¡¿Arrodillados, ante quien?!
2 de Samuel 12: 23
23Pero ahora que ha muerto, ¿qué razón tengo para ayunar? ¿Acaso puedo devolverle la vida? Yo iré adonde él está, aunque él ya no volverá a mí. Nueva Versión Internacional
El sistema religioso mundial, que se ve y se considera distinto entre los muchos grupos que lo componen, son prueba, en este tiempo y en especial en estos dos siguientes días, de como bajo la palabra que le rinde culto a Satanás, que pronuncian Halloween, en realidad son solo uno.
La religión trata de ocultar su verdaderos propósitos, cambiándole el nombre a lo que en realidad tienen guardado en los corazones de piedra, de los lideres que los dirigen, para que la gente, los seres humanos que los escuchan; como si los que hablaran fueran dioses, y en muchos casos, esos lobos disfrazados de ovejas, exigen que los traten como a dioses, caso de los lobos que predican el evangelio que se inventaron, y al que llaman el evangelio de la prosperidad, siendo los lobos los únicos que prosperan, como lo demuestran sus gigantes riquezas ganadas, de su pobres adoradores, por medio de la mentira. Durante estos dos días, la religión combina, los dos asuntos más trágicos del reino de las tinieblas; por un lado, el de la adoración a todos los componentes de las huestes principados y gobernadores de tinieblas que se conocen con los nombres generales de los elementales.
Duendes, hadas, genios, magos, princesas míticas, nomos, ángeles, conejos, por parte de los que creen que, celebrar disfrazando a los niños y disfrazándose ellos mismos, no significa estar rendidos, a los mismos poderes de las tinieblas, olvidándose que lo están haciendo sucede en las fechas señalas para ese fin.
Los otros, son los que abiertamente tratan de presentar a los brujos, vampiros, hechiceros, símbolos esqueléticos de la muerte, y recrean los lugares mas grotescos y sórdidos en los que habitan los demonios.
Es tan grande la adoración a las tinieblas que convierten sus casas y jardines en verdaderos, templos a la muerte y a los espíritus que aterrorizan y que son muestra de lo que son, por sus figuras fantasmagóricas, son exactos ejemplos del horror, que es contrario a la belleza y la armonía, que proviene de Dios el creador.
Es la mejor oportunidad para los demonios que no podrán hacer nada para dañar a la gente, si la gente no se lo permite, o si por causa de la rebeldía de la gente hacia Dios, Dios le da permiso a Satanás para que los destruya ( Job 1: 6/12) . Luego de reunir lo necesario para el homenaje a las oscuras potestades del infierno bajo el nombre de Halloween, la gente y la religión, se sitúan exactamente, contra Cristo Jesús y su obra en la cruz del calvario.
Lo hacen rindiéndose ante la muerte, se vuelcan por miles de millones a los cementerios a rendir Honor a los muertos, se hacen adoradores de una diosa que es satanás mismo, y que es el amo de la muerte, son los que se consagran a rendirle culto a los que murieron. Le dan un nombre muy conocido y que aún es celebración señalada como tiempo de fiesta, la celebración de los difuntos.
Esto es lo que ocurre desde el comienzo del mes y que se culmina entre el 30 y el 31 de octubre, es un verdadero aquelarre de enorme confusión que hace de la gente el escenario preciso para que los demonios los esclavicen, con la complicidad de la religión, la que acumulará una vez mas, enormes sumas de dinero, que usara el resto del año, en mantener activas las estrategias de satanas, para que la gente no conozcan la verdad y dejen de ser adoradores de la muerte y del que es amo de la muerte, para ser adoradores de la vida, adoradores de Cristo Jesús, que venció a la muerte para nosotros derrotando a satanás.
Es tan grande la adoración a las tinieblas que convierten sus casas y jardines en verdaderos, templos a la muerte y a los espíritus que aterrorizan y que son muestra de lo que son, por sus figuras fantasmagóricas, son exactos ejemplos del horror, que es contrario a la belleza y la armonía, que proviene de Dios el creador.
Es la mejor oportunidad para los demonios que no podrán hacer nada para dañar a la gente, si la gente no se lo permite, o si por causa de la rebeldía de la gente hacia Dios, Dios le da permiso a Satanás para que los destruya ( Job 1: 6/12) . Luego de reunir lo necesario para el homenaje a las oscuras potestades del infierno bajo el nombre de Halloween, la gente y la religión, se sitúan exactamente, contra Cristo Jesús y su obra en la cruz del calvario.
Lo hacen rindiéndose ante la muerte, se vuelcan por miles de millones a los cementerios a rendir Honor a los muertos, se hacen adoradores de una diosa que es satanás mismo, y que es el amo de la muerte, son los que se consagran a rendirle culto a los que murieron. Le dan un nombre muy conocido y que aún es celebración señalada como tiempo de fiesta, la celebración de los difuntos.
Esto es lo que ocurre desde el comienzo del mes y que se culmina entre el 30 y el 31 de octubre, es un verdadero aquelarre de enorme confusión que hace de la gente el escenario preciso para que los demonios los esclavicen, con la complicidad de la religión, la que acumulará una vez mas, enormes sumas de dinero, que usara el resto del año, en mantener activas las estrategias de satanas, para que la gente no conozcan la verdad y dejen de ser adoradores de la muerte y del que es amo de la muerte, para ser adoradores de la vida, adoradores de Cristo Jesús, que venció a la muerte para nosotros derrotando a satanás.
Romanos 5: 20/21 20 La ley apareció para que el pecado se hiciera fuerte. Pero si bien el pecado se hizo fuerte, el amor de Dios lo superó.21 Y si el pecado reinó sobre la muerte, el amor de Dios reinó sobre la vida. Por eso Dios nos ha declarado inocentes, y nos ha dado vida eterna por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Colosenses 2: 10/11 10y ahora viven de manera diferente. En realidad, ustedes son personas nuevas, que cada vez se parecen más a Dios su creador, y cada vez lo conocen mejor. 11 Por eso ya no importa si alguien es judío o no lo es, o si está circuncidado o no lo está. Tampoco tiene importancia si pertenece a un pueblo muy desarrollado o poco desarrollado, o si es esclavo o libre. Lo que importa es que Cristo lo es todo, y está en todos.
El sistema religioso mundial, es aquel que sin conocer a Dios, recibe a la gente, a los seres humanos que no conocen a Dios, y que se hacen parte de esas organizaciones, escuchando hablar a líderes que no conocen a Dios.
Son los que aún dicen ser cristianos, porque en la confusión de la predicación humana, a veces oyen que se pronuncia el nombre de Cristo Jesús, y otros que son la mayoría, dicen ser cristianos, porque en los grandes letreros de los edificios, escriben al lado de sus nombres religiosos el nombre de Jesucristo.
Mateo 7: 21/23 21»No todo el que me dice: "Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino sólo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo.22 Muchos me dirán en aquel día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?" 23 Entonces les diré claramente: "Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!"
El principio en que se mueve Satanás, es el mismo siempre. Se hace el maestro de lo que la gente quiere oír. Satanás el que les enseña, lo que él sabe que será muy agradable, a los que “quieren ser muy poderosos y tener mucha riqueza y mucho éxito y mucha aceptación y ser dioses”
A estas alturas cabe la pregunta, ¿ante quién esta arrodillado usted? La respuesta tiene que tener contenido preciso dentro del plan de Dios, para evitar caer en la atrocidad de la falsa enseñanza, y esto solo es posible cuando la gente decide cambiar de maestro.
Se trata de declarar libertad del falso maestro Satanas y aceptar al único maestro Jesucristo. Mediante una declaración de fe que nace del encuentro personal con Cristo, que es el único y perfecto amor y maestro. Se trata de los resultados de nuestro personal camino a Damasco.
Es como El nos lo enseña, en 1 de Corintios 15: 55/57 55«¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?»[a] 56 El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley.57 ¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!