¡Soy muy Sabio, no caeré!
1 de Corintios 12: 10
12Por tanto, el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga. Biblia de las Américas
Es muy peligroso para la gente, y aún para los cristianos, llegar a estar en una situación en la que todo va bien. Parece que hemos logrado lo que queríamos, y nos sentimos tranquilos y seguros.
Los creyentes Cristianos, puede que sientan que su fe, y dependencia de su Señor y Salvador Cristo Jesús, les está rindiendo bendiciones; la pureza de mi fe, y mi única lealtad, traen como consecuencia este gozo y esta seguridad.
Puede ser el caso del creyente, que ha vuelto a reconciliarse con su Señor porque había perdido su pureza, como lo anotamos ayer y su fidelidad, restauró, su relación personal con El. Los días pasan y las cosas, suceden sin cambios notorios. Aseguran para sí; ”Mi Señor, siempre me bendecirá y conservará todo lo que tengo, y que es el motivo por el que me siento me seguro".
Para la gente sucede algo parecido, piensan; lo que hago y la religión que practico, deben ser muy afectivas, porque los días pasan y las cosas, cada vez me salen mejor, todo sale como lo planee, nada podrá quitarme todo lo que he logrado y que es la base mi seguridad.
Esta posición, reitero, es muy peligrosa, porque en medio del gozo, de los Cristianos y la felicidad de la gente, irá apareciendo, algo que sin que se den cuenta, empezará a ocupar el lugar de Dios; en el caso de los Creyentes Cristianos, y en el caso de la gente religiosa, los planes descuidados y el apetito por aumentar lo que les da seguridad.
Es en este tiempo, cuando unos y otros suelen asegurar, Soy muy sabio, estoy muy seguro, nunca caeré. Y es también la señal, de cómo Dios, no permitirá, que lo reemplacemos, por nada que El mismo nos ha dado, y en el caso de la gente y de la religión, es la prueba de que la felicidad que creen tener, no es producto de sus planes astutos y de sus ceremonias idolátricas, sino del amor de Dios por sus hijos, que al recibir el sol que el sabe necesitan, también los alumbra a ellos.
Proverbios 18: 12 12Al fracaso lo precede la soberbia humana; a los honores los precede la humildad. Nueva Versión Internacional. No hay sabio que pueda sostenerse por su sabiduría, así como no hay indocto o necio, que pueda ser sabio, sostenido por su necedad. (1 de Corintios 3: 18/20)
La lección, es un hombre que recibió de Dios, tal sabiduría que según la promesa, jamás seria superada. Ese hombre fue Salomón, El hijo del Rey David, que llegó a ser el autor de cuarenta años de paz para el pueblo de Dios. Reconocido y visitado por los más poderosos reyes del mundo de la época.
Pero Salomón no tuvo en cuenta el riesgo, que conlleva creer que Dios, puede ser burlado o que sus promesas, se cumplen, sin que importe la conducta y los planes, de los que reciben las promesas. Salomón cayó en el error de creer que su sabiduría le garantizaría la protección de Dios siempre.
Cuando alguien, comete adulterio contra su cónyuge, se encuentra en el camino de cometer adulterio contra Dios. He aquí, razones divinas, para entender, en que consiste nuestra seguridad, de que “jamás caeremos”.
1 de Reyes 11: 1-11 1Pero el rey Salomón, además de la hija de Faraón, amó a muchas mujeres extranjeras, moabitas, amonitas, edomitas, sidonias y heteas, 2de las naciones acerca de las cuales el SEÑOR había dicho a los hijos de Israel: No os uniréis a ellas, ni ellas se unirán a vosotros, porque ciertamente desviarán vuestro corazón tras sus dioses. Pero Salomón se apegó a ellas con amor. 3Y tuvo setecientas mujeres que eran princesas y trescientas concubinas, y sus mujeres desviaron su corazón. 4Pues sucedió que cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras otros dioses, y su corazón no estuvo dedicado por entero al SEÑOR su Dios, como había estado el corazón de David su padre. 5Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas. 6Salomón hizo lo malo a los ojos del SEÑOR, y no siguió plenamente al SEÑOR, como le había seguido su padre David. 7Entonces Salomón edificó un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está frente a Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón. 8Así hizo también para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses. 9Y el SEÑOR se enojó con Salomón porque su corazón se había apartado del SEÑOR, Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces, 10y le había ordenado en cuanto a esto que no siguiera a otros dioses, pero él no guardó lo que el SEÑOR le había ordenado. 11Y el SEÑOR dijo a Salomón: Porque has hecho esto, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que te he ordenado, ciertamente arrancaré el reino de ti, y lo daré a tu siervo.
Biblia de las Américas *Subrayado agregado por el autor