elección de muerte, la elección que sitúa a los seres humanos en la profundidades del fango del infierno, destrozando el Corazón del Creador, al que reemplazan por lo mas vil, lo degradado de la provisión Divina que mantiene los cuerpos, la vileza de la naturaleza humana, corrompida por el pecado, aturdida por la muerte, hasta designar un "bistec sin preparar", como su dios.
Éxodo 20: 18/20 18 Todo el pueblo percibía los truenos[a] y relámpagos, el sonido de la trompeta y el monte que humeaba. Cuando el pueblo vio aquello, temblaron, y se mantuvieron a distancia. 19 Entonces dijeron a Moisés: «Habla tú con nosotros y escucharemos, pero que no hable Dios con nosotros, no sea que muramos». 20 Moisés respondió al pueblo: «No teman, porque Dios ha venido para ponerlos a prueba, y para que Su temor permanezca en[b] ustedes, y para que no pequen». NBLA
Los dioses que nos inspiran nuestras mentes-almas-, conocen nuestro poder, saben que los hemos fabricado, les hemos dado forma, para satisfacer los requisitos religiosos, que garanticen la malicia satánica que aplicamos a la execrable perdición de los actos sexuales pervertidos, aberrados que nos llenan de extasis, con los que destruíamos la excelsa dignidad de la familia creada por Dios, los roles sagrados de los papas, las mamas, los abuelos, las abuelas, los parientes y todos los demás.
1 de Timoteo 1: 8/11 8 Ahora bien, sabemos que la ley es buena, si se aplica como es debido. 9 Tengamos en cuenta que la ley no se ha instituido para los justos, sino para los desobedientes y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos. La ley es para los que maltratan a sus propios padres,[a] para los asesinos, 10 para los adúlteros y los homosexuales, para los traficantes de esclavos, los embusteros y los que juran en falso. En fin, la ley es para todo lo que está en contra de la sana doctrina 11 enseñada por el glorioso evangelio que el Dios bendito me ha confiado. CST.
Moisés nos hace saber sus leyes, pero quiere que creamos que es Dios quien se las dio, para de esa manera tratar de que creamos en ese Dios que el dice conocer, un Dios, uno solo, mientras nosotros por siglos, por milenios hemos contado con todos los dioses y diosas que deseamos, los creamos para darle forma y religiosidad a la corrupta conducta en la que nos violamos cada instante unos a otros, porque hemos de satisfacer aberrados apetitos y depravados instintos.
Romanos 1: 18/32 18 Pero Dios muestra su ira desde el cielo contra todos los que son pecadores y perversos, que detienen la verdad con su perversión.[a] 19 Ellos conocen la verdad acerca de Dios, porque él se la ha hecho evidente. 20 Pues, desde la creación del mundo, todos han visto los cielos y la tierra. Por medio de todo lo que Dios hizo, ellos pueden ver a simple vista las cualidades invisibles de Dios: su poder eterno y su naturaleza divina. Así que no tienen ninguna excusa para no conocer a Dios.
21 Es cierto, ellos conocieron a Dios pero no quisieron adorarlo como Dios ni darle gracias. En cambio, comenzaron a inventar ideas necias sobre Dios. Como resultado, la mente les quedó en oscuridad y confusión. 22 Afirmaban ser sabios pero se convirtieron en completos necios. 23 Y, en lugar de adorar al Dios inmortal y glorioso, rindieron culto a ídolos que ellos mismos se hicieron con forma de simples mortales, de aves, de animales de cuatro patas y de reptiles.
24 Entonces Dios los abandonó para que hicieran todas las cosas vergonzosas que deseaban en su corazón. Como resultado, usaron sus cuerpos para hacerse cosas viles y degradantes entre sí. 25 Cambiaron la verdad acerca de Dios por una mentira. Y así rindieron culto y sirvieron a las cosas que Dios creó pero no al Creador mismo, ¡quien es digno de eterna alabanza! Amén. 26 Por esa razón, Dios los abandonó a sus pasiones vergonzosas. Aun las mujeres se rebelaron contra la forma natural de tener relaciones sexuales y, en cambio, dieron rienda suelta al sexo unas con otras. 27 Los hombres, por su parte, en lugar de tener relaciones sexuales normales, con la mujer, ardieron en pasiones unos con otros. Los hombres hicieron cosas vergonzosas con otros hombres y, como consecuencia de ese pecado, sufrieron dentro de sí el castigo que merecían.
28 Por pensar que era una tontería reconocer a Dios, él los abandonó a sus tontos razonamientos y dejó que hicieran cosas que jamás deberían hacerse. 29 Se llenaron de toda clase de perversiones, pecados, avaricia, odio, envidia, homicidios, peleas, engaños, conductas maliciosas y chismes. 30 Son traidores, insolentes, arrogantes, fanfarrones y gente que odia a Dios. Inventan nuevas formas de pecar y desobedecen a sus padres. 31 No quieren entrar en razón, no cumplen lo que prometen, son crueles y no tienen compasión. 32 Saben bien que la justicia de Dios exige que los que hacen esas cosas merecen morir; pero ellos igual las hacen. Peor aún, incitan a otros a que también las hagan. NTV.