¡Yacer, con el buen pastor!
Salmo 23: 2
2En lugares de delicados pastos me hará yacer: Junto á aguas de reposo me pastoreará. Versión Biblia Reina Valera Antigua
Caminar por un bosque, o ser sorprendidos por la inmensidad del desierto, son las mejores maneras de entender la enseñanza de Dios, acerca de propósito, conforme a su voluntad. Una forma de adagio muy conocida dice: “Quise ver el bosque, pero los arboles me lo impidieron”, para ejemplarizar a los que son eternamente indecisos.
2En lugares de delicados pastos me hará yacer: Junto á aguas de reposo me pastoreará. Versión Biblia Reina Valera Antigua
Caminar por un bosque, o ser sorprendidos por la inmensidad del desierto, son las mejores maneras de entender la enseñanza de Dios, acerca de propósito, conforme a su voluntad. Una forma de adagio muy conocida dice: “Quise ver el bosque, pero los arboles me lo impidieron”, para ejemplarizar a los que son eternamente indecisos.
Pero que también nos enseña acerca de la incapacidad que tiene los seres humanos, para ver otras cosas, que no sean, las que les interesan. Dios, nos enseña del mismo tema, pero ya no como un adagio, sino la verdad, que ocurre cuando la gente, tiene a Dios frente a frente y escucha su voz y a pesar de todo, son: Mateo 13: 14/15 14 Así se cumple lo que Dios había dicho por medio del profeta Isaías: “Esta gente, por más que escuche, nunca entenderá; y por más que mire, nunca verá. 15Pues no aprende, ni piensa; cierra los ojos para no ver, y se tapa los oídos para no oír. Si no fuera así, entendería mi mensaje, cambiaría su manera de vivir, ¡y yo la salvaría!" Versión Biblia en Lenguaje Actual
Este es uno de los hechos de mayor valor, en el que Dios, nos enseña, sobre la naturaleza humana, sobre el poder que tiene la tradición y la terquedad, que se han formado en la gente, que tratará, en su ceguera de encontrar lo que les interesa, viendo únicamente, con los ojos de su necedad, aun que tienen tan cerca a Dios y su palabra, como cuando caminando por el bosque, simplemente tocan los troncos de los gigantescos árboles, o caminando por el desierto, pueden sentir la arena bajo los pies.
Es esta la situación de la humanidad de todos los tiempos, que se mueve obedeciendo ciegamente su tradición, para conseguir aquello que les dé propósito para vivir, sin contar, con la posibilidad de pensar, que todo lo que les interesa y que es lo único en lo creen, y por lo que hacen lo que sea, (hasta colgar de la cruz al que los creó), es sencillamente la prueba de que son aquello de lo que dice el adagio popular, son eternamente indecisos.
La gente que hoy, habla de cuidar los bosques, y los ríos y las aves y los demás animales, son prueba de la ceguera en la que vive la humanidad, que no conoce su futuro. Son los que no han podido entender quien es Dios. Son los que se paran y aun cortan el césped de sus antejardines, sin considerar, que seria del antejardín sin el césped y lo que sería, si el bosque en realidad no existiera.
Romanos 8: 20/22
20 Pues la creación, el universo creado por Dios, quedó sometida a fracaso y vaciedad, no de agrado, sino porque Dios la sometió. Aunque no lo hizo sin dar lugar a la esperanza 21de que toda ella llegará también a ser liberada de la esclavitud de la corrupción, para gozar de la misma gloriosa libertad de los hijos de Dios. 22Sabemos que, hasta que llegue ese día, la naturaleza entera estará padeciendo, como gimiendo con dolores de parto ante la expectativa del gran acontecimiento. Versión Biblia Castilian
Este es uno de los hechos de mayor valor, en el que Dios, nos enseña, sobre la naturaleza humana, sobre el poder que tiene la tradición y la terquedad, que se han formado en la gente, que tratará, en su ceguera de encontrar lo que les interesa, viendo únicamente, con los ojos de su necedad, aun que tienen tan cerca a Dios y su palabra, como cuando caminando por el bosque, simplemente tocan los troncos de los gigantescos árboles, o caminando por el desierto, pueden sentir la arena bajo los pies.
Es esta la situación de la humanidad de todos los tiempos, que se mueve obedeciendo ciegamente su tradición, para conseguir aquello que les dé propósito para vivir, sin contar, con la posibilidad de pensar, que todo lo que les interesa y que es lo único en lo creen, y por lo que hacen lo que sea, (hasta colgar de la cruz al que los creó), es sencillamente la prueba de que son aquello de lo que dice el adagio popular, son eternamente indecisos.
La gente que hoy, habla de cuidar los bosques, y los ríos y las aves y los demás animales, son prueba de la ceguera en la que vive la humanidad, que no conoce su futuro. Son los que no han podido entender quien es Dios. Son los que se paran y aun cortan el césped de sus antejardines, sin considerar, que seria del antejardín sin el césped y lo que sería, si el bosque en realidad no existiera.
Romanos 8: 20/22
20 Pues la creación, el universo creado por Dios, quedó sometida a fracaso y vaciedad, no de agrado, sino porque Dios la sometió. Aunque no lo hizo sin dar lugar a la esperanza 21de que toda ella llegará también a ser liberada de la esclavitud de la corrupción, para gozar de la misma gloriosa libertad de los hijos de Dios. 22Sabemos que, hasta que llegue ese día, la naturaleza entera estará padeciendo, como gimiendo con dolores de parto ante la expectativa del gran acontecimiento. Versión Biblia Castilian
Cada brizna de pasto, cada roble centenario, ha sido “puesto”, por la mano creadora de Dios y “yacen”, en el lugar que El les asignó, para que cumplieran su propósito, cuanto más, cada una de las criaturas que fueran creadas a su imagen y semejanza. Ser cuidados por “el pastor en lugares de delicados pastos”, ocurre porque El de antemano, dispuso que los pastos estuvieran en “esos” lugares, en los que Yacemos al lado del pastor.
Mateo 21: 18/19 18Muy de mañana, Jesús fue otra vez a la ciudad de Jerusalén. En el camino tuvo hambre, 19 y vio por allí una higuera. Pero cuando se acercó, no encontró ningún higo para comer. El árbol sólo tenía hojas. Entonces, Jesús le dijo: "¡Nunca volverás a dar higos!" En aquel mismo instante, el árbol se secó. Versión Biblia en Lenguaje Sencillo
No hay ni un solo grano de arena, que no sea puesto por la mano de Dios, para que cumpla un propósito, dentro de la armonía que El diseño para nuestra “cuna”, a la que llamamos tierra, como podrían sus hijos estar vagando como veletas, sin propósito y sin futuro. Pero al considerar esta verdad, tenemos que analizar, si estamos yaciendo a su lado, como las ovejas al pastor.
Porque yacer, es saber el lugar, en el que Dios nos “plantó y que al estar plantados nos dio el privilegio de ser frutos, de ser útiles como a la higuera o como el roble, pero que si estamos fuera del lugar apropiado, ocurrirá como ocurrió con la higuera, que teniendo todo lo que identifica a las higuera, era estéril, no daba fruto.
De modo que, si somos creyentes, es decir Cristianos, hemos de responder en nuestro interior, si cuando la gente se acerca a nosotros, puede tomar fruto que les alimente su hambre por conocer al Dios que los ama, y que murió por ellos en la Cruz del calvario, porque de no ser así, tenemos sin lugar a dudas, la respuesta a porque estamos, en la situación en la que estamos.
Juan 15: 1/7
1»Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2Toda rama que en mí no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda[a] para que dé más fruto todavía. 3Ustedes ya están limpios por la palabra que les he comunicado. 4Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí. 5»Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.6 El que no permanece en mí es desechado y se seca, como las ramas que se recogen, se arrojan al fuego y se queman.7 Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá. Nueva Versión Internacional
Mateo 21: 18/19 18Muy de mañana, Jesús fue otra vez a la ciudad de Jerusalén. En el camino tuvo hambre, 19 y vio por allí una higuera. Pero cuando se acercó, no encontró ningún higo para comer. El árbol sólo tenía hojas. Entonces, Jesús le dijo: "¡Nunca volverás a dar higos!" En aquel mismo instante, el árbol se secó. Versión Biblia en Lenguaje Sencillo
No hay ni un solo grano de arena, que no sea puesto por la mano de Dios, para que cumpla un propósito, dentro de la armonía que El diseño para nuestra “cuna”, a la que llamamos tierra, como podrían sus hijos estar vagando como veletas, sin propósito y sin futuro. Pero al considerar esta verdad, tenemos que analizar, si estamos yaciendo a su lado, como las ovejas al pastor.
Porque yacer, es saber el lugar, en el que Dios nos “plantó y que al estar plantados nos dio el privilegio de ser frutos, de ser útiles como a la higuera o como el roble, pero que si estamos fuera del lugar apropiado, ocurrirá como ocurrió con la higuera, que teniendo todo lo que identifica a las higuera, era estéril, no daba fruto.
De modo que, si somos creyentes, es decir Cristianos, hemos de responder en nuestro interior, si cuando la gente se acerca a nosotros, puede tomar fruto que les alimente su hambre por conocer al Dios que los ama, y que murió por ellos en la Cruz del calvario, porque de no ser así, tenemos sin lugar a dudas, la respuesta a porque estamos, en la situación en la que estamos.
Juan 15: 1/7
1»Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2Toda rama que en mí no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda[a] para que dé más fruto todavía. 3Ustedes ya están limpios por la palabra que les he comunicado. 4Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí. 5»Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.6 El que no permanece en mí es desechado y se seca, como las ramas que se recogen, se arrojan al fuego y se queman.7 Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá. Nueva Versión Internacional